El Gobierno planteará a Bruselas exportar el máximo de gas para no recortar el consumo
La ministra Ribera ha encabezado la rebelión de los estados del sur contra un recorte energético
La negativa de España de sumarse al recorte voluntario en el consumo de gas ha obligado al Gobierno a buscar nuevas fórmulas para evitar la imposición de esta medida. La medida propuesta desde el Ejecutivo pasa ahora por actuar sobre la oferta de gas natural en vez de sobre la demanda, llevando así al máximo los envíos de esta energía hacia el resto de Europa a través de sus infraestructuras como medida de solidaridad.
Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica han indicado a Europa Press que España propone que se pongan en valor sus infraestructuras y se tengan en cuenta las exportaciones de gas al resto de la Unión Europea con relación a los últimos cinco años. En concreto, la media de las exportaciones españolas de gas natural de los últimos cinco años es de dos teravatios hora (TWh) al mes y el país podría llegar con sus infraestructuras a 6,7 TWh al mes.
Esta será la contraoferta que Teresa Ribera pondrá sobre la mesa este próximo martes en el Consejo de Ministros de Energía para responder a la propuesta de la Unión Europea, que pasa por una reducción solidaria del consumo lineal del 15% con relación a la media del consumo de los últimos cinco años de cada país, siendo incluso obligatorio en caso de alerta para la seguridad de suministro.
Bruselas quiere ahorrar 45 bcm (millardos de metros cúbicos) de gas entre agosto y marzo y España puede aportar 5,6 bcm en este período de ocho meses, cifras que en buques metaneros equivale a que la UE necesita unos 450 y España podría responder con unos 57, casi el 13%.
España cuenta con sistemas para esta propuesta
España cuenta con un total de seis plantas regasificadoras en activo que representan un tercio de la capacidad de regasificación de toda la UE y un 44% del potencial de almacenamiento comunitario de gas natural licuado (GNL). Además, hay una séptima planta, la de El Musel (Gijón), que nunca llegó a operar desde su construcción pero que recientemente ha recibido el visto bueno del Gobierno para su puesta en marcha y que se presenta como clave para exportar gas a los socios europeos.
En este sentido, España está estudiando cómo incrementar esa capacidad y esa solidaridad con El Musel y otras opciones, como el envío de gas a Livorno desde Barcelona o aumentando la capacidad de los gasoductos con Francia.
Respecto a las interconexiones por tubo con Europa, existen las de Larrau (Navarra) e Irún (País Vasco), ambas con Francia, que permiten exportar casi 7 bcm al año. Está también sobre la mesa un tercer proyecto de conexión pirenaica, la conocida como Midcat, y otro gasoducto submarino con Italia.
Junto a estas propuestas, España planteará en el Consejo de Ministros de Energía del próximo martes el impulso de las medidas de ahorro y eficiencia energética.
España ve la propuesta de Bruselas como desproporcionada
Este miércoles, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, mostró el rechazo de España a la propuesta planteada por Bruselas de imponer reducciones de consumo de gas a los países de la UE.
En rueda de prensa, Ribera subrayó que España es «un país europeísta y solidario», pero aseguró que no se puede pedir «un sacrificio desproporcionado», ya que, «a diferencia que otros países, los españoles no hemos vivido por encima de nuestras posibilidades desde el punto de vista energético».
Por ello, la ministra instó a los «socios» europeos a «debatir de forma abierta, transparente y respetuosa» sobre la mejor manera de apoyarse a este respecto. Ribera ya destacó el papel «fundamental» que puede jugar España como «puerta de entrada» de más del 30% del GNL a Europa y con unas infraestructuras preparadas para dar respaldo «a sus vecinos».
Igualmente, puso en valor la solidaridad de España en materia energética, que en el último mes ha exportado a otros países miembros más del 20% del gas importado por el país.