Borràs presiona a la Mesa del Parlament para que rechace su cese tras la apertura del juicio
El reglamento de la Cámara ordena suspender a la presidenta tras la apertura del juicio oral en su contra
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha presionado a los miembros de la Mesa de la Cámara para que rechacen su posible destitución tras la apertura de juicio oral por presuntamente fraccionar contratos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) para favorecer a un amigo. La presidenta de Junts ha pedido a los diputados del organismo que actúen «como diputados demócratas, respetuosos con los derechos fundamentales, y no como jueces o inquisidores».
«Espero, deseo y quiero creer que los miembros de la Mesa actuarán como diputados demócratas, respetuosos con los derechos fundamentales, y no como jueces o inquisidores y tomarán, en consciencia, la decisión más ecuánime», ha afirmado en un hilo de Twitter.
Borràs ha vuelto a negar haber fraccionado contratos, por lo que ha insistido en reivindicar su inocencia y ha dicho ser «víctima de lawfare, de una persecución política».
La nueva presidenta de Junts se enfrenta a dos delitos de prevaricación y falsedad documental por las acciones referidas con anterioridad en favor de Isaías H, persona cercana a Borràs. A pesar de las afirmaciones de la mandataria, la Fiscalía ha solicitado imponer una pena de seis años de cárcel y 21 de inhabilitación además de una multa de 144.000 euros al considerar que existen pruebas suficientes para acusarla de este fraccionamiento.
Su posible despido viene recogido en el artículo 25.4 del Reglamento del Parlament, que obliga a la Mesa a acordar la suspensión «de los derechos y deberes parlamentarios de manera inmediata» a los diputados acusados por delitos vinculados a la corrupción, una vez el auto de apertura de juicio oral es firme, situación en la que se encuentra.
En respuesta a un usuario en la misma red social, ha asegurado que no dimitirá porque, a su juicio, hacerlo significaría aceptar aquello de lo que se la acusa: «Los que me quieran muerta, me tendrán que matar y ensuciarse las manos. Yo he venido a hacer la independencia, no a suicidarme para la autonomía».
Borràs niega el delito
Borràs ha sostenido que «el fraccionamiento, con todo, no es un delito sino una irregularidad administrativa, no una causa penal», y ha defendido que su causa no se ajusta a la finalidad del artículo del reglamento de Parlament que contempla la suspensión preventiva de los diputados.
«La finalidad del artículo era la suspensión preventiva de los diputados acusados de delitos relacionados con la corrupción lucrativa; es decir, la malversación, que ya ha caído de la causa», ha avisado, y ha añadido que no ha habido ningún perjuicio para la administración.
La presidenta del Parlament ha criticado el inicio de la investigación —que ha calificado de irregular al considerarla prospectiva—, la tramitación del suplicatorio en el Congreso y ha dicho haber conocido las informaciones judiciales por la prensa.
Por el momento, las perspectivas de supervivencia de Borràs al frente de la Presidencia del Parlament se van reduciendo tras conocerse la pérdida de apoyos que ha sufrido. En las últimas horas, solo su partido la ha ratificado, lo que parece insuficiente tras conocerse que dos de sus aliados —ERC y la CUP— y el PSC votarán a favor de la suspensión si la política independentista no da un paso al lado, algo que ella misma ha negado, llegando incluso a afirmar que de ser cesada, no abandonará su escaño.