Irene Montero se gastó 3.700 euros en traductores en tres días en Estados Unidos
El desembolso público para los hoteles alcanza los 4.400 por dos noches. El ministerio evita desglosar el de la tripulación y del combustible del Falcon
La ministra de Igualdad, Irene Montero, gastó 3.757 euros en servicios de traducción durante su viaje en junio a Washington y Nueva York. La responsable del departamento de Igualdad y ‘número dos’ de Podemos viajó en una delegación formada por Isa Serra, Ángela Rodríguez y una asesora de prensa entre el pasado 28 de junio y el 1 de julio. Según la documentación oficial a la que ha accedido THE OBJECTIVE, el desembolso público -excluyendo el generado por el Falcon- ascendió a casi 9.000 euros, de los que 3.700 fueron por los servicios de traducción y otros 4.400 para hoteles. Llama la atención que la ministra necesite servicios de traducción, ya que dijo haber renunciado a una estancia de investigación en Harvard para hacer política institucional.
La ministra de Igualdad y su séquito mantuvieron a lo largo de los tres días en Estados Unidos alrededor de diez reuniones oficiales. El primer día, por ejemplo, se vieron con Chiraag Bains y Jennifer Klein, respectivamente asistente adjunto del presidente para equidad y directora Ejecutiva del Consejo de Políticas de Género de la Casa Blanca. El segundo día volaron en Falcon de Washington a Nueva York (una trayecto de menos de 50 minutos) para reunirse con la histórica feminista Gloria Steinem y, tras el almuerzo, con Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres. Antes de volver y de darse un paseo por Times Square (una imagen que generó muchas polémicas sobre este traslado oficial), cerraron la jornada con la directora de Asuntos de la Mujer del Estado de Nueva York, Emily Kadar.
Para estos dos días de reuniones Montero necesitó varios servicios de traducción, según se desprende de la información oficial trasladada por el ministerio a la Oficina de Transparencia y a la que ha tenido acceso este diario. De hecho, el gasto por los traductores casi alcanza el de los hoteles: 3.700 euros frente 4.400 euros. El grupo gastó un promedio de 2.200 euros al día para sus hoteles, puesto que se quedaron tan solo dos noches en Estados Unidos.
La delegación ministerial despegó de Madrid el martes 28 de junio y llegó a Washington en la madrugada del día siguiente, miércoles. El jueves por la mañana se trasladó a Nueva York, y regresó el viernes del aeropuerto John F. Kennedy, según una ruta que adelantó este diario.
Traducción a pesar de ir a Harvard
En definitiva, el grueso del gasto público de Montero se debió a los hoteles y a los servicios de traducción para los encuentros de la ministra. Resulta en este sentido llamativo que Montero haya podido necesitar traductores para reuniones oficiales con representantes del gobierno de Estados Unidos y de la ONU. Entre otras cosas porque en su curriculum se refleja una renuncia a una estancia en la universidad de Harvard para entregarse a la causa de Podemos.
En la información oficial no se detalla el tipo de servicio, de si fue por traductores presenciales durante las reuniones o para documentos ministeriales, pero el ministerio responde a una pregunta sobre el «gasto público para el viaje». Es lógico concluir que si de documentación se tratara, el servicio se hubiera prestado en Madrid.
En cuanto a los hoteles, el ministerio no detalla el tipo de establecimiento ni los nombres o categoría de los hoteles en los durmieron la ministra y sus acompañantes. También evita aclarar el gasto público para el Falcon, que despegó de Madrid y llevó a la ministra y sus colaboradoras hasta Washington y Nueva York.
Como adelantó Libertad Digital, llama la atención por otro lado el escaso gasto en comidas y dietas que, dividido por el grupo de participantes al viaje, rondaría los 20 euros diarios por cada asistente. Una cifra difícil de confirmar para los precios de los restaurantes de Estados Unidos. Este gasto forma parte de los restantes centenares de euros que se entregaron para la «manutención», transferencias y atención protocolaria, hasta un total de casi 9.000 euros.
En otro viaje a Chile, durante la investidura del nuevo presidente Boric, Montero y sus colaboradores también se gastaron unos 8.000 euros para un fin de semana. Entonces no hubo gastos en traductores, pero sí en billetes de avión. Montero se subió a la ida al avión de Estado del Rey Felipe VI, pero prefirió quedarse en Santiago de Chile para mantener más reuniones con los colectivos feministas durante el fin de semana. Y regresó en un avión comercial con billetes pagados por el Estado. Ambos viajes de Montero se enmarcan en una estrategia de «fortalecimiento» de la agenda feminista del Gobierno.