González pide a Sánchez que reedite los Pactos de la Moncloa en busca de estabilidad
Las peticiones del expresidente del Gobierno no han sido recogidas por el líder socialista, que ha preferido alabar a sus predecesores y lo que fue el PSOE
El expresidente del Gobierno, Felipe González, ha vuelto a plantear hoy la necesidad de repetir los Pactos de la Moncloa en uno de los «momentos más complejos» de la historia como es el actual y ante la «incertidumbre» futura, apostando por un proyecto que «sume y comprometa a todos». Así lo ha manifestado ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la inauguración de la exposición de los 40 años de la victoria del PSOE el 28 de octubre de 1982.
El acto ha tenido lugar en la sede socialistas de la madrileña calle de Ferraz, después de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal, y a la que también han asistido el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, el exsecretario general Joaquín Almunia, la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán y la presidenta del PSOE, Cristina Narbona.
Con un fondo que imita el famoso cartel electoral -inspirado en el realizado por el dibujante José Ramón– con el que Felipe González pidió el voto en las primeras campañas electorales de la democracia, el expresidente del Gobierno ha señalado que al Ejecutivo actual le ha tocado vivir una época «extraordinariamente difícil».
Ha alegado en este sentido que ahora «lo único previsible para los próximos meses es lo imprevisible; la única certeza es que no hay certezas». Felipe González ha precisado que el «camino complejo» se ha acelerado por la guerra de Putin y por ese proceso que pretende ser de desglobalización, pero que no lo será nunca porque, según asegura, siempre habrá dependencia de unos y otros.
Así, ha recalcado que ahora se está viviendo «uno de los momentos más complejos» de los últimos 40 años, aunque ha recordado que también lo fueron los primeros años del Gobierno de Adolfo Suárez pero ha querido traer a la memoria los Pactos de la Moncloa que se firmaron entonces y que son, en su opinión, «tan queridos hoy día si se pudieran repetir».
En este contexto, el expresidente del Gobierno ha calificado el momento como el «más complejo» porque al final, los políticos tienen que ser «proveedores de certidumbre» incluso cuando ellos no la tienen. De hecho, ha asegurado que aunque los políticos tengan dudas, éstas las tienen que resolver con la almohada y una vez que se levanten de la cama, no pueden trasladar sus dudas a los ciudadanos.
Y aunque ha dicho que no puede haber nada más peligroso que un ser humano que no duda, a los políticos no les queda más remedio que dar certidumbre, aunque en las medidas que adopten se equivoquen y las tengan que corregir al mes o a los dos meses. «Quien no comprende ese proceso -ha sentenciado- son los más sectarios, los que creen que tienen la verdad a pesar de lo que pase» y también, ha añadido, «los que son incapaces de recorrer esa última milla que es la más importante en política que es hacerte cargo del estado de ánimo de la gente».
Un proyecto para todos
De hecho, cree que aunque el estado de ánimo de los ciudadanos pueda ser «malo, regular o peor», los políticos no tienen más remedio que estar cerca de la gente y cambiar ese estado de ánimo apostando por un proyecto «que sume a todos y comprometa a todos» para sacar al país adelante.
Dicho esto, ha explicado que lo único que recuerda con gratitud de aquel «post octubre de 1982» es que la sociedad española se movilizó más allá de los votos que logró el PSOE -«pocos», ha dicho ironizando y apuntado que «solo» fueron 202 escaños- y se comprometió con el futuro del país para hacer un trabajo bien hecho y colaborar.
Finalmente, Felipe González ha señalado que aquella noche de hace 40 años estaba «profundamente abrumado por una responsabilidad» que le desbordada por edad y experiencia y cree que «la exposición refleja una parte de eso».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su parte, no ha recogido el guante lanzado por Felipe González sobre la repetición de los Pactos de la Moncloa, pero sí ha transmitido el «orgullo» del partido por el legado que han recibido de los presidentes socialistas que le han precedido.
Sánchez, sin miedo a los desafíos
Ha admitido que son «muchas» las «incertidumbres» pero a pesar de ello ha dicho tener una «certeza» y es la de que el PSOE va a gobernar sin olvidar nunca sus valores y principios, «aquellas causas que justificaron 140 años atrás la formación de un partido tan noble como es el PSOE».
De hecho, ha afirmado ver oportunidades donde otros ven amenazas y predican el inmovilismo y tras dejar claro que no le asustan los retos y desafíos, ha dicho que nacieron para tomar decisiones muy duras en ocasiones, como las que tuvieron que adoptar Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero o las que también adoptó él, como el confinamiento de 47 millones de españoles para «salvar millones de vidas».
El presidente ha señalado que se reconocen en la obra de quienes les precedieron y se sienten herederos de su legado. «Caminamos con la conciencia tranquila de haber estado en el lado correcto de la historia, con 140 años de vida», ha precisado.
En cuanto a la exposición, ha señalado que repasa los grandes hitos de ese legado y ha defendido que hay un «nexo común» que ha sido el de dotar a España de una «auténtico estado del bienestar». «Decirlo en esta Legislatura me parece más pertinente que nunca», ha exclamado aunque ha matizado que España aún tiene pendiente una cuenta con la igualdad.
Pedro Sánchez ha afirmado que el triunfo de Felipe González y de todos los hombres y mujeres que lo hicieron posible forma parte de la memoria colectiva de España y de Europa. Cree que no solo fue un triunfo del PSOE, sino que lo fue de la gente, de los casi 10 millones de votos que lograron los socialistas hace 40 años. Aunque ha dejado claro que aquella historia no la iba a escribir solo un partido, sino que lo hizo «la gente de a pié», las nuevas clases urbanas y del campo, «todas aquellas cuya voz iba a salir del silencio y el letargo».
«Aquellas elecciones fueron un cambio para nuestro país, una explosión de autoestima colectiva» donde, ha dicho, se vio «la importancia de la política para cambiar la vida de la gente».
Además, Sánchez considera que los socialistas abrieron «España al mundo» porque siempre han sido internacionalistas, cree que dieron autoestima a un país que estaba acostumbrado a «hacerse de menos y pedir perdón por cada paso que daba». Hoy, ha añadido que ningún español se cree más que nadie, pero tampoco va a ser menos que nadie.
Y trasladando la victoria de hace 40 años a la actualidad, ha apuntado que de aquella campaña crearon «un sello, una marca» que hoy pervive y que ha permitido que España, por ejemplo, organizara la cumbre de la OTAN este año en Madrid, donde se ha aprobado el concepto estratégico que marcará el trabajo de la Alianza para los próximos 10 años.
El PSOE del patriotismo europeo
Así, cree que los socialistas tras abrir las puertas de España al mundo y a Europa, forjaron un europeismo solidario y un nuevo «patriotismo, el europeo».
Y ha añadido que a pesar de vivir un contexto difícil como, ha precisado, los primeros años de la democracia, tienen el «patriotismo» europeo y la autoridad moral de haber luchado por la libertad y democracia de nuestra tierra. Y con este aval, ha señalado que hoy España ayuda al pueblo ucraniano frente a la invasión de Putin.
«Miramos al pasado con ojos del presente y sed de futuro, es algo que representa el socialismo democrático desde sus orígenes, tener sed de futuro y no caer en la complacencia», ha exclamado al tiempo que señalaba que en este momento están en una transformación económica y que hay que «encarar los desafíos con empatía».