El Gobierno pide a los supermercados que la rebaja del IVA beneficie a los consumidores
EL BOE no recoge medidas específicas para evitar esta situación, sino que apela a la «responsabilidad social» de los empresarios para que no se beneficien
El Gobierno no ha logrado encontrar una fórmula para evitar que la rebaja en el IVA en los alimentos de primera necesidad, la pasta y el aceite no vaya a parar a los márgenes de beneficios las grandes cadenas de supermercados. Sin una legislación al respecto, el único plan que ha contemplado el Ejecutivo en el sexto plan de medidas urgentes ha sido apelar a «la responsabilidad social» de los empresarios.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) del 28 de diciembre contiene el Real Decreto-ley 20/2022, de 27 de diciembre, de medidas de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la Guerra de Ucrania, en el que se recogen medidas como la subvenciones a los carburantes para el sector del transporte, el apoyo a las industrias dependientes del gas (como las dedicadas al trabajo con la cerámica) o las imposiciones en materia de alquiler, como la prohibición de cortar suministros o la ampliación de las condiciones de los contratos para los inquilinos durante el próximo año.
En este texto también se contempla la rebaja en el IVA de los alimentos de primera necesidad, que pasa del 4% al 0%, y de la pasta y el aceite, que cae del 10% al 5%, tal y como anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su balance del final del curso político.
En este punto, el Ejecutivo ha añadido una condición para que esta bajada se mantenga hasta la fecha señalada por el presidente Sánchez, el 30 de junio de 2023: que la inflación subyacente se mantenga por encima del 5,5% en el mes de marzo, indicador que se publicará en el mes de abril. De darse esta situación, las medidas dejarán de estar en vigor casi dos meses antes de lo previsto, el 1 de mayo de 2023, algo que el secretario general del PSOE evitó mencionar ante los medios.
Sin embargo, en BOE no contempla medidas particulares para evitar que las grandes superficies puedan ampliar sus beneficios aprovechando la supresión del IVA en algunos productos manteniendo los precios. La única mención que se hace al respecto es una apelación a los mismos para que «por responsabilidad social» no aprovechen la situación y esta solo pueda servir para ayudar a los consumidores.
«La reducción del tipo impositivo beneficiará íntegramente al consumidor, sin que, por tanto, el importe de la reducción pueda dedicarse total o parcialmente a incrementar el margen de beneficio empresarial con el consiguiente aumento de los precios en la cadena de producción, distribución o consumo de los productos, sin perjuicio de los compromisos adicionales que asuman y publiciten los sectores afectados, por responsabilidad social», puede leerse.
La hemeroteca del Gobierno
La rebaja en el IVA de los alimentos básicos, la pasta y el aceite ha sido celebrada por el Gobierno como la principal forma de ayudar a las familias y a los ciudadanos en una situación de vulnerabilidad. Al menos así lo fue el 27 de diciembre, porque con anterioridad los propios ministros del PSOE y de Unidas Podemos habían reprochado la medida, señalando que no esta no era adecuada ni propicia.
La más reciente fue la propia ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien en un acto de presentación de su proyecto político Sumar hace tan solo una semana afirmaba que una rebaja en el IVA no servía y que solo beneficiaba a las grandes superficies.
En la mañana del martes, solo una horas antes de la aprobación de este plan en el Consejo de Ministros, la propia Díaz se reunió con Sánchez en La Moncloa para cerrar el sexto paquete de medidas urgentes para paliar los efectos de la guerra, que contiene esta rebaja y que la titular de Trabajo asumió.
Esta no ha sido la única declaración contraria a lo que en realidad es una propuesta del Partido Popular, reclamada por su presidente, Alberto Núñez Feijóo, en una comparecencia en el mes de septiembre, cuando pidió que los alimentos básicos vieran reducido este impuesto del 10% al 4%.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó en una entrevista que la este plan no podía realizarse al no ser el más efectivo para las personas más necesitadas.
«El IVA es un impuesto indirecto, que tiene una reglamentación general. No podemos aplicar permanentemente de forma generalizada una rebaja fiscal ante cada problema porque eso implicaría que no tengamos capacidad de ayudar a quienes tienen más necesidades. Muchas veces se nos pide que las medidas estén proporcionadas a los niveles de renta, y este impuesto no lo permite», zanjó.