La ministra Montero pidió explicaciones a Juan Lobato por el «error» de su bajada de impuestos
Tras un aluvión de criticas, Moncloa y Ferraz creen que Lobato «no lo hizo bien» en las formas del anuncio, aunque «ha conseguido arreglarlo» en una entrevista.
El secretario general del PSOE-M, Juan Lobato. | PSOE-M
El secretario general del PSOE de la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, ha pasado en 48 horas del precipicio a la resurrección. El pasado domingo, el líder de los socialistas madrileños provocaba el malestar de la cúpula de Moncloa y Ferraz por su entrevista en el diario El Español sobre su propuesta de rebaja de impuestos. Una promesa electoral antigua, que esgrimió hace varios meses en una entrevista a THE OBJECTIVE y cuyo problema radica en el «error» comunicativo de anunciarlo, siendo una propuesta contraria a la línea gubernamental, en vísperas de que la Ejecutiva del partido constituyera el Comité electoral del PSOE.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, precisamente por este motivo, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, Maria Jesús Montero, llamó el mismo domingo a Juan Lobato para pedirle explicaciones y conocer los pormenores de la propuesta fiscal del líder del PSM. Un apremio al que respondió Lobato explicando «todas las cuentas» y recordando que se trata de una propuesta que se conoce desde hace más de siete meses, que está «machacada» y que, en contra de lo que han titulado algunos medios, pretende rebajar el tramo autonómico del IRPF a las rentas inferiores a 100.000 euros, al tiempo que deja exentos los impuestos de patrimonio, donaciones y sucesiones.
Esta es una cuestión especialmente sensible para Montero tras la aprobación en diciembre del impuesto a las grandes fortunas. Más aún después de que el líder y candidato del PSOE en la Comunidad de Madrid publicara un tuit acusando a Ayuso de «criminalizar a las grandes fortunas» y de forzar a «huir del país o esconder su dinero». Tras la llamada de Montero, Lobato borró inmediatamente su tuit, pero publicó otro compartiendo su entrevista en El Español y abogando por «subir los impuestos a las grandes fortunas pero tratarles con respeto».
Aluvión de llamadas y críticas
Sin embargo, el mal ya estaba hecho, y el aluvión de críticas no solo se registraba en la red social Twitter por parte de sus adversarios políticos y simpatizantes de izquierda. También desde el Gobierno se multiplicaban las llamadas y quejas a diferentes miembros y asesores sobre la propuesta de Lobato, que a juicio del protagonista, se ha malinterpretado, tanto de forma interesada desde el ámbito político como desinteresada desde el periodístico. En los círculos socialistas circulaba un teletipo de la agencia de noticias Servimedia que apuntaba a la voluntad de Lobato de bajar los impuestos al 95% de los madrileños. Informaciones que obligaron al equipo de Lobato a afrontar un gabinete de crisis e intensificar las explicaciones desde el mismo lunes, a primera hora de la mañana. Primero, en una entrevista al programa Todo es mentira de la cadena Cuatro, en el que denunciaba la «mala interpretación» de las informaciones publicadas.
Como explicó en Cuatro y reiteran fuentes socialistas a este periódico, la malinterpretada reforma «se trata de una reforma fiscal completa, que genera más ingresos para subir un 10% el presupuesto de la Sanidad para pasar de ser los últimos de España a estar en la media de la tabla, y que pide un esfuerzo de contribución mayor a quienes ganan más de 100.000 euros». La exención de los impuestos de patrimonio, sucesiones y donaciones diferencia entre quienes tengan «patrimonio especulativo o productivo», es decir, quien tenga bienes o negocios que generen riqueza y quienes no.
Unas explicaciones que volvió a dar horas después Juan Lobato en las siguientes horas, tanto en público como en privado. Esa misma tarde del lunes, el líder de los socialistas madrileños se reunió con el secretario de Organización en Ferraz, Santos Cerdán, para la preparación de su Ejecutiva regional, que también daría el pistoletazo de salida de su candidatura con cambios en el comité de campaña, en manos de Enma López. En este encuentro se abordó el tema asumiendo que el problema de la propuesta de Lobato no ha sido tanto el fondo como la forma, tal y como recogieron los medios de comunicación.
«Alsina le ha puesto en el mapa»
Fuentes de Moncloa y Ferraz asumen que «Lobato no lo hizo bien» y tuvo pocas cautelas en determinados medios no afines que «incluso hicieron un editorial de Lobato como el principio del fin Pedro Sánchez». Lobato se convirtió en un problema «por buscar protagonismo y visibilidad» y porque su mensaje «no es el que esperan de nosotros los votantes de izquierdas». Pero internamente explicó, e incluso convenció al PSOE de la necesidad de buscar un perfil propio en Madrid, de atender a las demandas de sus votantes y simpatizantes y de mimetizarse con las demandas y la idiosincrasia madrileña porque «cada territorio tiene unas particularidades». Su mensaje se aceptó públicamente con la intervención de la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, en rueda de prensa en Ferraz, al hablar de un partido «plural y diversos con particularidades en cada territorio».
Los recelos iniciales se suavizaron y volvieron a cambiar al día siguiente, pero a mejor. La entrevista a Carlos Alsina en Onda Cero se convirtió en una oportunidad para «ponerse en el mapa» y en el partido gustó una intervención fresca en la que «mostró la solvencia que tiene en aspectos tributarios como técnico de Hacienda». Fuentes gubernamentales se felicitaron a THE OBJECTIVE porque «al final no le ha salido mal. Sin esta polémica, Alsina no le habría entrevistado». Otra cosa distinta fueron sus dudas y titubeos al ser preguntado por los delitos de malversación y sedición que Lobato criticó abiertamente cuando aún el Gobierno no había confirmado su intención de derogar el primero y reformar el segundo tipo penal. Pero dos enmiendas a la totalidad al Gobierno en 48 horas habrían sido demasiadas, incluso para el candidato que busca, con cierta dificultad, tener perfil propio en el complejo feudo popular madrileño.
