Vázquez ofrecerá a Bal seguir de portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso
El vencedor de las primarias quiere evitar la implosión del grupo parlamentario. A cambio, el candidato perdedor deberá reconocer la nueva «jerarquía»
Edmundo Bal, Inés Arrimadas y Adrián Vázquez en una imagen de archivo. | EP
El nuevo secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez, planea ofrecer al perdedor de las primarias, Edmundo Bal, que siga en el puesto de portavoz adjunto en el Congreso de Diputados como gesto de integración en la nueva etapa que empezará la formación naranja tras la asamblea extraordinaria que se celebrará este fin de semana, según desvelan fuentes de la candidatura ganadora a THE OBJECTIVE.
Vázquez es consciente de la delicada situación en la que se encuentra el grupo parlamentario de Ciudadanos en la Cámara baja, donde siete de los nueve diputados han liderado e impulsado la candidatura perdedora. La campaña ha dejado muchas heridas abiertas, con descalificaciones y reproches mutuos que las citadas fuentes ven necesario cerrar si se quiere garantizar la supervivencia del partido.
Los únicos fieles a la nueva dirección son Inés Arrimadas y Guillermo Díaz, por lo que sobrevuela el riesgo de un golpe de mano en el que el grupo de Bal se haga con el control del grupo con esa mayoría y expulse al Grupo Mixto a los dos primeros. Una rebeldía que ya se produjo en la Asamblea de Murcia después de la fallida moción de censura de hace casi dos años y que Vázquez quiere evitar a toda costa.
Vázquez le pide que reconozca la nueva «jerarquía»
Para evitar ese escenario, el nuevo hombre fuerte de Cs tenderá la mano a Bal con la propuesta de que siga siendo el número dos del grupo naranja hasta que termine la legislatura. A cambio, el candidato perdedor deberá reconocer la «jerarquía» existente tras la decisión «inapelable» de los afiliados. Es decir, tanto el liderazgo de la nueva dirección, que será la que fije las líneas políticas en cada negociación y debate parlamentario, como la posición en la bancada naranja, donde Arrimadas será la «portavoz indiscutible» de Cs en el hemiciclo, tal y como hizo hincapié Patricia Guasp tras la victoria de este jueves.
Las citadas fuentes recuerdan que, a priori, Díaz debería ocupar el puesto de Bal en el Congreso en esta nueva etapa del partido ya que el diputado malagueño será uno de los dos viceportavoces -junto al catalán Ignacio Martín Blanco- dentro de la nueva estructura orgánica en la que ambos quedan por debajo de Vázquez, Guasp, el vicesecretario general -el madrileño Mariano Fuentes– y el coordinador general y secretario de Organización, el navarro Carlos Pérez-Nievas.
Sin embargo, el equipo vencedor de las primarias quiere tener ese gesto conciliador con Bal, pues una integración suya en el nuevo comité nacional es «inviable», una vez que los puestos más relevantes del organigrama ya se han repartido entre los miembros de la candidatura ganadora.
Por lo pronto, Bal tuvo palabras conciliadoras en la noche electoral de este jueves, al abogar por «la integración» con la candidatura oficialista y ganadora de Arrimadas, al tiempo que apeló a «remar juntos» porque de ello depende el futuro de la formación naranja de cara a los próximos comicios de este año.
Así, en declaraciones a los medios tras conocerse el resultado de las votaciones de las primarias, el candidato perdedor subrayó que el 53,9% obtenido por la lista de Guasp y Vázquez no puede desdeñar el 39% de los votos obtenidos por la suya, ni tampoco el 7,4% de los cosechados por la tercera candidatura, la de Marcos Morales. «Para mí es un día de éxito», sostuvo antes de enfatizar de que las primarias han servido para «dar voz a las ideas» y futuro del partido.
En este sentido, Bal pidió no pensar en clave de resultados, sino en la unión y en «el cien por cien» de la formación «en beneficio de todos los españoles», ha remarcado, frente al caos que representa «un PP echado en brazos de Vox» y un PSOE «en manos» de Podemos y los independentistas.
Eso sí, el candidato perdedor dejó claro que él seguirá defendiendo las mismas ideas que ha expresado en las primarias porque «no van a cambiar» y representan a casi 1.500 afiliados, por lo que insinuó que podría saltarse la disciplina interna en las votaciones más controvertidas.
El equipo de Vázquez y Guasp celebró haber logrado los dos objetivos que se habían marcado en los últimos días. Superar la barrera de apoyos del 50% -finalmente fue un 53%-, lo que supuso obtener más votos que la suma de las otras dos candidaturas, y sacar más de diez puntos a la candidatura de Bal -la diferencia fue de casi 14- para que la victoria fuese «holgada».
En cuanto a la movilización de la militancia, el dato de participación -casi del 50%- fue prácticamente el mismo que se registró en febrero de 2020 cuando se enfrentaron las listas de Inés Arrimadas y Francisco Igea, por lo que la nueva dirección cree cumplido ese objetivo.
