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Política

Feijóo admite que las opiniones de Cabrales eran «incompatibles» con su cargo

El líder del PP reconoce que desconocía el apoyo del catedrático de Economía a Ponsatí y ve «correcta» su renuncia para evitar «tensiones» en el Banco de España

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo | Antonio García (EFE)

El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha admitido este miércoles que las opiniones de Antonio Cabrales, desveladas ayer por THE OBJECTIVE, eran «incompatibles» con su cargo como consejero del Banco de España. El catedrático en Economía de la Carlos III dimitió ayer de su cargo, apenas unas horas después de ser nombrado, tras las noticias desveladas por este medio en las que se informaba de que su nombre figura en un texto de apoyo a Clara Ponsatí y también en otro en defensa de la polémica tesis del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Esta misma mañana, el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, se ha desvinculado de la decisión del partido de proponer a Cabrales como candidato al Banco de España. «No es una cuestión que haya gestionado yo», ha asegurado en una entrevista en RTVE.

Ante la pregunta de THE OBJECTIVE sobre no haber consultado a Bravo para la elección de Cabrales, el presidente del PP ha señalado que «lo importante son los hechos», y ha procedido a explicarlos: «Un catedrático de la Carlos III con una formación incuestionable es propuesto para ocupar un cargo para el que cumple los requisitos académicos que se exigían, desconociendo algunos antecedentes que para mucha gente son incompatibles con formar parte de un organismo del Estado», ha señalado.

«Inmediatamente, cuando se tuvo conocimiento de estos antecedentes, el propio interesado, entendiendo que no quería en ningún caso producir con su presencia tensiones en el Banco de España, presentó a las pocas horas su renuncia al cargo. Me parece que es correcta esa renuncia», ha sentenciado el líder de los populares.

La renovación del consejo de gobierno del instituto supervisor fue aprobada este mismo martes por el Ejecutivo en su reunión de Consejo de Ministros, después de una intensa negociación entre la vicepresidenta económica Nadia Calviño y el primer partido de la oposición. Ahora que Antonio Cabrales ha presentado su dimisión se abre un periodo de incertidumbre, ya que corresponde al Ejecutivo aprobar un sustituto la semana que viene, y no está asegurado que vaya a acceder a pactar con la formación de Feijóo otro candidato.

Los polémicos textos firmados por Cabrales

Respecto al primer texto que ha desatado la polémica, se trata de una lista de firmantes que en abril de 2018 pusieron nombre y apellidos para defender a su colega Clara Ponsatí, exconsejera de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña, huida a Bruselas junto a Carles Puigdemont tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

El jefe de Economía del PP dice que no participó en la elección de Cabrales al Banco de EspañaEl jefe de Economía del PP dice que no participó en la elección de Cabrales al Banco de España

Ponsatí se trasladó posteriormente a Escocia para reincorporarse a su función docente en la Universidad de Saint Andrews, donde era catedrática, recibiendo entonces el apoyo de un nutrido grupo de economistas catalanes, entre los que aparece el consejero nominado por el PP para el máximo órgano ejecutivo del Banco de España.

La citada exconsejera catalana arremetió este miércoles contra las causas que llevaron a Cabrales a presentar su dimisión: «La persecución sistemática de la disidencia en España se está volviendo ridícula, ahora contra cualquiera que cuestione errores judiciales evidentes», señaló en sus redes sociales.

Además, Antonio Cabrales figura entres los firmantes de un texto en defensa de la polémica tesis del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El texto, que fue escrito en 2018, coincidiendo con la polémica que rodeó a la tesis del líder del PSOE, está firmado por Antonio Cabrales, Fran Beltrán, Marco Celentani, José Ignacio Conde Ruiz, José Luis Ferreira, Libertad Gonzalez, Juan Francisco Jimeno, Gerard Llobet, Luis Puch, Pedro Rey Biel y Anxo Sánchez. «Las dudas sobre los títulos de postgrado de nuestros líderes políticos son un síntoma (más) de que algo no funciona bien en la universidad española», señalan.

23 comentarios
  1. timoteo

    Hechos como estos no dejan en buen lugar a este partido y dañan,a base se bien,su imagen. ¿En qué estaban pensando estos del PP cuando lo propusieron para tal puesto? Con tantos asesores y enchufados, ¿no tienen a nadie que compruebe la idoneidad de una persona antes de su propuesta para un cargo público de esa relevancia? Me gustaría saber a quién del PP se le ocurrió esta «brillante» idea.

  2. PresuntoImplicado

    El PPOX es un partido profesional, que siempre se rodea de los mejores… fachas. Les daría igual que quien les arregla las cañerías en Génova sea un gran fontanero: o canta el cara el sol o no sirve para el puesto. Es la meritocracia del PPOX.

  3. Mytom

    Un episodio absolutamente lamentable que deja en evidencia la torpeza e inconsistencia del PP en asuntos institucionales tan serios como éste. Algo más que una anécdota o un error subsanable sin más. Toda una categoría que, a todas luces,no va a poder ser corregida ante el gran regocijo de la Sra. Calviño y su irrestricta voluntad de copar las instituciones económicas esenciales actuando como alumna aventajada de su amo el Sr Sánchez. Es increíble la ausencia de cabeza en un partido que no sabe lo que hace una mano cuando negocia » arduamente» con la otra nada menos que una representación en el máximo órgano de dirección del Banco de España. Está fuera de toda duda la solvencia y la cualificación profesional del Sr Antonio Cabrales pero también debieran estarlo, para quien lo propone para tan altas funciones, sus públicas inclinaciones y amistades poco compatibles con una impecable constitucionalidad exigible en su conducta. Muy mal presagio ante la lógica expectativa de una alternativa de gobierno tan manifiestamente poco engrasada en «la sombra». Sería deseable que la Sra. Gamarra y el Sr. Bravo fueran pasándose el teléfono… con permiso del despistado Sr Feijoo.

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