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Política

El PSOE confía en reconstruir la coalición tras el choque con Podemos por el 'sí es sí'

Podemos dinamitó los puentes tras las presiones del PSOE para no hablar del ‘Código Penal de la Manada’. «Es impresentable, de principio a fin»

El PSOE confía en reconstruir la coalición tras el choque con Podemos por el ‘sí es sí’

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra (i), y la ministra de Igualdad, Irene Montero (d). | Ricardo Rubio (Europa Press)

Se intentó controlar el tono, el perfil bajo, pero la contención voló por los aires con la intervención de Podemos en la tribuna de oradores del Congreso que el portavoz del PSOE, Patxi López, calificó de «impresentable de principio a fin». Justo cuando se cumplían tres años y dos meses de la investidura de Pedro Sánchez, el 7 de enero de 2020, se produjo un hecho inédito hasta la fecha: la coalición que tantas veces ha chocado y aguantado en enfrentamientos múltiples (ley del solo sí es sí, envío de armas a Ucrania, Ley de Bienestar Animal, presupuesto de Defensa…) rompió el acuerdo programático de la coalición al quebrar la unidad de voto. En marzo de 2022 ocurrió con la Ley Audiovisual, pero entonces Podemos se quedó en la abstención sin llegar al voto en contra, un rechazo que sí ha perpetrado este martes contra una de las señas de identidad de la legislatura, la Ley Integral de Libertad Sexual.

Pero no sólo se dinamitaron los acuerdos de la coalición sino también las formas, contenidas hasta la fecha por parte de los principales responsables dentro y fuera del Gobierno. Una jornada en la que los socios de la coalición se afanaron por marcar distancias y escenificar la profunda división a la que les arrastra la modificación de la Ley de Libertad Sexual. Alejamiento que se evidenció en la ausencia de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en vísperas del 8-M, al ser sustituida por tres ministras socialistas (Isabel Rodríguez, Nadia Calviño y Diana Morán), vestidas con estudiados atuendos morados, color insignia del feminismo.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, y la de Asuntos Sociales, Ione Belarra, en mitad del debate. | Europa Press

La tensión se respiraba en el ambiente, tanto en el empeño socialista en Moncloa por marcar distancias con Podemos como en el debate posterior en el Congreso, donde las ministras Irene Montero y Ione Belarra intercambiaban risas y aspavientos mientras intervenía la portavoz de Igualdad de la ejecutiva socialista, Andrea Fernández. Cuando Fernández proclamaba que «el grupo parlamentario socialista asume la responsabilidad de modificar esta ley», Montero le clavaba la mirada. Desde el atril, Fernández defendía: «Estamos cansadas de sus peroratas, señorías de Unidas Podemos. Dejad la hipérbole y háblennos de soluciones, es lo maduro y lo serio», mientras la titular de Igualdad negaba con la cabeza.

La portavoz de Igualdad, Andrea Fernández, tras intervenir en el debate en el hemiciclo. | Europa Press

¿Tendrá consecuencias?

La pregunta que sobrevoló durante toda la jornada, tanto en el Palacio de la Moncloa como en el Congreso, fue si habrá consecuencias en el seno del Gobierno de coalición progresista. La respuesta, con la boca pequeña, es que no. Fuentes gubernamentales se afanaron desde el principio en defender que el choque parlamentario entre los socios «no afecta a futuras iniciativas porque hay una agenda superior que desborda una discrepancia técnica». «No vamos a entrar en el choque», aseguraban en Moncloa.

El Ejecutivo se afanó en defender que no habrá ruptura, aunque era consciente de que se rompen muchas cosas que habrá que reconstruir si, como pretenden, la coalición tiene vocación de permanencia. Este es el motivo por el que el PSOE optó por el perfil bajo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, eludió acudir a votar al Congreso para no echar más leña al fuego, ya que su presencia en el Hemiciclo habría hecho saltar chispas en una sesión de alto voltaje, frente al rictus serio de las ministras de Igualdad y Asuntos Sociales. Montero y Belarra siguieron todo el debate desde una desierta bancada azul. Solas.

La demolición de Podemos

Pero los plomos saltaron igualmente. Por el lado socialista, en lugar de la más beligerante portavoz de Igualdad del grupo, Laura Berja, la portavoz del ramo de la Ejecutiva, Andrea Fernández, desplegó un tono comedido, un discurso moderado, bajo de decibelios y corto de tiempos, ya que apenas usó siete minutos de los diez que disponía en la fijación de posición. Un perfil bajo que contrastó con el discurso de Podemos de la mano de Lucía Muñoz, que participó en su «primer gran debate gordo» en el Hemiciclo, según fuentes moradas, debido a la ausencia por enfermedad de la portavoz habitual, Sofía Castañón. La diputada morada disparó a discreción contra el PSOE.

«Hoy es un día triste», comenzó Muñoz. «Lo que va a pasar hoy es algo gravísimo y es que el PSOE va a votar con el PP y Vox para volver al Código Penal de la Manada, para volver a preguntarnos si cerrábamos bien las piernas, para volver al calvario judicial. No cuenten con nosotras», proclamó, frente a «los fascistas» que reformarán la ley. Se trata de una mención expresa al argumento sobre el que el ala socialista del Gobierno dibujó una línea roja: ese «Código Penal de la Manada». Según fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, la órbita socialista presionó con contundencia a Podemos para que retirara esa mención de su discurso en contra de la toma en consideración de la ley.

Presiones que sólo surtieron efecto en el discurso de la titular de Igualdad, Irene Montero. A su llegada al Congreso, la ministra introdujo una variante tras la petición del PSOE: «El Código Penal de la intimidación y la violencia», que repitió en varias ocasiones. Pero el reparto de papeles con el incendiario discurso de la portavoz morada era más que evidente e hizo saltar como un resorte a los socialistas en sus escaños, empezando por el portavoz del grupo, Patxi López, quien, al termino del debate se precipitó a los pasillos del Congreso para denunciar que «es impresentable, de principio a fin». «No hay por dónde cogerlo. Irresponsable y fuera de la realidad», sentenció.

La conversación de Montero y Rufián 

El enfado en las filas socialistas era sobresaliente. Y la sorpresa, también. Horas antes en Moncloa, miembros del Gobierno rebajaban el incendio. Consideraban que la escalada verbal de Podemos tras las acusaciones de «traición del PSOE al feminismo» o las amenazas de Pablo Iglesias sobre lo que el PSOE se puede encontrar en las calles en la conmemoración del 8-M se trataban de salidas de tono «en el ámbito partidista», pero negaban tensión en las reuniones internas del Gobierno. Las dos facciones del Ejecutivo se reprochan mutuamente un «cálculo electoral», pero la beligerancia morada radica en su absoluta convicción de que la «alianza» entre PSOE, PP y Vox para sacar adelante la modificación legislativa pasará factura al PSOE.

Fuentes consultadas por este periódico se jactan de que ni un solo partido de izquierdas ha apoyado al PSOE en esta modificación, realizada «de espaldas al Ministerio de Igualdad». Como adelantó la víspera THE OBJECTIVE, tras semanas de negociación, Podemos logró el apoyo de ERC, Bildu y BNG y la abstención de Más País y Compromís. Prueba de esa alianza fue la conversación entre el portavoz republicano, Gabriel Rufián, y las ministras Montero y Belarra al inicio de la sesión desde el escaño de la titular de Igualdad.

La agenda feminista de Sánchez el 8-M

Sin embargo, en el PSOE no muestran preocupación al respecto. Admiten que tendrán que encajar el coste por la redacción inicial de la Ley de Libertad Sexual, pero creen que el coste para Podemos será mayor por enrocarse en rechazar la modificación legislativa. Un flanco que quiso explotar el ala socialista: «Nosotros arreglamos el problema así. ¿Cómo lo hace Podemos? Que levante la mano quien quiera solucionar esto, que es que no haya rebajas de penas. Mayoritariamente la gente quiere que se resuelva esto. No es con quién sino para qué»

Para compensarlo, el PSOE ha preparado una intensa agenda feminista el 8-M para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles, que irá acompañado de una intensa presencia de mujeres y hombres del PSOE y el Gobierno en la manifestación por el día de la Mujer. Así, acudirán la vicepresidenta, Nadia Calviño; la portavoz, Isabel Rodríguez; la ministra y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, así como las ministras Diana Morán y Pilar Alegría.

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