El PP se prepara para el procesamiento de Albiol y su baja como militante antes del 28-M

El Partido Popular quedó este jueves en shock tras conocerse que la Fiscalía ha pedido una pena de dos años y diez meses de prisión para el exalcalde de Badalona, Xavier García Albiol, por un supuesto delito de prevaricación en la instalación de varias antenas de telefonía en dependencias municipales de la Policía local en 2012, cuando ocupaba el cargo de regidor al frente de la tercera ciudad de Cataluña.

El escrito del Ministerio Público, al que tuvo acceso El Periódico de Catalunya, no había llegado aún a manos de Albiol al cierre de esta edición, por lo que el candidato del PP a los comicios del 28-M desconocía los detalles de los que se le acusa. «Resulta asombrosa esta acusación porque en ningún momento del procedimiento judicial absolutamente nadie ha afirmado que me hubiera trasladado la problemática sobre la instalación de estas antenas de telefonía», aseveró el expresidente del PP catalán en un comunicado.

En todo caso, fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE dan por hecho que en las próximas semanas -antes de la disolución de los ayuntamientos el 4 de abril- se conocerá el auto de apertura de juicio oral del juez instructor, por lo que la formación que dirige Alberto Núñez Feijóo se vería obligada a suspenderle de militancia. Justo cuando en las encuestas apuntaba a una mayoría absoluta en esta localidad.

La baja como afiliado que ronda a Albiol

Albiol podría presentar recurso antes de que el procesamiento sea firme, momento fijado en los Estatutos del PP para dar de baja temporal a un afiliado, pero posponer la suspensión de militancia en vísperas de la campaña electoral sería «contraproducente», a juicio de un dirigente del PP catalán. Tanto el PSC como los comunes exigieron este jueves a Feijóo la expulsión del favorito a los comicios en Badalona, un escenario que los Estatutos del PP solo lo contemplan si es condenado. Así que la presión está en todo lo alto.

En el PP cayó como una bomba la petición de casi tres años de cárcel contra Albiol porque implica que se está ante un presunto caso de corrupción política, cuando hasta ahora se creía limitado a cuestiones administrativas que, a lo sumo, conllevarían una inhabilitación para cargo público. La Fiscalía reprochó al edil de Badalona que autorizase la instalación, sin los pertinentes permisos municipales, de dos antenas de telefonía móvil de las compañías Vodafone y Movistar para dar cobertura a los vecinos de los barrios de la Salut y Sistrells.

«El permiso de instalación de unas antenas de telefonía es un procedimiento meramente técnico y administrativo. E insisto, en toda la causa judicial no existe una sola palabra de nadie que diga que habían tratado conmigo esta cuestión», aseguró Albiol en su defensa.

El caso antenas había languidecido en el último año y medio después de que el Juzgado de Instrucción 4 de Badalona terminase la investigación del mismo en octubre de 2021. En el PP apostaban por el archivo de las pesquisas porque iban pasando los meses sin que se conociesen los escritos de las partes personadas. La seguridad en Génova era tal que pensaban que no tendría ninguna repercusión en la campaña electoral, pero la acusación de la Fiscalía ha caído «en el peor momento posible», a dos meses y medio de las elecciones.

Además, ha salpicado también a Miguel Jurado, uno de los ediles más fieles de Albiol y que fue nombrado cabeza de cartel del PP para encabezar la candidatura en la vecina Santa Coloma de Gramanet, una plaza muy sensible para el constitucionalismo ya que ERC presenta de candidato a Gabriel Rufián. Por lo que los populares se pueden encontrar en las próximas semanas con la tesitura de buscar candidatos alternativos a toda prisa en ambas plazas.

El juez instructor colocó a Albiol al borde del banquillo a finales de 2021 tras imputarle dos delitos por supuesta malversación y prevaricación. En aquel momento, se especuló con la posibilidad de que Albiol tirase por la calle del medio rompiendo su carné de los populares para, a continuación, presentar una candidatura independiente con varios de sus fieles en los comicios locales.

Albiol ya verbalizó ese escenario a varios de sus compañeros del PP catalán ante el preocupante horizonte judicial al que se enfrentaba. En la campaña electoral de 2019, recuerdan las citadas fuentes, se presentó casi en solitario con el logo del PP prácticamente inexistente en la cartelería y tras advertir a algunos de sus compañeros que la marca del partido estaba «acabada». Pero ni lo uno ni lo otro pasó.

El dirigente del PP volvió a tener problemas hace dos años, cuando El País desveló la presencia del edil en los papeles de Pandora con un poder a su nombre para realizar operaciones financieras desde una empresa radicada en Belice. Tras hacer hincapié en que no había realizado ninguna gestión mercantil con esa firma, el entonces alcalde incidió en que no había «políticos de ningún partido» implicados en dicha sociedad. Pero Albiol mintió, pues en la documentación de Luverne International Inc también aparecía su mano derecha en el partido, Ramón Riera, que era concejal de Sanidad en Badalona.

Aquella contradicción alertó a varios dirigentes del PP catalán, quienes hicieron entonces un paralelismo con la secuencia de rectificaciones en la que se metió el ministro José Manuel Soria antes de tener que dimitir por ocultar una sociedad en la isla de Jersey. «La reacción inicial (de Albiol) pudo ser mejor. Para decir lo que dijo, habría sido mejor callarse», reconoció por aquel entonces un compañero suyo de Barcelona.

Albiol había recuperado la alcaldía de Badalona en mayo de 2020, tras dimitir el anterior alcalde, el socialista Álex Pastor, y después de que los grupos municipales no lograsen cerrar un acuerdo para articular un gobierno alternativo. El expresidente del PP catalán fue investido al haber sido el más votado en las elecciones. El Ayuntamiento de Badalona ha contado esta legislatura con 11 concejales del partido de Feijóo, seis del PSC, cuatro de Guanyem Badalona, tres de ERC, dos de Badalona En Comú Podem y uno de Junts. Pero la aparición de su nombre en los papeles de Pandora volvió a unir a la oposición y tuvo que ceder la vara de mando a Rubén Guijarro. Ahora, con el caso antenas reactivado, su futuro político pende de un hilo.