Sánchez planea su primer encuentro en Roma con Giorgia Meloni para comienzos de abril
Los dos mandatarios se prevé que se reúnan por primera vez el próximo 4 de abril, aunque la cita todavía no se ha oficializado
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está cerrando los últimos flecos para su viaje institucional a Roma donde se reunirá con la presidenta del ejecutivo italiano Giorgia Meloni. Es sin duda la cita más esperada de las giras por las capitales europeas que Sánchez tiene previsto realizar de cara al semestre de presidencia del Consejo Europeo, que empezará en julio. Según fuentes consultadas conocedoras de esa programación, Sánchez está barajando viajar a Roma a comienzo de abril, incluso en coincidencia con las fiestas de Semana Santa. Se está barajando el día del 4 de abril, explican las fuentes consultadas.
El encuentro de Roma entre Meloni y Sánchez es sin duda una de las etapas más delicadas de la gira europea del presidente español antes del semestre europeo. Meloni tenía que haber viajado a España para la cumbre Euromediterránea del pasado mes de diciembre, pero anuló el viaje por una gripe. Los dos se vieron después en Bruselas, aunque a nivel diplomático hubo una pequeña polémica por una fotografía subida en las redes sociales por Sánchez poco antes de la llegada de Meloni, por lo que su sillón estaba vació.
La presidenta italiana, políticamente en las antípodas del socialista, se ha reunido en las semanas pasadas y con discreción con el líder de Vox, Santiago Abascal. Oficialmente se trató de una cita para cerrar algunos detalles relativos a la introducción de la biografía oficial de Meloni traducida al español, que firmará Abascal, tal y como adelantó este diario. Desde su victoria electoral, en el pasado mes de septiembre, Meloni y Sánchez todavía no han celebrado una cumbre bilateral, lo que permite comentar en ámbito diplomático que las relaciones entre ambos gobiernos se ha enfriado tras la salida de Mario Draghi.
Cuestión migratoria
Sánchez está visitando las capitales europeas para adelantar los puntos clave de su presidencia europea. Además de la cuestión ruso-ucraina, sobre la mesa hay que avanzar en asuntos como la independencia energética y la cuestión migratoria, ahora más que nunca en el centro del debate público italiano. El fallecimiento cerca de las costas de Calabria de 72 migrantes hace diez días ha desembocado en una dura polémica política en la que el Gobierno de Meloni ha intentado desvincularse de lo ocurrido. La izquierda liderada por el Partido Democrático y la nueva secretaria general Elly Schlein han pedido sin embargo ya dimisiones por lo ocurrido.
En los últimos días han llegado a las costas de Italia miles de migrantes. Sobre todo, en la isla de Lampedusa, donde tan solo el jueves llegaron 2.000 inmigrantes con 42 embarcaciones. Tan solo en la isla italiana se registran cifras de llegadas diez veces mayores de su capacidad, por lo que el Gobierno italiano espera trasladar a los migrantes a otros centros del país. En febrero, Meloni pronunció un discurso en la Unión Europea para avisar de que «Italia no puede ocuparse sola de este asunto». La mandataria italiana añadió que la UE «debe intervenir en la defensa de las fronteras extranjeras».
El viaje de Sánchez a Roma será el primer encuentro oficial con la presidenta Meloni. Y se celebrará después de que el líder español ya ha visitado a otros homólogos en Irlanda, Dinamarca y Finlandia. En enero, Sánchez mantuvo una cumbre bilateral con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Ese encuentro, que tuvo sus pequeños accidentes protocolarios, sirvió para revalidar una alianza en un marco de alejamiento entre Francia e Italia.
Durante dicha cumbre, Sánchez y Macron han abordado «asuntos de diversa naturaleza», según informó la nota oficial de la Moncloa. Sánchez definió la relación bilateral con Francia como un vínculo «de vecindad amplia y profunda», y aseguró que ambos líderes coincidieron en la «importancia de definir una estrategia transfronteriza que redunde en el bienestar de las poblaciones a ambos lados de la frontera y de reforzar las interconexiones energéticas y en la red de transportes entre ambos países», siempre según la Moncloa.