Adriana Lastra rechazó hace unos días una oferta de Pedro Sánchez para ser ministra
La ex vicesecretaria general del PSOE recibió hace unas semanas la oferta del presidente de incorporarse al Gobierno de España, pero la declinó
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Eduardo Parra (EP)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha barajado múltiples nombres y perfiles distintos para acometer una crisis de Gobierno que también ha pasado por varias fases. En los casi cuatro meses desde el anuncio de la salida de Carolina Darias y Reyes Maroto, se han agendado diferentes fechas y planificado estrategias diversas: primero, perfiles técnicos; después fichajes políticos; y en último término, promociones internas del propio equipo de las ministras salientes. Según confirman fuentes de Moncloa a THE OBJECTIVE, «la decisión no está tomada del todo» y nunca lo está teniendo en cuenta quien la toma, el propio Pedro Sánchez, que trabaja por libre y sin dar toda la información sobre sus movimientos a sus más estrechos colaboradores.
Esto ocurrió con la elección del candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid. Como adelantó este periódico, el propio presidente Sánchez ofreció a personalidades como Carmen Calvo, María Teresa Fernández de la Vega, Luis García Montero o Pilar Llop. Y esto ha vuelto a ocurrir con la inminente crisis de Gobierno que el jefe del Ejecutivo anunciará previsiblemente el próximo lunes.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la ex vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, recibió hace unas semanas la oferta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de incorporarse al Gobierno de España como ministra, pero ésta lo rechazó. El rechazo de Lastra, según estas fuentes, responde a motivos personales pero también políticos. Su dimisión en julio como vicesecretaria general del PSOE por un embarazo de riesgo y tras meses de enfrentamiento soterrado con el secretario de Organización del PSOE no le han dejado ganas de precipitar su retorno.
Comida en casa Lastra
Como publicó El Periódico de España, hace cuatro semanas tuvo lugar una comida en casa de Lastra, el 25 de marzo previo a un mitin del PSOE de Asturias al que acudió el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, amigo personal de la ex número dos del PSOE. Un almuerzo entre Lastra, Bolaños y Barbón en el que, según las fuentes consultadas, no se trató de la cuestión ni se sondeó a la política asturiana sobre sus planes de futuro o sus intenciones de retornar a la vida política, ya que se trató de una «cuestión personal e informal, entre amigos» por parte del ministro de confianza de Sánchez y una de sus más fieles escuderas desde sus inicios en 2015 como secretario general del PSOE.
Sin embargo, la oferta del presidente acabó llegando apenas unos días después: según las fuentes socialistas consultadas, hace una semana fue cuando Sánchez formalizó su oferta a Lastra, que esta rechazó por motivos personales pero también profesionales. Según fuentes socialistas, las circunstancias de su salida, justificada oficial y públicamente por un embarazo de riesgo, fueron duras y ella ahora «está tranquila» disfrutando de su baja maternal tras dar a luz a su hijo Alejandro en el mes de diciembre. En ese tiempo «nunca ha roto el hilo de interlocución con el presidente», lo cual dista de las informaciones que apuntaron a un cese forzado por Pedro Sánchez, en lugar de una dimisión por motivos personales.
Unos meses después de su marcha, en octubre, el presidente asturiano, Adrián Barbón, se vio forzado a lanzar un llamativo aviso a navegantes: «Pedro Sánchez le ha pedido a Lastra ser la cabeza de lista por Asturias» para las generales y «tiene muchos deseos de reincorporarse a la vida parlamentaria». El anuncio de Barbón fue tildado de «extemporáneo» por el actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien evidenció la guerra abierta contra quien fuera su némesis en Ferraz, al responder a las palabras de Barbón diciendo que «ahora mismo no se está eligiendo eso, estamos en primarias municipales». Aunque rápidamente manifestó «respetar» y estar «encantados de volver a tener a nuestra compañera, Adriana Lastra, en el Congreso».
El rumor que difundió Cerdán
Según fuentes socialistas, la manifestación de Cerdán fue un excusatio non petita que «le puso en evidencia», pues las palabras de Barbón surgieron por la necesidad de cerrar el paso a los rumores que el entorno de Cerdán había propagado por el partido, dando por finalizada la trayectoria política de Lastra a nivel nacional. El fiel presidente asturiano, amigo personal de Lastra, salió públicamente en su defensa para acallar al número tres del partido que, al responder a su anunció, admitió ser «el filtrador de los rumores».
Su vuelta a la primera línea política, según fuentes socialistas, tendrá lugar a finales de mayo, una vez agotada su baja maternal, ya que su bebé tiene poco más de tres meses y aún le quedan casi dos meses de baja maternal y lactancia. Volverá al Congreso, ya que aún sigue siendo diputada por Asturias, coincidiendo con la batalla crucial de las elecciones municipales y autonómicas del 28-M. Unas intenciones para las que cuenta con el respaldo del presidente Sánchez, que no sólo le apoyaría nuevamente como cabeza de lista por Asturias, sino que le habría ofrecido incorporarse a su Gobierno para los nueve meses que restan de legislatura.
Sin embargo, el objetivo políticos de Lastra no tiene como objetivo el Gobierno. Lastra siempre ha sido una mujer de partido, un cargo orgánico cuya vocación y naturaleza ha estado ligada a las cuestiones internas. No en vano, en su carta de despedida el pasado mes de julio, tras dimitir por cuestiones de salud, Lastra manifestó que «si algo he sido, soy y seré es militante de este partido. Ha sido un privilegio ser vuestra vicesecretaria general y lo es representar nuestro partido en el Parlamento. (…) Nos encontraremos en las agrupaciones y las casas del pueblo».
