Ministros socialistas se preparan para la ruptura Díaz-Montero: «No es un farol»
Se trata de un escenario del que no quieren ni oír hablar en Moncloa, donde evitan dejarse arrastrar por el pesimismo y confían en un pacto
Yolanda Díaz e Irene Montero en un acto sobre feminismo. | Europa Press
La órbita socialista del Gobierno comienza a ver cómo sus dudas se tornan en certezas: «No va a haber acuerdo», dicen a THE OBJECTIVE significados miembros del Consejo de Ministros sobre el espacio a su izquierda. Ministros socialistas que no creen posible un pacto ni antes de este domingo, para la puesta de largo de la candidatura de Yolanda Díaz y su plataforma, Sumar; ni antes de las elecciones municipales y autonómicas del 28-M: «Las posiciones están muy enconadas. Ya no hay un Podemos sino cuatro: Yolanda Irene, Errejón y los comunes de Colau» y su alejamiento es irreconciliable a corto y medio plazo, lo cual dispara los temores y cálculos del PSOE ante la posibilidad de que no haya candidatura de unidad a su izquierda, y por tanto, no haya suma para una coalición en la próxima legislatura.
Se trata de un escenario del que no quieren ni oír hablar en Moncloa, donde evitan dejarse arrastrar por el pesimismo y confían en que habrá acuerdo porque «nos conviene a todos». Pero, de espaldas al equipo del presidente Pedro Sánchez, opinan sus ministros, y afirman tajantes que la ruptura entre Yolanda Díaz e Irene Montero y Ione Belarra no es una jugada táctica, sino estratégica de Podemos: «No van de farol, no es una estrategia negociadora. No se ponen de acuerdo de verdad».
Cruce de reproches ante las cámaras
Esta es una «tensión real», creciente, que irá en aumento cuando este domingo 2 de abril Yolanda Díaz asista a su proclamación sin haber alcanzado un acuerdo con Podemos, cuya ausencia será clamorosa. Ni Irene Montero ni Ione Belarra asistirán a la proclamación, pese a que tanto la ministra de Igualdad como la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz estiraban la ficción de que aún es posible cerrar un pacto in extremis y escenificar unidad este domingo. «Me encantaría que a ese acto asista mucha gente de Podemos, y por supuesto, su secretaria general», pidió Díaz a primera hora, en los pasillos del Congreso.
«Está en manos de Yolanda Díaz. Lo que estamos pidiendo es sencillo y generoso. Son primarias abiertas al conjunto de la ciudadanía y creo que Ione Belarra y Yolanda Díaz pueden firmar, ya que nos permita arroparla en la presentación de su candidatura», respondía posteriormente en el mismo espacio la titular de Igualdad, Irene Montero.
La moción enfurece a los morados
Desde el PSOE asumen que ha habido un rebrote de la escala verbal y un enquistamiento de las posiciones provocada por el foco de visibilidad que le prestó Pedro Sánchez a Yolanda Díaz en la moción de censura. Una catapulta para su candidatura que ha encendido a los morados, redoblando su exigencia de unas primarias abiertas a la ciudadanía en la que midan sus fuerzas y Podemos pueda tratar de igual a igual a Sumar, minimizando el peso de otras fuerzas como IU, Compromís o Más País, y obteniendo un trato bilateral con Díaz.
Fuentes socialistas creen, sin embargo, que la creciente visibilidad de Díaz le dota de «mayor capacidad de negociación frente a los morados» a la hora de repartir el poder. Pero también admiten la dificultad de que se abra paso a un acuerdo, con la irrupción de Pablo Iglesias en una negociación que pretende «reventar». «Es delirante, pero Iglesias está jugando a llevarnos al borde del precipicio», advierten sin tapujos ministros del PSOE sobre el ex vicepresidente de la coalición que hoy presiona para que «no se humille a Podemos».
«Pablo no le dejará ‘su’ creación a Yolanda»
Más que lo que quiere Iglesias, a ojos del PSOE, es lo que no quiere: «Pablo no quiere ya la coalición. No ve la capacidad de transformación del Gobierno. Prefiere ser un activista y un empresario. Es la cultura política de cada uno…», explica otra ministra del Gobierno. «No creo que Pablo le deje su creación a Yolanda. No lo consentirá. Tenemos el ejemplo de Manuela Carmena…», en referencia a la formación política que fundó y con la que logró representación para las elecciones europeas de 2015.
Si habrá o no acuerdo antes de las generales es algo que nadie sabe: «No lo sé», verbalizan la mayoría de los miembros del gabinete en privado. Aunque empiezan a escucharse argumentos en favor de una ruptura si la unidad es sinónimo de ruido. Porque «sería bueno un acuerdo, pero no a cualquier precio. Es lo que ellos tienen que valorar. Ellos deben medir si siguen en unidad y con ruido o si van por separado» porque las discrepancias y la tensión creciente «ahuyentan al electorado».
Llegados a este punto, «habrá que ver los acontecimientos» y los escenarios que arroja la demoscopia, porque el PSOE necesita «rentabilizar al máximo el voto» sin la concurrencia de varias fuerzas que puedan tirar votos al no obtener representación. El escenario de la ruptura que más temía Pedro Sánchez ya está aquí y en el PSOE confían en que una debacle en mayo «les haga recapacitar». Porque si no, a día de hoy, la suma sólo da con dos candidaturas; tres ya, son multitud.
