Ciudadanos confía en Begoña Villacís y cuatro regiones para sobrevivir el 28-M
La dirección naranja apuesta por la vicealcaldesa de Madrid y ve posibilidades de entrar en los parlamentos de Baleares, Aragón, Murcia y Asturias
Ciudadanos va a centrar sus esfuerzos de cara a los comicios del 28-M en la candidatura de Begoña Villacís en la ciudad de Madrid y en cuatro regiones –Baleares, Murcia, Asturias y Aragón-, donde ven muchas posibilidades de entrar en los parlamentos autonómicos y ser determinantes para la gobernabilidad en algunos casos, según indican fuentes naranjas a THE OBJECTIVE.
La formación que lidera Patricia Guasp cree que se ha producido «un punto de inflexión» con la última encuesta en Madrid capital de IMOP Insights para El Confidencial, en la que la formación naranja sumaría cuatro concejales con el 6,8% de los votos. Una cifra alejada de los once actuales, pero que devuelve a Villacís al tablero político tras la polémica por reunirse con el coordinador general del PP, Elías Bendodo, a finales de enero.
Ciudadanos encargó en aquel entonces una encuesta interna a Infocom sobre intención de voto que dejó a Villacís en el 3,6%, muy lejos del 5% que la formación liberal necesita para entrar en el Ayuntamiento con varios concejales. El partido decidió hacer aquella encuesta rápida entre los madrileños en un momento en el que su dirigente tenía dudas sobre el camino a tomar. Es decir, un par de días antes de que ella atajase la polémica de su posible paso a las filas populares con una rueda de prensa en un hotel en la que anunció que se quedaba en Ciudadanos y que se presentaría a las primarias para ser candidata naranja a la alcaldía.
Ahora, la precampaña electoral en Madrid se analiza de otra manera y el equipo de Guasp ve a Villacís con posibilidades de superar el umbral del 5% y ser decisiva en las negociaciones para elegir a un nuevo alcalde. No así en la Comunidad, donde su cabeza de cartel, Aruca Gómez, se enfrenta a Isabel Díaz Ayuso y es desconocida para los habitantes de la región. Apenas supera el 1% en intención de voto en sondeos internos de Ciudadanos.
Otras localidades madrileñas donde ven posibilidades de tener concejales liberales son Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Majadahonda, Las Rozas y Pinto. Sevilla y Granada son las dos plazas andaluzas donde también se confía en obtener representación, al igual que en Zaragoza, Valencia y Murcia capital. En las dos Castillas, ciudades como Palencia, Burgos, Valladolid, Salamanca, Ávila, Albacete, Ciudad Real y Guadalajara están marcadas también en naranja.
Por comunidades autónomas, Guasp espera superar el 5% en la isla de Palma y mantener su escaño en el Parlamento balear. De ser así, afianzaría su liderazgo nacional al frente del partido. En este archipiélago es donde más alto apuntan las ambiciones naranjas pues el umbral del 5% no es fácil alcanzarlo en otros lugares en las circunstancias actuales.
En Asturias, donde hay tres circunscripciones, solo se necesita el 3% y en la central se confía en obtener escaño. Una situación parecida a la de Aragón, aunque el nuevo líder, Carlos Ortas, no lo tendrá fácil tras la inesperada dimisión de Ramón Fuentes, que había entrado en la Ejecutiva de Guasp como hombre fuerte en la región. Las opciones naranjas pasan por alcanzar una alianza electoral con Tú Aragón, el partido impulsado por afines a Arturo Aliaga tras la implosión del Partido Aragonesista (PAR).
En Murcia también se necesita superar el listón del 3% para entrar en la Asamblea regional y las encuestas de su candidata, María José Ros, apuntan a que está muy cerca de superarlo -un 2,9% en la última conocida-. El PP murciano ha sufrido dos golpes judiciales en las últimas semanas. Primero con la condena de Pedro Antonio Sánchez a tres años de prisión por el proyecto del auditorio de Puerto Lumbreras cuando era alcalde de esta localidad.
Y luego, con la apertura de juicio oral contra Ramón Luis Valcárcel por el caso Desaladoras por la que el fiscal ha pedido once años y seis meses de prisión y veinte de inhabilitación para empleo o cargo público. Una situación que llevó al histórico expresidente murciano a pedir su baja voluntario como afiliado del PP y a renunciar al cargo de presidente de honor de los populares murcianos.
Ros subrayó este sábado en sus redes sociales en que los murcianos merecen una presidenta regional «que no acabe en la cárcel», mientras que Guasp indicó en un mitin de apoyo a su candidata en la región que Murcia «no puede ser el laboratorio de pruebas de la corrupción del PP ni del transfuguismo».