El misterio del mecenazgo de Podemos: cuanto más baja en los sondeos, más dinero recibe
El partido morado de Belarra y Montero confía en igualar o mejorar la recaudación de dos millones de euros de las elecciones de hace cuatro años
Irene Montero.
Podemos es un partido que presume de recibir dinero únicamente de sus afiliados y simpatizantes, sin acudir a los bancos. Y tiene el mérito de levantar en cada campaña electoral más fondos y donaciones. Todo ello a pesar de que en los últimos años ha ido cayendo en los sondeos y sus perspectivas electorales han empeorado notablemente desde que dio el campanazo en las generales de 2015. En 2019, un año ya muy complicado para los morados por la escisión de Íñigo Errejón, Podemos logró entradas récord de microcréditos. Y este año, en la víspera de la campaña electoral de las elecciones de mayo, el guion se repite.
Según los datos oficiales aportados por el partido, en tan solo dos semanas Podemos ha levantado casi 600.000 euros de sus votantes para las autonómicas y municipales de mayo. Llama la atención el flujo de dinero entregado solo en Madrid: 300.000 euros que servirán para sufragar una muy delicada campaña electoral. Y todo ello a pesar de que que los principales sondeos ubican al partido de Ione Belarra e Irene Montero por debajo del umbral de representación del 5% de votos. Otros territorios que se han volcado en la entrega de dinero han sido Valencia y Andalucía, donde también el partido corre peligro de quedarse extraparlamentario.
Hasta dos millones de euros
No es la primera vez que Podemos comienza una campaña electoral con un aumento de ingresos inversamente proporcional a su caída en los sondeos. En 2019 ocurrió algo parecido. Entonces, el partido pudo recuperar un millón de euros nada más activar su recaudación de créditos. El sistema de micromecenazgo previsto en el partido morado permite a sus votantes y simpatizantes entregar dinero a través de la web del partido, con la promesa de que ese dinero se devolverá tras recibir los fondos públicos de las subvenciones electorales. Los partidos reciben dinero público en función de su resultado en las urnas, y aunque Podemos esta vez puede quedarse fuera de muchos municipios y parlamentos regionales, sus simpatizantes han decidido entregarle más dinero que nunca.
En 2015, cuando Podemos representaba la gran sorpresa política nacional, el partido morado levantó 372.000 euros en una semana. Cuatro años después, con unos sondeos muy por debajo de los de la legislatura anterior, esa cifra alcanzó el millón. En las elecciones municipales y autonómicas de 2019, en una semana el partido morado logró 456.000 euros, una cifra ya superada en esta campaña para el 28-M, aunque en un plazo de tiempo ligeramente superior. En 2019, Podemos acabó sumando dos millones de euros de sus simpatizantes, y todo apunta a que este año, si sigue la tendencia actual, se supere esa cifra. Se trataría de otro récord en una situación de objetiva dificultad electoral.
Malas perspectivas electorales
Los principales sondeos detectan una caída de Podemos con respecto a los anteriores comicios. En Madrid no se descarta que los morados se queden extraparlamentarios. Sería un notable punto de inflexión, que ya en las últimas elecciones madrileñas obligaron a Pablo Iglesias a dejar la vicepresidencia del Gobierno para evitar ese desplome. Los morados obtuvieron un 7% de votos y lograron evitar quedarse fuera de la asamblea regional, pero el resultado fue igualmente decepcionante. E Iglesias decidió abandonar todos sus cargos en el partido.
En Valencia los sondeos detectan otra caída de los morados. En un escenario de competición con Compromís, Podemos se mueve alrededor del umbral del 5% de los votos. En los últimos comicios alcanzaron un 8%. En Canarias también se prevé un duro choque con el partido fundado por el ex secretario de Organización Alberto Rodríguez. En Aragón, Podemos tiene cinco escaños, pero los sondeos prevén una pérdida entre dos y tres representantes. Algo parecido puede ocurrir en Asturias, donde además la dirección nacional está manteniendo un pulso con un amplio sector de partido en dicha Comunidad Autónoma para modificar la lista electoral antes de su registro.
Las encuestas confirman la exclusión en el parlamento regional de Castilla-La Mancha y detectan el peligro de que ocurra lo mismo en Extremadura. Solo en Navarra y Murcia el partido morado muestra cierta solvencia y podría mejorar sus resultados de hace cuatro años. En La Rioja, la pérdida puede ser de todos sus actuales representantes. En estos territorios, de hecho, la recaudación de fondos no es destacable, mientras que en Madrid los datos manejados por el partido son alentadores. Y ofrecen algo de esperanza para presumir, por lo menos, de músculo financiero ante el temor a un batacazo histórico de un partido que está punto de cumplir sus diez años de vida y en pleno choque con un nuevo competidor: la plataforma Sumar de Yolanda Díaz.
