Choque entre Vox y sus bases más jóvenes por la posición proisraelí del partido
El sector más radical y joven es cada vez más crítico con la cúpula del partido, que es el quinto más proisraelí de Europa según el informe publicado por un lobby judío
El portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, junto a jóvenes simpatizantes del partido. | Vox
Vox tiene un problema con una parte sustancial de su electorado más joven, que no comparte la posición de la cúpula con respecto a Israel, que es de máxima adhesión a la defensa de la soberanía del país hebreo. Una brecha -en parte generacional- que se evidenció con la publicación del informe elaborado por la Coalición Europea por Israel (CEI), que señala al partido de Santiago Abascal como el quinto más proisraelí de toda Europa. Esto enervó a su base tuitera más fanatizada.
«¿Qué le debe Vox a Israel?», se preguntaron varios usuarios a raíz de la publicación de THE OBJECTIVE, parafraseando el consabido «¿Qué le debe el PSOE a Marruecos?» con el que se reprocha a los socialistas su viraje diplomático en el Sáhara Occidental.
Iván Espinosa de los Monteros criticó que Podemos fuese el partido «más antisemita» de la Unión Europea, según el informe citado antes, pero las respuestas a su mensaje no fueron las esperadas por el portavoz parlamentario de Vox. Usuarios cercanos a la extrema derecha afearon al diputado que su partido sea «el más sionista», y algunos llegaron a bautizarlo como Iván Espinosa de los Hebreos.
Otros tuiteros afines a Vox bromearon con votar a Unidas Podemos en las próximas elecciones: «Joder, mira que odio a Podemos, pero con noticias así apetece votarlos»; «Padreada sencillamente histórica de los perroflautas»; «Algo bueno tenían que tener…»; «Voy a echarle perras al canal del chepudo». El lenguaje empleado evidencia la radicalidad de este sustrato electoral del partido que preside Santiago Abascal. Son el team facha que vilipendió a Macarena Olona tras su marcha de la formación.
Uno de los líderes de este movimiento en la red social del pájaro azul es Españabola, mano derecha de Ignacio Garriga que cuenta con mucho predicamento en Vox Jóvenes. Este es el motivo por el cual desde la cúpula no han decidido desprenderse de sus servicios, pese a que ya trascendió su vinculación con el partido. Pau (ese es el nombre real detrás del usuario) tenía en su descripción de Twitter las siglas AHTR (Adolf Hitler Tenía Razón), y compartía fotografías con la Totenkopf, la insignia adoptada por las fuerzas paramilitares nacionalistas (SS) en los años treinta del siglo pasado.
Vox, contra la «judeofobia»
Lo que puede parecer un episodio anecdótico esconde una realidad política que preocupa a la cúpula de Vox. Fuentes cercanas a Bambú señalan que «hay un grupo de chavales, los basadetes en Twitter, que coquetean de una manera muy triste con la judeofobia», y que están comenzando a incomodar a los dirigentes. Pese a esto, descartan que se vaya a producir un cambio de estrategia con respecto al país hebreo, por cuanto «esa proximidad es muy útil para anular la etiqueta de extrema derecha».
Y los extremos, contra Israel
El colectivo judío ACOM (Acción y Comunicación sobre Oriente Medio) siempre ha denunciado que «los extremos no se tocan, se funden» en relación a su postura sobre Israel. También destacan que el antisemitismo hoy en día se materializa en la oposición al «único Estado judío del mundo» y «única democracia de Oriente Medio».
En esto la extrema derecha y la extrema izquierda están juntas. Pero sólo esta última tiene presencia en las instituciones. No en vano, en esta última legislatura, más de 100 ayuntamientos españoles gobernados por la izquierda y/o el separatismo han sido declarados Espacios Libres de Apartheid Israelí (ELAI). Es decir, hay consistorios que han aprobado no contratar a ninguna empresa, producto, entidad y organización israelíes o que tuvieran relación con el pueblo judío. Entre ellos, Valencia.
Por otro lado, Vox y Partido Popular, en tanto partidos políticos, «apoyan al Estado de Israel», según ACOM. Y así se demuestra en que sean el 5º y el 58º partido más proisraelí, respectivamente. Otra cosa, y a pesar de todo, es lo que opinen las bases.
