El PP arrebataría al PSOE Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, según una encuesta
Los últimos sondeos muestran un cambio de tendencia en territorios clave para los socialistas y ponen en la cuerda floja regiones como Aragón o Canarias
El secretario general PSPV-PSOE, president de la Generalitat y candidato a la reelección, Ximo Puig. | Joaquín P. Reina (Europa Press)
Al PSOE se le pone cuesta arriba el último trecho de la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas. Las últimas encuestas publicadas muestran cómo los socialistas vivirán un domingo complicado al estar en la cuerda floja algunos territorios clave que, si nada cambia en cinco días, amanecerán el lunes teñidas de azul, con un Gobierno del PP a las puertas.
El sondeo de NC Report para La Razón deja un panorama enormemente ajustado. Las comunidades clave se jugarían por uno o dos escaños y casi siempre dependiente de pactos para poder conformar una coalición con suficiente fuerzas como para poder regir. Destacan las comunidades que perderían los socialistas, feudos esenciales que tomaron en 2019 en algunos casos y que cuatro años después pasarían a las manos de los populares.
Estos son Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana, dos puntos estratégicos para el PSOE de cara a las elecciones generales de diciembre, que si cayeran en manos de la oposición el próximo domingo complicarían las opciones de los socialistas en los comicios y pondrían a dos barones de enorme poder –Emiliano García-Page y Ximo Puig– enfrentados con el secretario general del partido y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Castilla-La Mancha, en el filo
En el primero de los territorios, el sondeo muestra cómo el presidente Page ganaría las elecciones, pero no podría gobernar al quedarse a un solo asiento de la mayoría absoluta y no poder sumar a Unidas Podemos, que desaparecería en la comunidad. Paco Núñez, representante del PP, sería segundo con entre 14 y 15 asientos y podría alcanzar la Presidencia de la mano de los dos o tres escaños de Vox.
Esta región pone sobre la diana la gran promesa del presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, de solo gobernar sobre los territorios en los que obtengan la victoria. Si Page queda por encima de su candidato, desde Génova 13 tendrán que decidir entre cumplir con su palabra y cederle el bastón de mando al socialista o, por el contrario, cambiar de tercio a las primeras de cambio y volver a regir Castilla-La Mancha.
Comunidad Valenciana para el PP
En la Comunidad Valenciana también esta reñido el futuro Gobierno. El PP de Carlos Mazón ganaría con holgura las elecciones y obtendría entre 37 y 38 asientos, nueve más que el PSOE de Ximo Puig. La mayoría absoluta, fijada en 50 escaños, quedaría muy lejos, por lo que sería necesario que ambos partidos se vieran obligados a pactar.
En el lado del PP, la alternativa más clara pasa por un acuerdo de gobierno de la mano de Vox. Juntos alcanzarían la mayoría absoluta gracias a los 14-15 asientos de los de Carlos Flores, candidato a la Generalitat. En la izquierda, sin embargo, todo dependerá de Unidas Podemos, a quien el sondeo coloca en la horquilla de los cero y los cinco escaños y que tendría la llave para un nuevo acuerdo del Botánic. Compromís, por su parte, estaría entre los 14 y los 15 representantes.
Canarias depende de Vox
En Canarias, la llave la tendrá Vox. El partido aún no cuenta con poder en las islas y los próximos comicios pueden abrir la puerta a que los de Abascal cuenten con un puesto en el nuevo gobierno regional o que, por otro lado, apoyen al sustituto del socialista Ángel Víctor Torres al frente de la comunidad.
Los socialistas vencerían en las urnas. Sumarían entre 24 y 25 escaños y pondrían, en el mejor de los casos, seis asientos de diferencia con los 18 y 19 del PP. En tercera posición estaría Coalición Canaria, que sería decisiva con sus 16 o 17 escaños para decantar la balanza en favor de los populares siempre y cuando los de Abascal logren formar parte de la Cámara.
Los socialistas revalidarían el Gobierno superando con holgura la mayoría absoluta (36) de la mano de Nueva Canarias (4 o 5), SPC (3 o 4) y ASG (3). También podría darse un pacto entre las dos grandes fuerzas hegemónicas en la región, aunque siempre dependiendo de si el expresidente de la Xunta obliga a sus barones a pactar con los miembros del PSOE para cumplir su palabra con la meta puesta en las generales.
Aragón, una crisis para el PSOE
Aragón es uno de los gobiernos en los que los socialistas se lo juegan todo. Javier Lambán no ganaría los comicios y obtendría entre 23 y 24 asientos, por detrás de los 27 o 28 de los populares. Juntos alcanzarían la mayoría absoluta (34), aunque lo más probable es que ambos apuesten por pactos con los regionalistas y otras alternativas de menor fuerza territorial para conformar un Ejecutivo.
La primera, en la derecha, sería Vox, con 6 o 7 asientos. El partido de Abascal suma una nueva región en la que convertirse en determinante y podrían empujar al candidato del PP, Jorge Azcón, a tener que añadir a consejeros de su partido en el futuro Gobierno.
Por su parte, Lambán tendría que forjar una gran coalición con el resto de fuerzas de la Cámara para poder revalidar el Gobierno. A pesar de la distancia marcada con Pedro Sánchez durante la campaña electoral, en especial con las listas de EH Bildu con siete terroristas con delitos de sangre, los electores marcan distancia con su presidente.
Baleares y Asturias resisten
En Baleares, Francina Armengol revalidaría la presidencia de la Generalitat y pondría en serias dudas las posibilidades de un Gobierno del PP. La oposición no llegaría al Gobierno ni siquiera alcanzando un pacto con Vox, pues los 30-31 asientos del PSOE sumados a los cuatro que alcanzaría Unidas Podemos sirven para sobrepasar la mayoría absoluta, fijada en 33 asientos.
Otro territorio en el que los socialistas tendrían el Gobierno casi asegurado es el Principado de Asturias, donde Adrián Barbón sería aupado a la presidencia de la mano de la izquierda. La mayoría, fijada en 23 escaños, sería alcanzable de la mano de Unidas Podemos y sus cuatro asientos, aunque la crisis interna de la formación con la dirección nacional a causa de las listas podrían acabar con esta alternativa.
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La Rioja, sin embargo, pasaría a estar en manos del PP gracias a la suma de las derechas. Los 15 o 16 escaños junto con los dos de Vox les auparían a la absoluta. El PSOE no llegaría a revalidar el Gobierno ni añadiendo los votos del PR y de Unidas Podemos, siendo esta una de las comunidades que cambiaría de color.
Ayuso y Miras revalidan
Si de algo no hay que dudar de cara al domingo es que Isabel Díaz Ayuso ganará la Comunidad de Madrid para el PP. La mandamás popular será la próxima presidenta de la región y rozaría la mayoría absoluta, fijada en los 68 escaños. Díaz Ayuso alcanzaría entre 67 y 71 asientos, por lo que podría no depender de Vox (12) y sumaría más que toda la izquierda en conjunto.
El PSOE quedaría como tercera fuerza política con entre 24 y 25 asientos y Juan Lobato no sería capaz de superar a Más Madrid (25-27) como segunda fuerza en la región a pesar de todos los esfuerzos durante la campaña electoral. Unidas Podemos seguiría en caída libre y sumaría entre cero y seis asientos, sufriendo un duro golpe, similar al de 2021, recibido de la mano de Pablo Iglesias.
En Murcia, López Miras revalidaría la Presidencia de la comunidad. La izquierda no suma lo suficiente como para desbancarle del Ejecutivo, aunque por cuenta propia no llegaría a la mayoría absoluta (34 asientos) y tendría que sumar a sus filas a Vox, que tendría la llave regional con entre sus seis y siete representantes. Podemos quedaría entre los dos y los tres asientos, CHA con dos o tres también. Izquierda Unida quedaría fuera de la Cámara con cero asientos, aunque en el mejor de los casos podría llegar a conseguir un representante.
Ceuta y Melilla, todo al azul
Los cambios no son cosa de Ceuta. Juan Jesús Vivas revalidaría el Gobierno de la ciudad autónoma de la mano de Vox (11-12 + 5-6) al alcanzar la mayoría absoluta (13). El PSOE alcanzaría los cinco o seis representantes, MDyC 2, Ceuta Ya! entre cero y uno.
En Melilla, con las sospechas de fraude electoral de por medio tras la crisis abierta con Correos, el PP volvería al Ejecutivo regional. De nuevo, de la mano de Vox, Juan José Imbroda alcanzaría la Presidencia tras haberla perdido por el acuerdo del PSOE, Ciudadanos y Coalición por Melilla.
