Vox pide una investigación en Europa sobre la posible injerencia de Marruecos en Melilla
Jorge Buxadé denuncia las agresiones a varios trabajadores postales, que las autoridades vinculan con una supuesta trama de compra de votos
La posible injerencia de Marruecos en el supuesto caso de fraude electoral que investiga la Policía en Melilla ha llevado a Vox a pedir que se eleve la causa a la Unión Europea. El jefe de la delegación de la formación en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, ha enviado una carta al presidente de la comisión Especial sobre Injerencias Extranjeras de la Eurocámara, Raphaël Glucksmann, urgiéndole a que abra una investigación al respecto.
En la misiva, Jorge Buxadé denuncia las agresiones a varios trabajadores postales en las últimas semanas, y que las autoridades encargadas de la investigación vinculan con una supuesta trama de compra de votos. Además, el dirigente de Vox recuerda la condena que pesa sobre el presidente de Coalición por Melilla, Mustafá Aberchán, por intentar manipular el sistema de votación por correo en 2008. La Policía Nacional investiga a Mustafa Aberchán, actualmente inhabilitado, por el presunto fraude electoral que sacude ahora también a la ciudad autónoma.
Buxadé se hace eco asimismo de la información que publicó este sábado El Confidencial respecto a las sospechas de Policía, Guardia Civil y CNI sobre la posible implicación de Marruecos en esta trama corrupta, con el fin de incrementar su influencia en este enclave estratégico.
Tal y como ha informado THE OBJECTIVE, la ciudad autónoma registra los porcentajes más elevados en cuanto a solicitudes de voto por correo cada vez que llega una campaña electoral. En esta ocasión, una de cada 100 peticiones realizadas en España han tenido lugar en la ciudad autónoma. Y eso que apenas cuenta con un censo de 55.000 votantes. La cifra ha alarmado a las autoridades, que investigan un presunto fraude masivo por la compra de papeletas a personas vulnerables. Las últimas decisiones de la Junta Electoral ha desactivado las maniobras.
El servicio postal ha admitido 1.082.030 solicitudes de voto por correo, un 5% más que hace cuatro años. Entonces, además de celebrarse elecciones autonómicas y municipales, también se elegían a los representantes al Parlamento Europeo. Los electores de Melilla han registrado 11.707 peticiones, lo que supone algo más del 1% en España y el 20% del censo local, como subraya también el europarlamentario de Vox en su carta.
Aberchán solicitó que se paralizasen las elecciones
Las sospechas sobre el fraude electoral comenzaron la semana pasada, tras el asalto a varios carteros para robarles papeletas. En la ciudad autónomas estas prácticas se investigan desde hace años, pero las cifras en esta convocatoria, que involucra al 20% del censo activó todas las alarmas.
La Junta Electoral de Zona (JEZ) acordó el miércoles exigir a los votantes por vía postal que se identificaran antes de depositar la papeleta. La medida contó con la oposición del vocal de la Junta Electoral de Zona propuesto por Coalición por Melilla, el partido que lidera Aberchán, inhabilitado tras ser condenado por las irregularidades en el voto por correo en las generales de 2008. Uno de los argumentos que usó en su voto particular fue que la medida no estaba prevista en la Ley Orgánica de Régimen Local (Loreg) y que se invadían competencias del legislador.
Aberchán solicitó el jueves durante una rueda de prensa que «lo más saludable es que se detenga el proceso electoral», un escenario que solicitarán ante un juzgado contencioso-administrativo de la ciudad. «Si no se consigue la paralización, pediremos que se inicie de nuevo el proceso del voto por correo porque los 704 validados están bajo sospecha». «Si se mantienen las condiciones actuales, será causa de peso para impugnar el resultado de las elecciones», insistió Aberchán.
El líder de Coalición por Melilla avanzó que solicitarán observadores internacionales para la cita electoral del 28 de mayo. El dirigente también cargó contra el PSOE y, especialmente, contra el PP y su presidente, Juan José Imbroda, de quien ha dicho que tiene «antecedentes».