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Política

Fuego cruzado en el PSOE de Madrid: Lobato resiste mientras estalla el equipo de Maroto

Fricciones en el equipo de Maroto: las números 2 y 3 de la lista, Soledad Murillo y Enma López, se enfrentan por el «sinsentido» de su campaña

Reyes Maroto, Soledad Murillo y Emma López en el arranque de la campaña de la primera. | Europa Press

Las tensiones se han disparado en el PSOE de Madrid a 24 horas del fin de la campaña electoral y 72 horas de la cita con las urnas. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el malestar con la jefa de campaña de Reyes Maroto, Enma López, adelantado por este periódico, ha escalado hasta el propio equipo de la candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, donde han comenzado a cruzarse reproches las número dos y tres de la lista, Soledad Murillo y López, por el «sinsentido» y el «desastre» de la campaña

Según las fuentes consultadas por este diario, las quejas de la ex secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo, por el diseño de la campaña de López han versado sobre la falta de humildad de Reyes Maroto, quien «se empeña en seguir hablando de su gestión como ministra en lugar de hablar de Madrid como hizo en el debate de Telemadrid», señalan dirigentes socialistas. Las quejas no se circunscriben a la propia Murillo, sino a otros puestos relevantes de la lista, como la número 6, Adriana Moscoso, ex directora general de Industrias Culturales y propiedad intelectual del Ministerio de Cultura, o el número 9, Antonio Giraldo, experto en urbanismo y asesor del PSOE en el Congreso. 

Reyes, «la diva» del PSOE

Las fricciones han estallado en el último minuto por el pinchazo de una campaña que ha ido «de menos a menos», según las fuentes socialistas consultadas, en parte motivado por la «soberbia de Reyes, que tiene un alto concepto de sí misma» y que ha aterrizado mal en el PSOE de Madrid. Una visión compartida hasta por quienes supuestamente están enfrentados, pues coinciden en sus apelativos a la candidata: «Enma le llama la diva». Esto, sumado al reproche de que «no sabe hacer equipos» ha generado un caldo de cultivo de malestar interno. Como explica un cargo gubernamental: «Hay que preguntarse por qué ningún ministro quiere hacer campaña con su colega de Moncloa». 

Desde que Maroto presentara formalmente su candidatura en noviembre del 2022 acompañada de media docena de ministros (María Jesús Montero, Nadia Calviño, Félix Bolaños, Pilar Alegría, Isabel Rodríguez y Miquel Iceta), la soledad ha sido la única compañera de viaje de la candidata. Una ausencia amplificada por el contraste con su tíquet electoral, Juan Lobato, quien se ha pertrechado de los ministros más sólidos del Gobierno para su carrera a la Puerta del Sol: Margarita Robles, Nadia Calviño y Luis Planas. Sánchez no ha compartido ni un sólo mitin con Maroto en toda la campaña. El presidente del Gobierno presentó la candidatura de su ministra de Industria a principios de febrero en un acto conjunto con el líder regional del PSOE-M y no volverá a hacerlo hasta este jueves, dos meses después, en la recta final de la contienda electoral en un mitin con sus cabeza de lista en Entrevías, Madrid. Con Lobato sí participó en otro mitin en Fuenlabrada en la primera semana de la contienda, mitin que su exministra escuchó sentada entre el público del auditorio. 

Mitin de Juan Lobato y Margarita Robles el pasado 30 de abril en Madrid. | Flickr PSOE

Sánchez no ha querido coincidir con Maroto

Fuentes socialistas explican que «no quiere coincidir con Maroto», evidencia de la descontada debacle en la capital, aunque otras fuentes extienden estas evasivas a la coincidencia con Lobato por las «intenciones ocultas de Moncloa de disparar a Ayuso para frenar las expectativas de Feijóo el 28-M». Una cuestión estratégica con vocación nacional que, sin embargo, no enturbia el apoyo que, de momento, ofrecerá Sánchez a Lobato en el futuro post 28-M en la Comunidad de Madrid. Tanto en Moncloa como en Ferraz dan por hecho que Lobato adelantará a Mónica García como primera fuerza de la izquierda, con una mejoría en la estimación de voto frente a las expectativas de hace meses. «Lobato ha hecho una campaña sensata y moderada y ha ido de menos a más», a diferencia de las escasas perspectivas del PSOE en el Ayuntamiento, donde «seguirá siendo tercera fuerza, aunque mejorará ligeramente resultados», adelantan fuentes socialistas. 

Una mejoría que no podrá ocultar «un mal resultado», ya que «quedar tercero con una fuerza menos (Ciudadanos) es bajar, no mantenerse», explican a THE OBJECTIVE dirigentes de Madrid. Las malas perspectivas han generado tensiones también entre las candidaturas del PSOE al Ayuntamiento y la Comunidad, cuyos cabezas de lista, Maroto y Lobato, apenas han coincidido durante la campaña por la «escasa afinidad entre ambos y disparidad de estrategias». A ello se le suma la inquietante dejadez de algunos miembros relevantes de la federación madrileña en los actos de campaña de ambos. «Es una vergüenza, nunca he visto una campaña así, en la que nuestros compañeros se crucen de brazos y dejen solo al candidato. Juan se está desfondando», lamentan estas fuentes. 

En el equipo de Maroto culpan a Lobato de la ausencia de sinergias; en el segundo, no se molestan en responder. Son conscientes de que existe una operación para «matar a Lobato», proveniente de sectores minoritarios que aspiran a derrocarle para «salvar su propio pellejo». Pero atribuyen las maniobras al «ruido», los nervios propios de la recta final. El fuego cruzado entre miembros de una y otra candidatura en las ultimas horas anticipa la que podría ser una cruenta batalla al frente del partido tras las municipales y autonómicas. Pero en Moncloa y Ferraz auguran a este periódico que «nada se moverá antes de enero, tras las elecciones generales». Sostienen fuentes gubernamentales que «Lobato resistirá porque se lo ha ganado y veremos quien tiene fuerzas para enfrentarse a él», y atisban más dudas en torno a Maroto y López, aunque «tampoco abandonarán la seguridad de su puesto en las listas al Ayuntamiento».

Pase lo que pase, pocos creen que el congreso regional se celebrará en tiempo y forma de aquí a tres años, y quién sabe si, para entonces, se repetirá el duelo entre Javier Ayala y Juan Lobato, dado que, con un Félix Bolaños «venido a menos tras el 2 de mayo», y una Mercedes González fuera de circulación en la dirección de la Guardia Civil, «los únicos que podrán ser rivales serán los reforzados alcaldes del sur». Pero todo dependerá de los números del domingo. Y mientras se espera a las urnas, los de los trackings son el arma arrojadiza de un PSOE de Madrid donde —unos más que otros— construyen castillos y trincheras en el aire. 

4 comentarios
  1. MiguelAe

    Pues si saca mal resultado en las elecciones, será por que los votantes no aprueban su gestión en el gobierno de España, ya que en otras instituciones no tiene experiencia. Para que luego digan que el gobierno no se implica. Una ministra que se presenta y se va a estrellar.

  2. hmv01

    Pero si nadie la conoce, nadie sabe que fue ministra, de que logros presume? Si lo pero de todo no es que haya sido una ministra desastrosa, es que nadie la reconoce como ministra, ¿quien se cree que es?

  3. el_castor

    Reyes Maroto, perfecto ejemplo de todos los ministros de este gobierno: una nulidad, con o sin jefas de campaña.

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