Díaz esquiva el escándalo de Melilla y Más Madrid cree que el caos del PSOE les favorece

El círculo de colaboradores cercanos a Yolanda Díaz vivió con preocupación las noticias que llegaban a principios de la semana desde Melilla. Las detenciones de dirigentes de Coalición por Melilla, una formación que hace un mes firmó un pacto con los aliados de Sumar, podía convertirse en un escándalo capaz de dinamitar la campaña. Sin embargo, según las fuentes consultadas de este sector, tanto lo ocurrido en Melilla como los casos de presuntos votos comprados en otros ayuntamientos de la península han centrado los focos en el PSOE. «Todo el mundo lo entiende como la corrupción del PSOE», afirman los afines a Díaz.

Cuando se registraron las primeras detenciones en Coalición por Melilla se activó la alarma roja en Sumar. Desde Podemos llegaron unos cuantos dardos. Irene Montero y Pablo Echenique, entre otros, acusaron a Díaz de haberse acercado a una formación, Coalición por Melilla, involucrada en un presunto caso de compra de votos. Los morados recordaron un mensaje lanzado hace semanas por Pablo Iglesias, en el que señalaba al líder de la formación política de Melilla en la foto del pacto del Turia. Los de Sumar evitaron comentar los acontecimientos, más allá de mantener que el acuerdo sellado con Íñigo Errejón había sido suspendido un mes antes.

Se temía, no obstante, que el escándalo afectara a los partidos afines a Sumar en la recta final de la campaña electoral. Sin embargo, con el pasar de los días, los colaboradores de Díaz han detectado que a nivel de opinión pública el partido más afectado ha sido el PSOE. «La gente asocia a Coalición por Melilla con el PSOE, no con Yolanda», afirman fuentes activas en Madrid que actúan en apoyo a la política gallega y analizan de cerca los últimos sondeos.

Caída del PSOE

En Más Madrid también confirman esta tendencia. La formación que lideran Mónica García y Rita Maestre cree que la campaña electoral ha sido un «desastre» para el PSOE. Entre las listas de Bildu y las investigaciones sobre compras de votos, vuelve a aflorar la palabra «corrupción», agregan. Y confían en que estos problemas ayudan a Más Madrid a consolidarse como alternativa al PSOE en la capital.

Según explican los analistas demoscópicos, y confirman también en los partidos políticos de la izquierda madrileña, Más Madrid puede mantener su fuerza en la capital. Quiere revalidar su papel de partido de la oposición al PP. Y todo apunta a que, al menos en la ciudad de Madrid, eso siga siendo así. Todo ello a pesar de que, según apuntan algunos, Más Madrid ha corregido a lo largo de su campaña su enfoque, rebajando el protagonismo de Rita Maestre para centrarse en los ataques al alcalde, José Luis Martínez-Almeida.

Más Madrid no es el único partido que ve posible aprovechar los errores del PSOE y los últimos escándalos. Recupera Madrid, la formación liderada por Luis Cueto y nacida tras la escisión de Más Madrid, ve posible convertirse en la «sorpresa» de estos comicios. Desde su equipo defienden su propuesta centrada en desmarcarse de los políticos para afianzar a «los profesionales» y el hecho de que podrían superar in extremis el umbral del 5% de votos necesarios para entrar en el Consistorio. Hay confianza entre los de Cueto.

Podemos busca alcanzar el 5%

Quien en cambio está intentando remontar es Podemos, cuyo candidato Roberto Sotomayor no ha logrado atraer los focos tal y como esperaba. Alejandra Jacinto, cabeza de lista de Podemos para la Comunidad de Madrid, intenta acercarse al umbral del 5% de votos necesario para entrar en la Asamblea. Confían en ello los miembros de la dirección nacional, conscientes de que los resultados de su partido pueden ser muy negativos. Pero si Podemos logra entrar en los parlamentos autonómicos en Madrid y Valencia, creen que podrán trasladar el mensaje de que han salvado los muebles, y de ahí seguir exigiendo a Yolanda Díaz una negociación paritaria para las listas de las generales.

Iglesias se ha involucrado en la campaña de Podemos. Lo ha hecho en Madrid, donde ha arremetido contra Yolanda Díaz y Sumar, al que ha tildado de «izquierda cómoda». También ha viajado a Palma de Mallorca, donde ha reivindicado el papel de Podemos como formación de lucha más que de gobierno. En lugar que la gestión, Iglesias ha afirmado que Podemos es un partido nacido para presionar a los poderes fácticos. Se trata de un enfoque que las fuentes de Podemos aseguran que sirven para amarrar un 5% o 6% de votos. Algo reducido, pero útil para superar las barreras electorales en dos lugares donde los morados quieren resistir: Madrid y Valencia.