Igea plantea en un documento tres «salidas» para Ciudadanos tras la derrota del 28-M
El procurador en Castilla y León defiende que el partido debe tirar la toalla ahora o diluirse en una plataforma que comparta sus metas el 23-J
El procurador de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León, Francisco Igea, ha pedido que la dirección del partido decida no concurrir a las próximas elecciones generales tras la derrota electoral «sin paliativos» que hubo en las elecciones autonómicas y municipales del pasado domingo. En este sentido, considera que presentarse ante los electores «como si nada hubiera pasado» sería incomprensible, aunque valora otras posibilidades como diluirse en «una plataforma abierta a otras organizaciones y personas que compartan las reformas esenciales que urgen a la nación». En todo caso, lanza una advertencia: «Si no concurrimos a las elecciones hay que reconocer que el partido es un partido inviable».
THE OBJECTIVE ha tenido acceso al escrito de cinco páginas que Igea –rival de Inés Arrimadas por la secretaría general en 2020– ha presentado este martes ante la dirección del partido. En él, relata las que, en su opinión, son las mejores vías de cara a los próximos comicios: no concurrir y que la dirección asuma responsabilidades, no presentarse y escoger una nueva dirección en una asamblea o acudir con la citada plataforma.
El procurador defiende que «un partido que no puede presentarse a unas elecciones nacionales ya no es un partido político», todo ello tras conocer a través de varios medios que la dirección de la formación ha decidido no presentarse a las generales del 23 de julio. Por ello, plantea que una gestora dirija Ciudadanos hasta la disolución ordenada del partido.
«Ciudadanos ha pasado a configurarse como un partido que no tiene viabilidad como oferta electoral. El hecho de presentarnos seria meramente testimonial y podría ser visto como una excentricidad más propia de ‘PACMA’ que de un partido serio. El momento exige responsabilidad», plantea de inicio.
En su opinión, Ciudadanos no puede dejar de denunciar «el peligro de introducir a Vox» en las mayorías de gobierno, tanto autonómicos como municipales. «Al igual que ha ocurrido con el populismo de izquierdas, la experiencia de más de un año de Gobierno en Castilla y León -donde PP y Vox gobiernan en coalición- es francamente regresiva para los derechos y las libertades de los ciudadanos. Es, además, peligrosa para el desarrollo económico y cuestiona, seriamente, nuestro modelo de integración en la Unión Europea; cuestionando el contenido de sus políticas esenciales (derechos y libertades, medioambiente, justicia o política exterior). Afirmación que puede contratarse a través de diversos indicadores oficiales como PIB autonómico».
Por ello, Igea insiste en que la formación liberal no puede ni debe «dar un cheque en blanco a quienes pretendan la sustitución de un populismo por otro» ya que restaría «posibilidades» a partidos constitucionalistas y beneficiaría «de manera indirecta a los populistas en la pelea por los restos de nuestro sistema D’Hont».