Vox se marca como prioridad un Ministerio de Cultura que combata la «censura 'woke'»
El líder de Vox avisa al cine español si llega al Gobierno: «Abandonen la esperanza los profesionales de la subvención»
Vox mantiene izada la bandera de la batalla cultural. El partido que preside Santiago Abascal ha presentado grosso modo su proyecto en esta materia, en el que destaca una medida estrella: un Ministerio de Cultura que combata la «cultura de la cancelación». Eso es lo qué propondrían en el hipotético caso de conformar un Gobierno de coalición con el Partido Popular a nivel nacional.
Así lo deslizó el propio Abascal en el acto que encabezó este lunes en la Fundación Carlos de Amberes, en Madrid. El también presidente de Disenso, el think tank conservador que nutre de ideas al partido, criticó las «acusaciones de censura y cancelación de quienes han hecho de la censura y cancelación un modus vivendi».
Lo hizo rodeado de los intelectuales de la órbita de Vox, tales como Miguel Ángel Quintana Paz, Iván Vélez, Enrique García-Máiquez, Juan Carlos Girauta o José María Marco, en un momento en el que la formación conservadora está siendo acusada de «censora» por impedir la exhibición de la película Lightyear en Santa Cruz de Besana (Cantabria) o una obra teatral de Virginia Wolf en Valdemorillo (Madrid).
Con el objetivo de invertir el paradigma, Abascal reivindicó su compromiso con la «libertad», y recordó los episodios de cancelación woke vividos en los últimos años, tales como los sufridos por Roald Dahl, Monty Python o J.K. Rowling. «Regresa la censura, la coacción y el miedo. Tenemos algo que decir: no vamos a ser cómplices», adelantó el político vasco, que reivindicó las obras que dibujan «mujeres malvadas, niños raros y viejas brujas», como Diez Negritos, de Agatha Christie.
También aprovechó para deslizar cómo sería el Ministerio de Cultura si dependiese de Vox. Este se comprometería con una «alta política de Estado» y tendría como lema «proteger y recuperar las cosas de España»; defendería «la herencia compartida en la que pueden reconocerse todos los compatriotas (incluida la tauromaquia)»; pero, sobre todo, se comprometería en acabar con «censuras y cancelaciones». Por todo esto, consignó, «abandonen la esperanza todos los profesionales de la subvención».
Mensaje al cine español
A estos -en obvia referencia a los directores y actores del cine español- les adelantó su propuesta: «Las ayudas a la cultura han de entenderse en un marco general de rebajas impositivas, y también de ayudas directas». Pero ofrecerá, eso sí, «facilidades a creadores y conservadores fomentando el talento inmenso de este país, que no puede perderse por incomparecencia de la política cultural».
También se comprometió a «investigar y proteger las cosas de España; proteger, restaurar, promocionar los museos, los archivos y las bibliotecas, las fiestas populares, la buena mesa, la moda y la fiesta nacional». «Esos son los propósitos de un partido, Vox, dispuesto a defender que se hable de tauromaquia y de cine español, que debe dejar de ser arma política», abundó.
Sin «cancelaciones»
«España es su cultura, su arte, su literatura…», dijo celebrando la «imborrable siembra de lo español, una de las huellas más influyentes de la historia universal», y esperó que «nadie nos diga cómo vivir, qué escribir, opinar o pensar», porque «un genio creador como el de España no tiene que soportar culturas ni cancelaciones».
Santiago Abascal, en definitiva, dejó claro cómo sería el Ministerio de Cultura -«no una secretaría de Estado ni una mera dirección general»- si este estuviera bajo su tutela tras las elecciones generales del 23 de julio. Un compromiso que se suma al de la formación conservadora de suprimir el Ministerio de Igualdad para sustituido por uno de Familia con el que combatir la crisis de natalidad. Un esbozo de su Gobierno.