La socialista María Chivite, investida presidenta de Navarra gracias a la abstención de Bildu
Ha contado con el apoyo de PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, mientras que UPN, PP y Vox han votado en contra
La candidata del PSN a la Presidencia del Gobierno de Navarra, María Chivite. | Eduardo Sanz (Europa Press)
La socialista María Chivite es elegida presidenta de Navarra con el beneplácito de Bildu, que ha permitido la investidura con su abstención. La candidata del PSOE revalida su cargo al frente de la comunidad en segunda votación gracias al apoyo de los tres partidos que han firmado un pacto de Gobierno en la región: PSN (11 escaños), Geroa Bai (coalición donde está integrada el PNV y que suma siete sillones) y Contigo-Zurekin (de la que forma parte Podemos y que cuenta con tres). Por su parte, UPN (15), PP (tres) y Vox (dos) se han opuesto a su investidura en el Parlamento navarro.
María Chivite defendió este lunes su candidatura frente a los 50 diputados forales, pero en una primera votación no le otorgaron la mayoría absoluta que necesitaba para ser elegida presidenta. Este martes, en segunda vuelta, sí ha logrado ser investida por mayoría simple con 21 síes, 20 noes y la citada abstención de la formación abertzale, que cuenta con nueve escaños. De este modo, el nuevo Ejecutivo no tendrá mayoría en el Parlamento de Navarra, como en la pasada legislatura.
La investidura ha venido precedida de un tira y afloja entre las formaciones de Gobierno para suscribir un acuerdo, que obtuvo finalmente la luz verde de todos los implicados con el siguiente reparto de cargos: ocho consejerías para el PSOE, cuatro para Geroa Bai y una para Contigo-Zurekin. Las elecciones generales y las diferencias entre los socios han ralentizado el proceso de investidura hasta tal punto de que a principios de agosto estuvieron a punto de romperse las negociaciones.
Entre los socios de Gobierno, cada cual marcó el que será su territorio durante los próximos cuatro años y cuáles serán sus exigencias, mientras que los abertzales recordaron a Chivite que estos próximos años no serán como los últimos cuatro años y que vienen a «segar». Lo cierto es que Bildu se ha mostrado desde un principio partidaria de reeditar el Ejecutivo foral y ha presionado en este sentido, criticando la «guerra de cargos» entre el PSN y Geroa Bai en las negociaciones, y llegando incluso a valorar un voto afirmativo en la investidura para desencallar la situación en caso de que persistiera el bloqueo, un extremo que no ha hecho falta.
Críticas de UPN
En el bloque opuesto, este acuerdo ha sido duramente criticado por UPN, que ha denunciado que María Chivite «va de la mano» de Bildu, después de ofrecer al PSN un pacto que fue desdeñado desde las filas socialistas. En este sentido, Javier Esparza subrayó recientemente que el Gobierno liderado por Chivite «perdió 25.000 votos» en las pasadas elecciones autonómicas del 28 de mayo y destacó que «hay una mayoría absoluta de UPN y PSN», lo que sí habría aportado, a su juicio, «estabilidad» a la región.
El PSN obtuvo 11 parlamentarios en los comicios de mayo (los mismos que en 2019), Geroa Bai logró siete (dos menos) y Contigo-Zurekin sacó tres (los mismos que lograron por separado Podemos e Izquierda-Ezkerra). Unión del Pueblo Navarro (UPN) fue, por su parte, el partido que obtuvo más escaños en las pasadas elecciones con 15 escaños, pero no sumaba mayoría suficiente con el Partido Popular (tres escaños) y Vox (dos) para una eventual investidura de Javier Esparza. En su conjunto, los comicios arrojaron una representación de 20 escaños para bloque de la derecha, a cinco de la mayoría absoluta.
