Sumar presentará el martes en Barcelona el dictamen de sus juristas sobre la amnistía
Yolanda Díaz ha negado que el perdón judicial suponga reconocer que el Estado actuó mal en 2017
Sumar presentará el martes en el Ateneo de Barcelona el dictamen de sus juristas sobre el encaje constitucional de la eventual amnistía para los independentistas catalanes por la organización del referéndum del 1 de octubre de 2017.
Así lo ha anunciado la líder de la formación, Yolanda Díaz, en una entrevista en TVE Cataluña recogida por Servimedia, en la que ha concretado por primera vez la fecha concreta en que presentará su dictamen la veintena de juristas liderados por el exdiputado Jaume Asens que puso a trabajar desde finales de agosto.
Por lo pronto, Díaz ha negado que la amnistía suponga reconocer que el Estado actuó mal en 2017 porque «hay muchas modalidades» de la misma en el mundo, y «muchas configuraciones de cuál es la interpretación». Y una puede ser que «decimos que hay un delito pero perdonamos unos hechos». Eso sí, no ha querido responder a si en su opinión los independentistas cometieron delitos o no.
Lo que sí ha hecho ha sido dar por pasada la «pantalla» que quería instalar la «ofensiva» de la derecha de que la amnistía es inconstitucional. Ha argumentado que los constituyentes españoles decidieron dejar fuera de la Constitución la amnistía, como en Alemania, y por eso «va a ser el Tribunal Constitucional quien dirima si esta ley orgánica es constitucional o no».
En la entrevista, Díaz apuntó que, pese a que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no pronuncie la palabra «amnistía», se refiere a ella. «La ciudadanía es muy lista y sabe de lo que estamos hablando», dejó caer. Además, elogió que «lo que está manifestando el presidente del Gobierno es bueno: el alcance de un nuevo tiempo político en el que queremos que el conflicto político se acabe de una vez por todas».
Desjudicialización
La vicepresidenta defendió que ambos están «trabajando para producir la serenidad, en Cataluña y en España», se congratuló de que la situación está «hoy muchísimo mejor que hace mucho tiempo» y repitió su estribillo de que «nunca debimos llegar a esta situación, porque cuando hay conflictos políticos sólo hay una herramienta para abordarlos, la política y el diálogo», frente a la «abdicación de la política» de la que acusó al Gobierno de Mariano Rajoy. Por eso, exhortó: «Eliminemos la política de los tribunales».
A su entender, los tribunales están «hipersaturados de diatribas que pertenecen al ámbito político», por ejemplo por los recursos judiciales de PP y Vox contra las normas laborales que ella ha amadrinado como ministra de Trabajo. Esto le parece «una perversión del sistema democrático», y por ello desaconsejó «golpear a unos españoles contra otros en sentido metafórico» y recomendó «rescatar la política para lo que deben ser posiciones muy legítimas».
Díaz no quiso atribuir particularmente al PSOE el «cinismo» de decir una cosa y hacer otra que denunció ayer por la tarde en el Foro La Vanguardia, despejando que ella no habla nunca de otras formaciones políticas, pero sí reivindicó que la posición de la suya «es muy conocida», como lo demostraría su defensa de la plurinacionalidad de España.
«He defendido siempre lo mismo, que es el diálogo, el diálogo y el diálogo, y desde luego nunca el conflicto político», aseveró. Más tarde añadiría que ella promueve la amnistía sinceramente: «No lo hago por los siete votos de la investidura, lo hago por convicción».
En este sentido, volvió a criticar que el Estatuto catalán vigente no sea el que votaron los catalanes, pues lo recortó el Tribunal Constitucional pese a incluir originalmente enunciados idénticos al andaluz que en este segundo caso no recurrió el PP por «perversión política».
Y, admitiendo que los independentistas «van a seguir pensando legítimamente lo que estimen», acotó la votación a un refrendo del acuerdo previo entre el Gobierno español y el catalán, que tendrá que ser «de mayorías», como ya estableció ayer. «Cuando en esa mesa de diálogo se alcance un acuerdo de mayorías, cuando avancemos en esa mesa, por supuesto los catalanes y las catalanas van a votar sin lugar a dudas», concretó.
También defendió una vez más su iniciativa de reunirse en Bruselas con el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont porque «el reconocimiento y el respeto en una negociación es clave». «Tengo que reconocer a las partes, es un principio fundamental», postuló.
No quiso calificar de «exiliado» a su interlocutor, pero sí volvió a constatar, como ayer por la tarde, la «complejidad» y la especial situación de los políticos «que están fuera del país». Ahora bien, reservó al PSOE la decisión de si algún dirigente socialista hace lo mismo que ella y se reúne con Puigdemont a modo de reconocimiento.
Preguntada por la manifestación que este domingo en Barcelona protestará contra la amnistía, reconoció el derecho y la legitimidad de quienes se concentren, pero advirtió de que a ella no se le va a «ver incendiando a una parte del país frente a la otra», y llamó la atención sobre el hecho de que «hay presidentes de comunidades autónomas» del PP que «están llamando a la manifestación», después de que a ella se le criticara defender la de los sindicatos el pasado 1 de mayo. «Si yo como ministra aliento una manifestación, no quiero pensar lo que habría pasado», se quejó.