El PSOE prohíbe a sus senadores hablar de la amnistía ante el riesgo de un adelanto electoral
Sánchez admite la «complejidad» del acuerdo y la portavoz habla en condicional: «Si es que llega a culminarse»
Se suceden las señales y todas en la misma dirección. El mismo día en que el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, admitió ante su comisión negociadora en Ferraz la «complejidad» del acuerdo de investidura, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, abrió la puerta a la posibilidad de que fracase la negociación y que «los acuerdos, si es que llegan a producirse, sean posibles». Un contexto de enfriamiento de la negociación que, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, aumenta las posibilidades de una repetición electoral ante el efecto acumulado de malos presagios. El último de ellos tuvo lugar en la mañana de este martes en el Senado.
Según ha podido saber este diario, la dirección del grupo parlamentario en la Cámara Alta pidió a sus senadores evitar la amnistía en sus intervenciones en el pleno de esta semana, tanto el que tuvo lugar el martes por la tarde como en la comisión general de comunidades autónomas que tendrá lugar el jueves. Ante la ausencia de la portavoz parlamentaria, Eva Granados, el secretario general del grupo, Alfonso Ruiz, dio la consigna de que «nadie hable de la amnistía» y mucho menos en línea con la intervención la víspera del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una entrevista en Onda Cero.
«No debemos meternos en eso. No entremos a defender lo que no hay que defender», aseguró el número dos de la dirección parlamentaria del Senado, que también añadió: «No os metáis en eso porque no estamos en eso». Una prohibición con la que se extreman las cautelas ante la inesperada intervención del presidente catalán, Pere Aragonès, que acudirá finalmente a la sesión de este jueves, desmarcándose de la estrategia del Ejecutivo socialista. Las fuentes socialistas consultadas por este periódico asisten con inquietud ante la intervención del también líder de ERC, de quien esperan un discurso maximalista en el que vuelva a fijar el referéndum como una de las condiciones para la investidura.
«Aragonés la va a liar»
Sólo así entienden que finalmente acuda a una sesión en la que el Gobierno consumará su plantón para no responder a la ofensiva del PP sobre la amnistía. Los socialistas temen el cóctel de la crítica orquestada de todos los presidentes autonómicos del PP, la intervención sin complejos de Aragonès y la ausencia del Gobierno. «Se va a liar», sostienen algunos parlamentarios que pronostican una nueva escalada entre los independentistas de Junts y ERC, incapaces de rebajar sus posiciones maximalistas.
En la resaca de las declaraciones de Zapatero en defensa de la amnistía, algunos socialistas señalan que ha sido «un error y una precipitación» y que la salida del expresidente se ha producido demasiado pronto, sin que Junts ofreciera aún síntomas para el optimismo en la negociación. Gobierno y PSOE se resisten aún a reconocer públicamente el estancamiento de las posiciones pero emiten señales inequívocas. De un lado, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, admitió ante la comisión negociadora la dificultad de las negociaciones.
Puente habla más de lo debido
Según desveló uno de los asistentes al encuentro, el diputado Óscar Puente, Sánchez «reconoce la complejidad» de los acuerdos, aunque posteriormente admitió: «He ido más lejos de lo que quería». Tras escuchar las líneas del discurso de Sánchez a puerta cerrada, Puente dijo que todavía «hay confianza en poder sacar la investidura» pero después de «ir madurando los acuerdos». Pese a que dijo no conocer los detalles de las conversaciones, manifestó su creencia de que la amnistía a Carles Puigdemont sería buena para España.
«Es bueno que aquellas personas que se han situado fuera del sistema retornen a él. Eso a lo que conduce es a que todas las personas de este país tengan un cauce democrático para que sus inquietudes se puedan desarrollar a nivel institucional. Y eso es bueno para la convivencia y para España. Ojalá que todo el mundo pueda hacer política dentro de la legalidad. Eso es la mayor aspiración que tiene que tener un estado pacifico y que quiere convivir».
A la dificultad expresada por Puente se le sumó el lapsus de la portavoz gubernamental, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al referirse en condicional a un eventual pacto con los independentistas. «Llegado el momento explicaremos los acuerdos, si es que llegan a producirse, sean posibles». Mencionó públicamente el argumento que ya verbalizan en privado desde hace días los estrategas del núcleo duro de Pedro Sánchez asegurando que «explicaremos tanto los acuerdos como los desacuerdos, el consenso como el disenso».