Junts aprovecha el choque de Sánchez con Israel para tender puentes con Tel Aviv
Los independentistas ven una oportunidad de oro para recuperar sus tradicionales relaciones con el país
El choque diplomático entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de Benjamín Netanyahu amenaza con tener una carambola peligrosa para el reconocimiento de una Cataluña independiente. Israel fue uno de los países a los que el independentismo catalán, concretamente Junts per Catalunya y Carles Puigdemont, apelaron en los días más feroces del procés en 2017. El Gobierno de Mariano Rajoy tuvo que intervenir directamente para evitar declaraciones de Tel Aviv en favor de Cataluña. Pero ahora las acusaciones de Sánchez tras la respuesta militar de Israel a la matanza de Hamás pueden reforzar la conexión entre Junts e Israel. La legislatura dependerá de lo que diga Puigdemont, y sectores de Junts se están activando para impulsar una alianza estratégica que pueda favorecer las tesis independentistas.
El exministro de Asuntos Exteriores y eurodiputado del PP, José Manuel García-Margallo, admitió esta semana que durante los años del Gobierno de Mariano Rajoy tuvo que intervenir personalmente para evitar que Israel se manifestara en favor de la causa catalana. Avisó a Israel de que si se producía «cualquier declaración de simpatía» o «comprensión» hacia el procés, la consecuencia sería el reconocimiento del Estado de Palestina. Margallo desveló que habló «muchas veces» con sus interlocutores israelíes para frenar sus declaraciones en favor del procés. «Y es absolutamente cierto que hubo una visita mía en que yo planteé mis quejas, mi protesta, por ciertas declaraciones de funcionarios, incluidos diplomáticos de Israel, en favor del procés», dijo.
Margallo corrobora así una de las tesis que el nacionalismo difundió en los años del plan secesionista y que apuntaba a que más de un país podía reconocer una Cataluña independiente. Entre ellos, Israel. Las palabras de Margallo deben ahora enmarcarse en un momento muy delicado para el Gobierno de España. Sánchez ha defendido y reivindicado durante su visita oficial a Israel la «condena de España a los ataques perpetrados por Hamás y la necesidad de proteger a la población civil en Gaza».
Reproche a Sánchez
Pero el discurso de Sánchez, también favorable a la creación de un Estado propio para Palestina, han generado el reproche firme de la diplomacia israelí (con un choque entre ministros de Exteriores) y el reconocimiento de Hamás, un grupo responsable de la matanza del pasado 7 de octubre, que sigue formalmente calificado como «terrorista» en la Unión Europea.
Israel, como es sabido, es un firme aliado de Estados Unidos. Y en todo el tablero de Oriente Medio goza del apoyo explícito de las grandes potencias occidentales. Los nacionalistas catalanes afines a Puigdemont siempre han estado muy sensibles a las necesidades de Tel Aviv, y con el choque de Sánchez ahora pueden ampliar esa cercanía. En el sector del independentismo catalán, concretamente el de Junts, algunos observadores hablan de la existencia de esta posibilidad. Es decir, en reflexionar sobre que se abre una ventana de oportunidad para reactivar las relaciones con el Gobierno israelí.
Contactos anteriores
La exconsejera de Acción Exterior del Govern, Victòria Alsina, trabajó activamente en esta política de acercamiento en estos últimos años. Viajó recientemente a Tel Aviv para hablar con el Gobierno israelí de la posibilidad de abrir una delegación catalana en la principal ciudad del país. En ese viaje se reunió con ministros del Gobierno de Netanyahu y con el alcalde de la ciudad. La labor de Alsina, sin embargo, se vio frenada por la posición de ERC, abiertamente propalestina, y su salida del Ejecutivo. Recientemente, Alsina reprochó al nuevo alcalde socialista Jaume Collboni haber roto las relaciones con Tel Aviv tras la crisis de Gaza.
En el entorno de Junts, por ejemplo, defienden que para fijar las posiciones del Gobierno en el Congreso de los Diputados, el partido de Puigdemont se debería decantar por la defensa de los intereses y el mensaje de Israel. Algo que, al igual que otras posiciones económicas del Gobierno, deberá pasar por el visto bueno de Junts si Sánchez no quiere perder sus votaciones parlamentarias.
Ahora, con una negociación activa en Suiza entre miembros del Gobierno y representantes de Junts para definir el marco de la legislatura, los intermediarios de Junts creen que el nuevo escenario político favorece una vuelta de Cataluña al tablero internacional. Y, por otro lado, que Israel puede convertirse en un aliado estratégico de la causa independentista. Un pacto que de aquí a los próximos años puede convertirse en un verdadero punto de inflexión para que los de Puigdemont vuelven a exigir un referéndum (o consulta) sobre la permanencia de Cataluña en España.