El CIS evita preguntar a los españoles su opinión sobre la amnistía: solo si la «han leído»
El barómetro de diciembre solo menciona la ley para cuestionar si justifica protestas como las de Ferraz
José Félix Tezanos, presidente del CIS.
El CIS, dirigido por el socialista José Félix Tezanos, ha preguntado a los españoles por primera vez sobre la amnistía, pero no para conocer su opinión acerca de las bondades o los perjuicios de la ley. El organismo público ha utilizado dos preguntas para preguntar si los ciudadanos «conocen la norma» y si consideran que el estar en contra de «la proposición de ley que se debatirá en el Parlamento español justifica las manifestaciones convocadas por varias organizaciones de derecha y extrema derecha ante las sedes del PSOE».
La encuesta añade que esta norma se cuela, por primera vez, entre las preocupaciones de los españoles. Sin embargo, el CIS no considera que deba preguntarse a los ciudadanos sobre si apoyan o no esta norma, sino únicamente sobre su lectura o no de la misma así como su conocimiento sobre su existencia a través de tres preguntas. Se coloca como la decimonovena preocupación de los ciudadanos, estando entre las tres principales de un 3,4% de los encuestados.
Los españoles han oído hablar sobre la amnistía
Las cuestiones del CIS van más orientadas a medir el grado de atención que de malestar. «¿Conoce o ha oído hablar de la proposición de Ley de Amnistía que se ha propuesto?», «¿Ha leído Ud. dicha ley?» y «En general, ¿cree Ud. que el desacuerdo con la proposición de ley que se debatirá en el Parlamento español justifica las manifestaciones convocadas por varias organizaciones de derecha y extrema derecha ante las sedes del PSOE?» son las tres menciones que le dedica el cuestionario del centro público.
Sobre la proposición de Ley de Amnistía, el 93,8% de los españoles asegura que la conoce o ha oído hablar de ella, pero al preguntar sobre si la han leído o no, el 72,4% reconoce que no ha leído el texto, sólo un 10,4% afirma haberlo leído. Al preguntar sobre si es justificable las manifestaciones convocadas ante las sedes del PSOE por estar en desacuerdo con la norma, el 44,7% de los españoles asegura que no se pueden justificar esas manifestaciones, mientras que un 40,8% sí las justifica.
En los últimos meses la amnistía ha copado portadas de medios, tertulias y telediarios. El Gobierno del PSOE y Sumar pactó la medida a cambio de los votos de los partidos nacionalistas –Junts y ERC– para investir a Pedro Sánchez presidente del Gobierno a pesar de haberse comprometido durante la campaña electoral a no aprobar la medida de gracia bajo ningún concepto, promesa que incumplió sosteniendo que suponía un avance en concordia y para la normalización de la situación en Cataluña -mismo pretexto utilizado con la aprobación de los indultos-.
Entre los beneficiados por la amnistía se encuentran los líderes del ‘procés’, entre ellos el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que vería borrados sus delitos y podría regresar a España tras cinco años fugado en Bélgica para no comparecer ante la Justicia española. Junto a él se salvarían otros dirigentes políticos, pero también ciudadanos de a pie del conocido como Tsunami Democrático, que se encuentran investigados por un delito de terrorismo pero que se beneficiarían de la norma al no haber recibido una sentencia en firme todavía.
Primer cuestionario del ‘renovado’ Tezanos
A pesar del revuelo causado por el presidente y su cambio de parecer sobre las bondades de conceder la amnistía, el CIS, organismo público entre cuyas funciones se encuentra el preguntar a la ciudadanía sobre cuestiones de interés, prefirió omitir el elefante en la habitación y lanzar cuestionarios con preguntas de suma relevancia como el cambio de hora o la opinión de los españoles sobre la tortilla con o sin cebolla.
Ahora, en este primer cuestionario tras su reciente reelección como presidente del CIS, a pesar de fallar en las encuestas preelectorales (sobreestimando el voto a la izquierda en 36 de 37 elecciones y asegurando que el PSOE ganaría comicios en los que luego sufrió un revés), lanza tres preguntas que no sirven como termómetro de la opinión pública sobre una cuestión de relevancia, sino que trata de medir lo que se sabe: que la gente ha escuchado que el Gobierno está aprobando una amnistía, toda una novedad.
