El SEPE no detectó un fraude de 2,8 millones de fondos UE adjudicados a una fundación
Según los alumnos, las inspecciones eran «un canteo»: «Cualquiera que vea esto se da cuenta de que es un teatro»
La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz | EP
Las circunstancias en las que se ha llevado a cabo la gestión por parte de la Fundación Desarrollo Social Responsable, presidida por Alberto Herreros Salcedo, de una subvención de 2,8 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Servicio Público de Empleo (SEPE), dentro de los fondos Next Generation de la Unión Europea, arrojan cada vez más dudas, a medida que se conocen nuevas denuncias de los afectados. Una nueva irregularidad alertada por los trabajadores apunta al propio SEPE como responsable de no haber vigilado las irregularidades, según aseguran a THE OBJECTIVE.
«En estos cursos siempre venían dos inspectores del SEPE a ver cómo estaba todo. Durante todo este proceso, algunos no tenían ni contrato, otros estaban como falsos autónomos. Nadie entendía cómo no veían esto, o lo engañaban», aseguran a este periódico algunos de los implicados en este programa. Sin embargo, llegan a la conclusión de que «había inspecciones del SEPE, pero eran un canteo, llegaban allí y se iban. Cualquiera que vea lo que es esto, ve que es un teatro puro y duro. No detectó el fraude».
Los trabajadores llegan a afirmar que el SEPE hacía la «vista gorda» de una situación que, como ha publicado THE OBJECTIVE, ya se ha denunciado oficialmente a través de un escrito ante el Ministerio de Trabajo. Los afectados aseguran que «el único control es que venía una señora, que era delegada del SEPE, para verificar que estábamos pendientes en el curso, única y exclusivamente. A esa misma señora le hemos contado el problema y ha dicho ‘ah, vale, yo no puedo hacer nada«.
Las irregularidades se concretan en «impagos, falta de comunicación y opacidad en los procedimientos legales». Desde la Fundación, su presidente, Alberto Herreros, aseguró que las denuncias por impagos son falsas, y solo reconoció «problemas de falta de liquidez» de una empresa subcontratada, Pánico Escénico, S.L., en la que él ha figurado como administrador hasta el 31 de marzo de 2023, según aparece en las notas registrales de la misma.
La situación incluye «incumplimientos contractuales, abarcando aspectos como el impago de nóminas, la falta de contratos en los primeros meses en algunos casos o altas de falsos autónomos en otros, el incumplimiento de la jornada pactada, la omisión de la provisión de documentos esenciales como el contrato, el calendario laboral o las nóminas con sus respectivas cotizaciones y el cambio de alta de un organismo a otro sin comunicación ni consentimiento».
Sensibilización social
Este programa TándEM se desarrolla a través de dos iniciativas denominadas Espacios Vinculares 1 y 2, desarrollados en Madrid, Zamora y Ciudad Real, que ofrece la posibilidad a 105 jóvenes desempleados de formarse en alternancia con el empleo, en especialidades como Animación Musical y Visual en vivo y directo, Asistente Técnico de Construcción y Montaje de Proyectos Escénicos, Habilidades de Interpretación para la actuación, entre otras especialidades.
El programa implica una primera parte de formación del alumnado durante tres meses y una segunda fase de alternancia con el empleo durante nueve, en la que fueron contratados con un sueldo de unos 900 euros. Uno de los problemas radica en que el pago se ha realizado con retraso en los alumnos y, en el caso de los profesores, se le adeudan cantidades importantes.
La Fundación Desarrollo Social es una entidad sin ánimo de lucro que tiene por finalidad «la sensibilización social en el respeto hacia los colectivos vulnerables, marginados y/o en riesgo de exclusión por motivos de edad, discapacidad, raza, religión, género, sexo o factores socioeconómicos, empoderando a estos colectivos y favoreciendo su inclusión social».
