Sánchez supedita una remodelación profunda en Ferraz a un varapalo en las europeas
El secretario general prepara una ampliación de la Ejecutiva para dar entrada a nuevos ministros y dirigentes territoriales
El PSOE comenzará en 2024 con una cita importante en Galicia en clave interna. Los próximos 20 y 21 de enero se celebrará en La Coruña la convención política federal para rearmar el partido a nivel ideológico ante el ciclo electoral que tiene este año tres convocatorias en las urnas que inaugurarán las elecciones a la Xunta de Galicia el próximo 18 de febrero. Una gran cónclave socialista a la que acudirán socialistas de toda España en la que pretende ser una exhibición de fuerza para seguir ampliando el nivel de conocimiento ciudadano del candidato del PSdGa, José Ramón Gómez Besteiro. Pero más allá de la contienda gallega, el secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pretende acometer unos pequeños cambios del organigrama socialista para tomar impulso hasta que se cierre el calendario electoral en junio del 2024.
Según fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE, el presidente Sánchez pretende ampliar la Ejecutiva para dar entrada a nuevos perfiles territoriales y comunicativos. La decisión más esperada y prioritaria es la elección del portavoz de la Ejecutiva, en sustitución de Pilar Alegría, que aún figura como portavoz en el organigrama de la dirección federal. La Ejecutiva de este lunes 8 de enero se reúne en la víspera de que se cumplan tres meses desde que se celebró la última rueda de prensa en Ferraz, el pasado 9 de octubre y con la duda de si habrá comparecencia tras una reunión preparatoria de la convención federal de Galicia.
Fuentes de Ferraz rebajan la expectativa sobre los nombramientos y aseguran que se tratará de cambios «menores». Sin embargo, sí que contemplan que el secretario general incorpore a nuevos perfiles territoriales que pudieran entrar a formar parte de una portavocía coral. Como adelantó THE OBJECTIVE, en esta rueda se incluye a la actual alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, anfitriona de la convención federal de enero. Un gesto simbólico de refuerzo a los socialistas gallegos ante la convocatoria electoral y de apuesta al municipalizo, en la medida en que Rey también ocupa la vicepresidencia primera de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
«No van a ir bien»
Sin embargo, Sánchez supeditará los cambios más profundos en la dirección federal hasta después de las elecciones europeas. Fuentes socialistas reconocen a THE OBJECTIVE que las elecciones «no van a ir bien» y el resultado necesitará de un cortafuegos para encajar el golpe. Los socialistas no son ajenos al desgaste que la amnistía tiene entre sus votantes, que reflejan múltiples encuestas, y la dificultad para pasar página con la coincidencia temporal de la tramitación parlamentaria con la campaña europea de junio. «Claro que la amnistía tiene coste para nosotros», admiten
Fuentes de Moncloa admiten que «estamos en el peor momento y tenemos mucho tiempo para remontar». Cinco meses de margen para la remontada en los que el PSOE confía en que «baje el suflé» y el PP fracase en su intento de estirar la ofensiva contra la amnistía. Pero sus esperanzas se entonan con la boca pequeña a sabiendas de que las ultimas elecciones que se celebrarán en 2024, tras las gallegas y vascas, «serán las peores para nosotros».
Los cambios, después del 9-J
Motivo por el cual, Pedro Sánchez ya ha deslizado su intención de adelantar el congreso federal a octubre del 2024 para «hacer una remodelación profunda si vienen mal dadas». Si esto ocurriera, se empieza a verbalizar también la posibilidad de una nueva crisis de gobierno tras las europeas, no sólo para tomar impulso, sino para dar salida a los miembros del Gobierno que pudiera aspirar a un puesto de comisario europeo, perfiles en los que se ubica a Teresa Ribera y Luis Planas.
Sea como fuere, Pedro Sánchez pretende reforzar a su núcleo duro y premiar a quienes han sostenido sobre sus hombros el peso de la negociación que logró alumbrar la investidura de su presidencia del Gobierno. Entre ellos, los dos perfiles más fortalecidos son los de María Jesús Montero, la vicesecretaria general recientemente ascendida a vicepresidenta del Gobierno con quien Sánchez está «muy agradecido a su labor en la negociación» con los independentistas. Pero también al secretario de Organización, Santos Cerdán, el hombre de la foto con Puigdemont en Bruselas pero también el de la negociación callada y discreta que ha conseguido mantener en la opacidad en las conversaciones con el objetivo de que llegaran a buen puerto.
A día de hoy, los más estrechos colaboradores del presidente dan por hecho que ambos se mantendrán en sus puestos y alaban el buen papel desempeñado por Cerdán en la Organización del partido, lo cual no es impedimento para que un mal resultado en las europeas haga saltar por los aires la estructura del partido. El PP augura que van a emular la gesta de 1994, cuando los populares sacaron 10 puntos a sus rivales socialistas: un 40,12% respecto a un 30,79%. Un anticipo de la victoria de José María Aznar en 1996, después de que Felipe González adelantara las elecciones antes del tercer año de legislatura por no lograr sacar los presupuestos. Los populares acarician ahora ese capítulo de la historia esperanzados con erosionar la incipiente legislatura de Pedro Sánchez.