Albares acompañará a Felipe VI a la toma de posesión en Guatemala tras el desplante a Milei
El ministro retoma la práctica habitual de viajar con el Rey a este tipo de actos en Iberoamérica
Felipe VI y José Manuel Albares en la toma de posesión del brasileño Lula da Silva. | Casa Real
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, acompañará a Felipe VI a la toma de posesión del nuevo presidente de Guatemala, el progresista César Bernardo Arévalo, el próximo domingo 14 de enero, según ha adelantado la web especializada The Diplomat in Spain y ha podido confirmar THE OBJECTIVE en fuentes diplomáticas.
El jefe de la diplomacia retoma, de esta forma, la costumbre de acompañar al Rey en este tipo de actos en Iberoamérica tras el desplante con el presidente argentino, Javier Milei, en diciembre. Albares alegó entonces que tenía que presidir una reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE en Bruselas para excusar su ausencia, si bien el Ejecutivo declinó enviar a un ministro junto a Felipe VI o a alguno de los presidentes del Congreso o Senado como ha ocurrido en el pasado en algunas tomas de posesión. Finalmente, se decantó por el entonces secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Fernández Trigo, en un evidente desprecio por la figura del nuevo presidente argentino.
Además, se dio la circunstancia de que el monarca viajó poco después, el 18 de diciembre, sin ministro de jornada a las exequias del emir de Kuwait, el jeque Nawaf Al Ahmad Al Sabah. En esa ocasión fue el subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Luis Cuesta, quien viajó con Felipe VI al país del Golfo Pérsico. Es decir, con un rango aún inferior al que hubo en Buenos Aires.
El jefe del Estado ha estado acompañado por otros ministros en este tipo de actos, sobre todo en las recientes tomas de posesión de varios presidentes que se sitúan en el ámbito de la izquierda, como el chileno Gabriel Boric, el boliviano Luis Arce, el colombiano Gustavo Petro o el brasileño Lula da Silva, a las que asistieron el entonces vicepresidente Pablo Iglesias, la actual vicepresidenta segunda Yolanda Díaz o la exministra Irene Montero.
El Gobierno español ha seguido de cerca la situación de Guatemala desde la victoria de Arévalo ante los intentos de la Fiscalía del país centroamericano de revertir el resultado de los comicios de agosto, en los que el candidato del Movimiento Semilla consiguió el 60,9% de los votos en la segunda vuelta.
Albares reclamó, por ejemplo, en diciembre que sus colegas europeos diesen el mismo apoyo que Arévalo había tenido de España en los últimos meses. Además, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, conversó el 10 de diciembre con el presidente electo de Guatemala para transmitirle su apoyo y el «más absoluto rechazo» a la actuación de la Fiscalía.
Albares insistió en que los países de la UE debían estar «muy vigilantes para que la voluntad de los guatemaltecos que se ha expresado libremente en las urnas sea respetada y no sean otras instituciones las que intenten revertir una decisión que ha sido democrática y muy clara, en su deseo de avanzar con el nuevo presidente».
El propio Bernardo Arévalo advirtió en septiembre de que la fiscal general, Consuelo Porras, tenía la intención de cometer un «golpe de Estado» en su contra para evitar su llegada al poder. El nuevo presidente basó parte de su campaña electoral en la lucha contra la corrupción. El pasado 14 de diciembre, justo un mes antes del acto de investidura, la Corte de Constitucionalidad de Guatemala emitió un recurso de amparo definitivo, que instaba al Congreso a llevar a cabo la toma de posesión del nuevo presidente.
Casi una decena de jefes de Estado iberoamericanos ya han confirmado su asistencia de la toma de posesión de Arévalo, además de Felipe VI: los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; Chile, Gabriel Boric; Costa Rica, Rodrigo Chaves; Honduras, Xiomara Castro; Colombia, Gustavo Petro; Paraguay, Santiago Peña; Ecuador, Daniel Noboa; y Panamá, Laurentino Cortizo.
