Malestar en el PP por el gol del PSOE con la reforma constitucional de los discapacitados

Diputados del Grupo Popular están convencidos de que el PSOE les ha metido «un gol» con la reforma del artículo 49 de la Constitución para elimininar el término «disminuido» y sustituirlo por «discapacidad» pero con la coletilla añadida de que «se atenderá particularmente las necesidades específicas de las mujeres y los menores«, según han asegurado a THE OBJECTIVE fuentes de esta formación política. Estas fuentes populares advierten de que dar preferencia a mujeres y menores choca con el artículo 14 de la Constitución, que se refiere a la igualdad de los españoles con independencia de raza, sexo y condición.

Este malestar se ha extendido por un sector del grupo parlamentario que no entiende el apoyo a una reforma, que podría ser recurrible, pero que han terminado por aceptar acatando la disciplina del partido: «Ha sido un error y acaban de meter la ideología de género en la Constitución y han dado pie al Tribunal Constitucional para que, a partir de ahora, toda la teoría de la discriminación positiva que ya dijo el Constitucional en su día que era acorde con la Constitución por una interpretación, ahora hay un precepto que establece la discriminación positiva«.

El caldo de cultivo de este malestar no es nuevo, aunque se ha hecho más evidente con motivo de la votación que tuvo lugar este jueves en el Pleno del Congreso de los Diputados. Desde hace días, un artículo en El Debate de Eugenio Nasarre, que fue secretario general del Grupo Parlamentario y secretario general de Educación en el Gobierno de Aznar, viene siendo «muy comentado» entre los diputados, ya que incide en uno los motivos que son objeto de cuestionamiento interno: «Hay un colofón que remata esta nueva versión del artículo 49. Dice así: ‘Se atenderán particularmente las necesidades específicas de las mujeres y los menores con discapacidad’. ¿Qué pretende este precepto, que puede haber una diferencia de trato entre discapacitados por razón de sexo? ¿Se introduce en la Constitución un supuesto de «discriminación positiva» en favor de la mujer discapacitada? ¿Qué «necesidades específicas» tiene la mujer en razón de su discapacidad que no tenga el varón? ¿Esta cláusula es un peaje al neofeminismo imperante?», se cuestiona Nasarre.

Estos diputados críticos con la redacción del artículo acatan la decisión del partido, pero creen que se debería de haber «dado alguna explicación. Se dice, y con razón, que estaba en nuestro programa electoral o al menos en declaraciones públicas hechas por la dirección nacional en otros momentos, y que el que ha aceptado ser diputado con esas declaraciones que se atenga a las consecuencias. En eso no les falta razón».

Uno de los aspectos más cuestionados es que se haya dado protagonismo al Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) en la redacción de este artículo, según señalan las fuentes consultadas. La razón es que hay colectivos dentro de esta asociación que están en contra de algunos párrafos de este artículo, como el que dice que «las personas con discapacidad ejercen los derechos previstos en este Título en condiciones de libertad e igualdad reales y efectivas».  En este punto señalan que no puede haber libertad, porque no están en condiciones de ejercerlas, ni igualdad porque todas las discapacidades no tienen las mismas características.

Las fuentes consultadas ponen el foco en el Cermi, una organización que ha colaborado estrechamente con el Gobierno de Sánchez en aspectos como el cierre de los centros de educación especial, como recoge la Ley de Educación redactada por la exministra Isabel Celaá, y que señalan que está muy vinculado con Podemos. De hecho, Jesús Martín Blanco, que ocupó cargos de responsabilidad en el Cermi, fue nombrado por Podemos en 2021 director general de Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales y Discapacidad.

Desde la dirección nacional, el propio preside presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido el acuerdo, y ha asumido que pueda ser criticado por ello, como así lo señaló minutos después de la aprobación de esta reforma: «Acepto que me critiquen por cumplir mis compromisos porque creo que en esto consiste la política. Acepto que me critiquen por hacer valer mi programa electoral que fue votado por ocho millones de personas en las últimas elecciones. Acepto que me critiquen por querer mejorar la Constitución y, en consecuencia, la política y las instituciones de mi país. Tengo claro cuáles son mis prioridades y lo van a seguir siendo. Mi prioridad es ser útil a los ciudadanos y avalar propuestas razonables. Mi prioridad es cumplir la palabra dada, y lo dijimos durante la campaña electoral. Todas estas críticas las acepto y lamento que no le guste a algunos o que no compartan mi postura, pero les aseguro que volveremos a hacer lo que hemos hecho y nos sentimos orgullosos de ello».