El PP frustra el plan de Susana Díaz para ser profesora de Política en la Universidad Carlos III
La expresidenta andaluza rechaza al puesto que había conseguido por el aumento de las sesiones plenarias en el Senado
Susana Díaz durante una sesión plenaria en el Senado en octubre. | A. Pérez Meca (Europa Press)
La estrategia del PP de convertir el Senado en un contrapeso del Congreso ha trastocado los planes de Susana Díaz. La expresidenta andaluza, que hace unos años comenzó a aparecer en televisión como tertuliana, pretendía reinventarse como profesora universitaria, aunque sin abandonar su acta en la Cámara Alta. Acaba de superar un proceso selectivo en la Universidad Carlos III y esta misma semana comenzaba a impartir clases a los alumnos de tercero del grado de Ciencias Políticas. Ha tenido que rechazar al puesto porque los populares pretenden aumentar las sesiones en la Cámara territorial, donde cuentan con mayoría absoluta.
«Está muy disgustada», reconoce el entorno cercano de Díaz. La dirigente socialista ha impartido varias clases magistrales durante los dos últimos años y llevaba tiempo orientando su currículo a la docencia. Cuando la Universidad Carlos III lanzó el 10 de noviembre una convocatoria para contratar personal docente e investigador no dudó en presentarse. Era una de las 15 aspirantes a la única plaza de Sistema Político Español que se ofertaba, y la que consiguió llevarse el gato al agua según la resolución del pasado 19 de enero.
Díaz ya tenía grupo asignado. Iba a dar clases en el Campus de Getafe los lunes, miércoles y jueves de 13.30 a 16.00 horas. Sin embargo, este último día entraba en colisión con la decisión del PP de habilitar los jueves para celebrar plenos en el Senado. Los de Alberto Núñez Feijóo han ampliado el calendario de dos a tres sesiones mensuales para igualar la actividad parlamentaria en el Congreso, aunque los miembros del Gobierno solo están obligados a dar cuenta de su gestión una vez al mes en la Cámara Alta.
La renuncia de Díaz
La mayor carga de trabajo en el Senado suponía un obstáculo a los planes de Díaz, que llegó a solicitar sin éxito a la universidad un cambio de horarios. Ante ese escenario, la expresidenta andaluza decidió presentar su renuncia el pasado miércoles, solo unos días después de que le adjudicaran el puesto. «Es muy responsable y sabía que podía faltar algún jueves. No quería fallarle a sus alumnos. De todas maneras, seguirá colaborando con clases magistrales», afirman desde su entorno.
La institución pública madrileña, fundada en 1989 por el socialista Gregorio Peces-Barba, convocó a finales de año más de un centenar de plazas. No son puestos fijos, sino fichajes temporales que tratan de paliar el déficit de docentes con profesionales que aportan experiencia práctica en un ámbito concreto. Es el caso de Díaz con la política, donde ha sido consejera y presidenta de la Junta de Andalucía, diputada nacional y ahora senadora por designación autonómica. Para ser profesor asociado es necesario un contrato de jornada completa en otra entidad.
Díaz fue la elegida entre un total de 15 aspirantes para impartir la asignatura de Sistema Político Español en el segundo cuatrimestre. Algunos subrayan la baja puntuación obtenida, 65,87 puntos sobre un total de 100. Los criterios de investigación y formación se contabilizan con un máximo de 20 puntos. Los méritos de la dirigente socialista en ese aspecto son escasos, apenas un puñado de artículos en una revista que ni siquiera está indexada, subrayan las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE.
Los méritos de docencia se valoran con hasta 20 puntos, aunque en ese campo la expresidenta andaluza no cuenta con una vasta trayectoria. En cambio, la experiencia profesional se puntúa con un máximo de 60 puntos, lo que supuso el espaldarazo definitivo para Díaz. Sus clases no tenían que afectar a su labor política, ya que son compatibles con su acta de senadora. Sin embargo, la decisión del PP de aumentar la carga de trabajo en el Senado, algo que permite el artículo 36 del Reglamento de la Cámara Alta, le ha apartado por el momento de la enseñanza.
Colaboradora en televisión
En teoría, la plaza será ocupada por el siguiente candidato, un extremo que no ha confirmado la Universidad Carlos III, que ha evitado pronunciarse a este diario. Algunos de los aspirantes ponen en duda el proceso. Incluso apuntan a la cercanía de los coordinadores del departamento, Ignacio Jurado y Sandra León, con el PSOE. De hecho, ella fue directora general de la Oficina del Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil con Pedro Sánchez.
La expresidenta andaluza, que se enfrentó al presidente del Gobierno en las primarias del partido, sabe que ha dejado de ser intocable. Así se lo hicieron saber este verano algunos dirigentes de su partido.
Ya lo vivió en sus carnes el pasado 30 de mayo, cuando fue relevada como miembro de la Diputación de la Permanente de la Cámara Alta. Sucedió solo un día después de que Sánchez convocara elecciones. Díaz apuntó al secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, como la persona que decidió su relevo, aunque afirmó que no tenía «nada que discutir» porque «ni pregunto cuando me ponen en los sitios ni cuando me quitan».
Unas declaraciones que realizó en un programa de televisión en el que colabora. Díaz comenzó a participar en Todo es mentira, de Cuatro, en septiembre de 2021, tras perder las primarias del PSOE de Andalucía frente a Espadas y abandonar el acta de parlamentaria. Fue su primera aparición en los medios de comunicación como tertuliana, que luego se ha extendido a otros programas y cadenas, como Antena 3 y Telecinco.
