El Congreso tumba la ley de amnistía tras la falta de acuerdo entre PSOE y Junts
El rechazo de la proposición de ley daría un mes para volver a negociar y cambiar el texto en comisión
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. | Europa Press
Fumata negra en el Congreso. Los diputados han rechazado la proposición de ley de amnistía con 171 votos a favor y 179 en contra, debido a la incapacidad del Gobierno de llegar a un acuerdo con Junts, cuyos siete parlamentarios han decidido rechazar el texto actual después de que el PSOE votara en contra de todas sus enmiendas, entre las que se incluía que el terrorismo o el delito de traición quedasen cubiertos por esa medida de gracia. Sin embargo, esto no supone el final para la polémica ley: ahora la iniciativa legislativa se devuelve a la Comisión de Justicia donde, en el plazo de un mes, se deberá negociar y aprobar un nuevo texto para someterse a un segundo intento —esta vez definitivo— de aprobación en el hemiciclo.
Antes de llegar a la votación final, el rechazo del partido de Carles Puigdemont a la amnistía que teóricamente debe beneficiar precisamente al expresidente catalán, fugado a Bruselas en 2017 tras el referéndum del 1-O, ha ido cristalizando a lo largo de este martes en diversas declaraciones públicas y privadas. Y es que Junts había ido anunciando que si la redacción de la ley no se modificaba para evitar «agujeros» que pusieran en riesgo su aplicación a todos los independentistas, sus diputados no iban a apoyar la iniciativa en la votación de conjunto definitiva.
Una posición que confirmó la propia líder parlamentaria del partido, Miriam Nogueras, quien en su intervención en la Cámara Baja deslizó de forma velada su voto en contra al asegurar que «Junts no puede participar en dejar a todo el indedependetistano catalán expuesto a la arbitrariedades d la cúpula judicial politizada española ». Eso sí, Nogueras aseguraba también que «esta ley es un buen punto de partida», pero «ustedes saben que esta ley tiene agujeros por donde la justicia prevaricadora española puede dejarla en papel mojado».
Una intervención en la que Nogueras ha quemado las naves en la interlocución con el Gobierno, a quienes acusó de «tener miedo» ante los «jueces prevaricadores». Como ya ocurrió en anteriores debates, la portavoz de Junts ha cargado contra «la cúpula judicial» citando con nombres y apellidos a los magistrados Manuel Marchena, Manuel García Castellón y el juez Joaquín Aguirre, que reactivó este lunes el caso Volho para imputar a Puigdemont de alta traición.
«Parece que vamos a pasar un mesecito más en comisión», agregaban en privado fuentes del PSOE a THE OBJECTIVE, a pesar de que el elegido para intervenir en el debate en el hemiciclo, el diputado Francisco Aranda, había defendido con fuerza la proposición de ley. «El Estado de derecho es fuerte y robusto. España ni se rompe ni se va a desgajar, llevan con esta cantinela 30 años» ha arrancado su intervención, para luego asegurar que «aquí unos hacemos políticas y otros, teatro».
Pero la confirmación definitiva de que la ley no iba a seguir adelante tal y como está llegaría un rato después, cuando el pleno del Congreso rechazaba las enmiendas que Junts y Esquerra Republicana (ERC) aún mantenían vivas, con lo que la redacción de la iniciativa socialista seguía su tramitación igual que salió la semana pasada de la Comisión de Justicia y auguraba precisamente esa falta de acuerdo con Junts que ha confirmado la votación final. Por su parte, el otro lado del Gobierno, Sumar, ha fluctuado entre la abstención y el voto a favor de las enmiendas.
La ley vuelve a comisión
La proposición de ley se ha sometido por tanto este martes a dos votaciones generales en el Pleno del Congreso, una sobre el dictamen aprobado por la comisión y otra por su rango orgánico. Y los de Puigdemont sí han permitido superar la primera, donde bastaba mayoría simple, porque si no se hubiese aprobado el dictamen la ley sería rechazada sin opción a dar una segunda oportunidad.
Es decir, que aunque Junts ha retirado el apoyo para la votación orgánica, la del listón mínimo de los 176 votos, sí que ha abierto el camino, con su voto favorable al dictamen salido de la Comisión de Justicia del Congreso, a que el texto siga con vida un poco más. En concreto, gracias al artículo 131 del Reglamento del Congreso, con esta decisión el dictamen aprobado por el Pleno volvería a la Comisión de Justicia para que, en el plazo de un mes, se debatieran los cambios pertinentes y se llevase al hemiciclo un nuevo texto para un segundo intento.
Todo ello retrasaría un mes la tramitación de la iniciativa del PSOE, pero al menos permitiría al PSOE y los independentistas introducir nuevos cambios en la redacción vía enmienda transaccional, sin necesidad de contar con el permiso unánime que se exige en el Pleno del Congreso. Eso sí, si la Ley de Amnistía vuelve al Congreso y es rechazada por segunda vez, decaería toda la tramitación parlamentaria de la proposición de ley.
