Podemos asume su debacle en Galicia y afirma que toca recomponer el partido
Los morados creen que los resultados serán diferentes en las elecciones del País Vasco
Podemos ha admitido que los resultados obtenidos en las elecciones en Galicia, donde cosechó solo un 0,26% del voto, es «elocuente» y asume que partían de una situación «muy difícil», y que ahora toca «recomponer» el partido tanto en Galicia como en el conjunto del país.
Así lo ha trasladado el secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, en rueda de prensa para remarcar, no obstante, que esa primera prueba de cara a su reconstrucción será el País Vasco, donde la situación es diferente dado que sí tienen presencia institucional, arraigo territorial y un proyecto «consolidado» durante años.
Durante su comparecencia, Fernández ha admitido que a Podemos le toca reflexión y ha apuntado también que la concentración de voto en el BNG no ha sido suficiente para conseguir el cambio político, ni tampoco una posible alianza con Sumar habría alterado el resultado. Y también ha lanzado que el prolongado debate sobre la amnistía a los procesados por el ‘procés’ también ha influido para desmotivar al electorado de izquierdas.
La marca de Podemos estaba «diluida» en Galicia
Fernández ha desgranado que el balance de los comicios gallegos para Podemos es «claro», al ser incluso superado por el PACMA, aunque ha justificado que a esos comicios llegaban con una situación «complicada», donde han encargado una campaña con falta de recursos y medios, además de asumir que la marca de Podemos estaba «diluida» tras concurrir durante una década con otras denominaciones, ya sea En Maria y Galicia en Común.
Por tanto, Fernández ha insistido en que han estado «lejos» de alcanzar un resultado «válido» y «adecuado», que deben revertir en las otras etapas del nuevo ciclo electoral como son las elecciones en el País Vasco y sobre todo las europeas, la gran apuesta del partido para tratar de rearmarse. El dirigente del partido morado ha asumido que a Podemos ahora le toca «ser capaces de motivar» y «movilizar» al electorado, dado que una de las cuestiones clave que aprecia en estos comicios es la «abstención» del electorado más vinculado a la izquierda.
«Tenemos que hacer una reflexión y tenemos que acertar con un mensaje que consiga motivar, que consiga ilusionar y que consiga que la ciudadanía vaya a las urnas a votar a Podemos», ha insistido para agregar, cuestionado por si la disputa con Sumar ha podido deprimir a los votantes progresistas, que un factor clave para mejorar es «dejar de hablar de ellos mismo», en referencia a la vida interna de los partidos, y plantear un discurso centrado en las necesidades de la gente.
La amnistía no ha favorecido
A su vez, el secretario de Organización de Podemos ha lamentado que pese a los «esfuerzos del electorado progresista» en las elecciones gallegas, concentrando voto en el BNG, el PP de los «recortes salvajes», el «deterioro de los servicios públicos» y la «corrupción» salga «reforzado» de esta cita con las urnas. Tras incidir en que esto es una «pésima noticia» tanto España como en Galicia, esa dinámica de voto útil en torno al BNG tampoco es suficiente y ha disertado que al bloque progresista le «falta valentía y ambición».
Es más, ha lanzado que llevar seis meses hablando de la amnistía tampoco ha favorecido a la izquierda y que es necesario centrar el mensaje político en vivienda, transporte público y reducir los precios de los alimentos. En las filas del partido asumían que apenas tenían opciones de sacar representación, pese a que el único elemento positivo a su juicio es el desempeño de su candidata Isabel Faraldo, que emerge como referente para intentar recomponer al partido.