Díaz solivianta a Sumar con los horarios en la hostelería: «Es para no hablar de la trama»
Díaz defiende que los restaurantes reduzcan sus horarios y sortea una polémica sobre su tibieza ante el ‘caso Koldo’
Yolanda Díaz | Europa Press
Yolanda Díaz viajó la semana pasada a Estados Unidos y a la vuelta anunció una propuesta que cayó como un rayo en su propio partido. «No es razonable que un país tenga abiertos sus restaurantes a la una de la madrugada», dijo la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, e insistió: «Es una locura pretender seguir ampliando los horarios hasta no sabemos qué hora». Las declaraciones de Díaz no han sentado bien en sectores sindicales afines a Sumar, según admiten fuentes de la formación. Los socios regionales han apostado por un perfil bajo. «Se han enfadado los trabajadores», admiten en Sumar, donde también apuntan a una estrategia para despistar de la falta de contundencia en el caso Koldo. «Es una huida hacia adelante para no hablar de la trama», sostienen.
Los sindicatos llevan tiempo preocupados por la deriva que está tomando la ministra. Este diario ya adelantó que pidieron frenar el choque frontal con la patronal. En las centrales sindicales, tanto CCOO como UGT, hay quien habla directamente de «ocurrencias» de la ministra, que asocian a su afán de ganar visibilidad. Pero creen que con la propuesta de limitar los horarios nocturnos de la hostelería, Díaz ha vuelto a patinar.
«Se han enfadado los trabajadores: el problema es el salario en la hostelería y los turnos, no cuándo se entra o termina de trabajar. Los sindicatos quieren que se siga contratando y que se pague más, no que cierren los restaurantes», admiten desde las entrañas de Sumar, donde muchos se preguntan en qué momento la vicepresidenta estudió su planteamiento y quién la asesoró. Los demás socios, agregan, están manteniendo un perfil bajo: «No pueden salir a defenderla porque es indefendible», zanjan.
«Una palmadita de Sánchez»
Incluso en Sumar admiten que Díaz «busca un foco», pero creen que esta polémica «no va en ningún lado». «Yolanda se ha metido en un charco porque no tenía otra cosa, ya no puede atacar a la patronal», sostienen fuentes activas en los partidos que apoyan a la ministra. Lo único que ha logrado Díaz, admiten, es que el Gobierno «respire» ante el alud de titulares por el escándalo de corrupción vinculado a la trama integrada por personas de confianza del exministro José Luis Ábalos, que puede afectar directamente también a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y al ministro Ángel Víctor Torres. «Se habrá ganado una palmadita de Sánchez, pero con una frase ha perdido 20.000 votos», sostienen los más preocupados en Sumar por las declaraciones de Díaz.
Según las fuentes consultadas, las declaraciones de la ministra chocan con la realidad del tejido español, centrado en el sector de los servicios y el turismo. «Esta polémica la sitúa (a Yolanda Díaz) en muy mal lugar», aseguran, porque, avisan, estas «ocurrencias» amenazan con hacer olvidar el trabajo realizado en otros ámbitos. «Cuando no eres nadie, te puedes permitir cosas así, para que hablen de ti, pero si eres vicepresidenta debes tener cuidado, porque al final la gente no se va a acordar del salario mínimo».
Perfil bajo de los socios
El grueso de los partidos que apoyan a Sumar han guardado, de hecho, el silencio. Y quien ha hablado lo ha hecho con algunos matices. Es este por ejemplo el caso de Enrique Santiago, el líder del PCE, que apoya a través de IU a Sumar y Díaz. «Los y las trabajadoras de hostelería también tiene derecho al ocio y a ver a sus hijo/as y familia por la noches. Quizás si se pagara debidamente el complemento de nocturnidad, las jornadas interminables en la hostelería se reducirían a las necesarias», ha afirmado. Santiago, en definitiva, vuelve a incidir en el argumento de que lo esencial es abordar el tema del salario, incluso por encima de la hora de cierre de los restaurantes.
Las fuentes consultadas llegan incluso a ironizar sobre la procedencia de Díaz. En Ferrol, sostienen, la puesta del sol en verano llega pasadas las diez de la noche, por lo que obligar los restaurantes a cerrar sobre las once, en línea por ejemplo con lo que ocurre en Francia o Alemania, conduciría al fin de actividad de miles de locales. Todo ello sin hablar de las temperaturas en Andalucía o Murcia en verano, que obligan a los restaurantes a ampliar sus horarios hasta la noche.
Dimisión de Armengol
Solo los más optimistas creen que con sus declaraciones Díaz ha logrado encender un debate que aspira a converger en asuntos como la conciliación laboral. «Para eso queremos reducir la jornada laboral, pero eso sí, respetando los derechos laborales. Cualquier trabajador que trabaje a partir de las 10 de la noche, en cualquier servicio, cualquier profesional de la comunicación, personal sanitario, cualquier profesional de una siderurgia que trabaje en turno de noche, sabe perfectamente que conlleva riesgos para su salud. Por tanto, dejemos de frivolizar con estas materias que son muy serias para la vida de los trabajadores», dijo el lunes en TVE.
Al mismo tiempo, Díaz ha podido sortear el malestar interno por su posición ante el caso Koldo y las demás derivadas políticas. En Sumar, admiten las fuentes consultadas, existe «mucho malestar» por la falta de contundencia de Díaz ante lo ocurrido durante la pandemia. Díaz y sus ministros proponen intensificar las medidas contra la corrupción, pero tardaron en pedir la dimisión de Ábalos y ahora no se pronuncian sobre Armengol.
Esta posición tibia amenaza con generar una ruptura con la militancia y las bases de Sumar y de los demás partidos alineados. «Hay mucho malestar interno por su falta de contundencia, debería pedir la dimisión de Armengol, porque hay datos de imputación directa, y en esto se sabe cómo empieza y no se sabe cómo acaba», afirman las fuentes que piden una posición dura ante la corrupción. Aun así, a nivel oficial, el partido defiende a Armengol. Aboga por la «calma» al no estar investigada.
