El Gobierno señala a China y Rusia como los principales autores de injerencias extranjeras
Seguridad Nacional alerta del uso que ambos países hacen del poder blando, la capacidad de valerse de medios culturales e ideológicos
El director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Óscar López, comparecerá este martes en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional en el Congreso para presentar el Informe de Seguridad Nacional de 2023, que alerta sobre las principales amenazas a las que se enfrenta España, como la injerencia de Rusia y China. Entre otros asuntos, llama la atención sobre un aumento de la actividad de las acciones de los servicios de Inteligencia hostil en 2023, que ya se sitúa en los niveles previos a la pandemia.
El informe, recogido por Europa Press, constata este incremento después de que la edición de 2022 revelara una fuerte caída de los servicios de inteligencia extranjeros –la menor de los últimos diez años– como consecuencia de la expulsión de 27 diplomáticos rusos de España en el marco de las medidas consensuadas en la Unión Europea tras la invasión de Ucrania.
El trabajo afirma que el escenario geopolítico actual y, especialmente la invasión rusa de Ucrania, ha elevado «considerablemente» el interés por obtener Inteligencia estatal de Occidente. El objetivo es poseer una ventaja estratégica a nivel político, militar y diplomático y el aumento se explica por el incremento de los ciberataques que esta Inteligencia hostial lleva a cabo contra administraciones y organismos públicos españoles.
Seguridad Nacional apunta fundamentalmente a Rusia y China como los países que llevan a cabo espionaje e injerencias en España y alerta del uso que ambos países hacen del poder blando, es decir, la capacidad de valerse de medios culturales e ideológicos. De Moscú, señala que ha incrementado la explotación de este poder, principalmente en los ámbitos culturales, académicos y digitales, en actividades híbridas especialmente dirigidas a las generaciones jóvenes.
Además, Rusia ha continuado apoyándose en herramientas híbridas tradicionales, como agentes de influencia, ONG y asociaciones prorrusas, en 2023. En el contexto de la guerra en Ucrania, Rusia ha dirigido sus operaciones a «desestabilizar» el apoyo de España a la OTAN, según el informe. No obstante, Seguridad Nacional reconoce que la expulsión de 27 diplomáticos rusos en 2022 «disminuyó significativamente» la capacidad de operar sobre territorio europeo.
Sobre China, Seguridad Nacional avisa de que su Inteligencia sigue «muy activa» en la obtención de información sobre decisiones de la UE y de la OTAN, especialmente las relativas a la posición del bloque en temas de interés para Pekín y a la posible proyección de la Alianza Atlántica en el ámbito Indo-Pacífico. El modus operandi es captar y dirigir desde China a fuentes europeas próximas a los ámbitos mencionados.
Por otro lado, el informe constata un crecimiento continuado en el empleo de agentes «no tradicionales» por parte de la Inteligencia china, tanto para la obtención de información, sobre todo en el ámbito científico y tecnológico, como para la injerencia en decisiones de la Administración que afecten a sus intereses.
El informe de Seguridad Nacional también advierte sobre la capacidad de China para construir «redes de influencia en las altas esferas del poder político y económico, con capacidad para ejercer presión sobre temas de especial interés o sensibilidad». Estas actividades son más exitosas al combinarse con otras, dice el trabajo, citando el uso de la colonia china residente en España, el poder blando en el terreno sociocultural o la recepción de inversión china que pueda suponer una oportunidad económica para España.
La digitalización, una oportunidad para estos actores
El trabajo ve la digitalización de las organizaciones como una oportunidad para que los servicios de Inteligencia hostiles empleen nuevos procedimientos de obtención de información de forma «muy eficiente y segura». Se centra en las redes gubernamentales.
En este sentido, Seguridad Nacional dedica un apartado al ámbito del ciberespacio, y se ocupa de la desinformación y los ciberataques. Sobre desinformación, de nuevo, señala a «varios medios propagandísticos rusos o chinos» como responsables de difundir operaciones de desinformación e influencia para injerir en la opinión pública y el proceso de toma de decisiones políticas en España y en el seno de la UE. Estas campañas están focalizadas en procesos electorales, en el posicionamiento de sectores económicos o estratégicos o en la imagen internacional de las potencias y sus relaciones exteriores.
Con la guerra de Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás como telones de fondo, el trabajo constata un incremento de las «narrativas antioccidentales, antieuropeas y también, en ocasiones, antiespañolas en foros multilaterales», sobre todo en Nacionaes Unidas.
Rusia lanza sus campañas de desinformación «de manera oportunista» usando la guerra de Ucrania y el conflicto en la Franja de Gaza. Con el primero «manipula» el apoyo de España a Ucrania para introducir en el debate público «dudas» sobre la pertenencia de España a la Alianza Atlántica.
En el caso del conflicto en la Franja de Gaza, Moscú usa «cualquier» apoyo a Israel para «proyectar» a Occidente como un colectivo que «respalda acciones con fines imperialistas y neocolonialistas» para menoscabar la credibilidad de la UE y en la ayuda que se proporciona a Ucrania.
Asimismo, Moscú extrapola esta retórica a África y América Latina, donde el Kremlin quiere presentarse como un «aliado fiable, desplazar la influencia occidental y aislar al bloque de la UE y países afines del resto de la comunidad internacional», según destaca Seguridad Nacional. En el caso concreto de España, el trabajo desvela la intención de Rusia de difundir una imagen «distorsionada» de la migración en el Mediterráneo y de la situación en Ceuta y Melilla.
Mensajes de rechazo a EEUU
En el caso de China, los medios oficiales y sus propagandistas en castellano de redes sociales han ampliado muchas de las narrativas prorrusas y se ha producido «una confluencia» de los mensajes, basados fundamentalmente en expresar rechazo a Estados Unidos y al orden internacional vigente, según el informe.
Sobre los ciberataques, Seguridad Nacional destaca un aumento en el número, frecuencia, sofisticación y severidad de su impacto. Advierte de que los atacantes cada vez tienen mayores capacidades técnicas y operativas y se aprovechan de la «alta dependencia» de la sociedad de las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como de la gran interconectividad entre sistemas y actores.
Por la guerra de Ucrania se ha producido un incremento de la actividad de grupos hacktivistas y el informe menciona concretamente a los prorrusos y específicamente al prorruso Noname056 y sus aliados, que señalaron a España como objetivo de sus acciones.
El de 2022
Está previsto que Óscar López también aluda a la edición del informe correspondiente a 2022, que advierte sobre un aumento de campañas de desinformación en España atribuido a «la órbita del Kremlin».
En concreto, el documento alerta de las campañas de desinformación como uno de los elementos de las estrategias híbridas de actores estatales y no estatales y subraya la necesidad de su detección. Pese a la dificultad de atribución, el informe señala directamente al Kremlin como autor de herramientas de desinformación, con el apoyo a movimientos extremistas o ataques a la credibilidad de las instituciones públicas.
De hecho, considera las campañas de desinformación y la ciberseguridad como parte de los mayores riesgos para España durante los próximos cinco años.