El anuncio de Sánchez hace estallar la campaña catalana: Junts y ERC temen que refuerce a Illa
Dimita o no, los independentistas creen que obliga a cambiar su guion de campaña porque coloca a Sánchez en el centro
El candidato del PSC a la Generalitat, Salvador Illa. | Europa Press
El anuncio de Pedro Sánchez para reflexionar sobre su dimisión se ha producido a las puertas de la campaña electoral catalana. Este viernes 26 de abril se inicia oficialmente y, a la espera de lo que suceda el lunes, fecha prevista para que el presidente del Gobierno informe sobre su decisión, las fuentes políticas consultadas por THE OBJECTIVE dan por hecho que alterará gran parte del discurso y estrategias que elaboraron desde sus partidos. En un escenario en el que todo apunta a que el PSC de Salvador Illa ganará las elecciones -pero con la incógnita de si podrá gobernar- en Junts y ERC temen que esta giro de guion refuerce al candidato socialista, al enmarcar el debate público en una suerte de «plebiscito» entre Sánchez o la derecha.
En la hipótesis de que Sánchez decida continuar en el cargo, en Cataluña nadie duda de que se someterá a una moción de confianza antes de las elecciones catalanas. Y sería una forma de de desenmascarar el discurso de «plantar cara al Gobierno», que vindica Puigdemont, si se ve obligado a votar a su favor o a abstenerse, explican estas fuentes. En paralelo, aunque el presidente catalán, Pere Aragonès, ha argumentado no debe someterse a una cuestión de confianza, ERC y su jefe de filas en Madrid, Gabriel Rufián, ya han dejado a entender que se mantendrán del lado del jefe de Gobierno. «Esto pasa factura a ERC, donde gran parte de su voto se puede ir a Illa», alertan las fuentes consultadas.
Este escenario en el que Sánchez no sucumbe a las presiones y se mantiene al frente del Ejecutivo, centraría la campaña catalana en un relato muy parecido al de las generales del 23-J: «O Sánchez o la derecha y ultraderecha», sospechan desde ERC y Junts. Un marco de debate que dio sus réditos en Cataluña, donde el PSOE y Sumar fueron los partidos más votados ante el temor de un gobierno de PP y Vox.
Al mismo tiempo, el caso Koldo y la intención de Junts y ERC de erosionar a Illa por su gestión durante la pandemia quedarían relegados a un segundo plano y los catalanes irían a las urnas para defender a un presidente que dé «una lección» a la derecha política y a sus medios de comunicación. En definitiva, sería una estrategia para victimizarse de los presuntos ataques de jueces, medios y del Estado. En Junts, añaden, no están dispuestos a sucumbir a la lógica «de las izquierdas», aunque admiten que «no les interesa que Sánchez se vaya antes de la amnistía».
Illa queda blindado
Todas las proyecciones demoscópicas, como el CIS de este jueves, dan a Illa como vencedor de los comicios, con hasta diez escaños de ventaja. La disputa se ubica en la segunda plaza, en una pugna entre los de Carles Puigdemont y los republicanos. Un nuevo Parlamento sin mayoría independentista, donde cualquier pacto pase por el PSC, había incentivado las especulaciones sobre posibles pactos postelectorales. Como informó este periódico, un sector de Junts preparaba el terreno para pactar con el PSC con el fin de no verse relegada en la oposición con un nuevo tripartito de izquierdas.
Sostenían, las fuentes consultadas, que en ningún caso «ERC haría caer a Sánchez en Madrid». Sin embargo, Junts, y su líder Puigdemont, no dudarían en romper con el bloque que apoya al Gobierno en el Congreso si Illa era investido como president. Es en esta cuestión donde sectores de Junts no se fían de que el anuncio de Sánchez sea solo una estrategia.
En el escenario de que Sánchez finalmente dimita, apuntan los posconvergentes, Illa tendría el camino despejado para pactar con ERC en la Generalitat sin el temor de que Junts les retirase su apoyo en Madrid. «Nosotros tenemos un público que entiende que podamos hacer caer a Sánchez y ERC no», resume otra fuente. De esta posibilidad son conscientes en el PSOE. Además, no excluyen que una victoria del PP en las elecciones europeas pondría a Sánchez y su gobierno en una situación de mayor fragilidad.
Sea cual sea el escenario final, con Sánchez o sin él, en ERC y Junts saben que el presidente se ha ubicado en el centro de la campaña electoral catalana y que deberán adaptarse a la nueva coyuntura dejando atrás el guion que habían planteado.
