Moncloa destituye a la directora del Instituto de las Mujeres por los puntos violeta
Las empresas que comparte con su pareja recibieron 64 contratos públicos de Ayuntamientos socialistas
El Gobierno ha cesado este martes en el Consejo de Ministros a Isabel García como directora del Instituto de las Mujeres por la polémica sobre los puntos violeta, según recoge EFE. La implicada, que ha estado envuelta en diversas polémicas durante su mandato, será sustituida por la socióloga Cristina Hernández.
Moncloa toma esta decisión tras conocerse que las empresas que comparte con su pareja, Imber Consultoría de Igualdad S. L. y Elig consultoría política de igualdad y diversidad S. L., recibieron 64 contratos públicos de Ayuntamientos gobernados por el Partido Socialista para gestionar los puntos violeta contra la violencia de género y para actividades de igualdad y feminismo, con los que habría facturado alrededor de 250.000 euros.
El origen del escándalo
El pasado 16 de julio, el diario El Español publicó un artículo en el que aseguraba que la actual directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García Sánchez, y su pareja, Elisabeth García, habían obtenido al menos 64 contratos de ayuntamietnos del país para gestionar los Puntos Violeta.
Desde 2002, la facturación de las empresas lideradas por la juzgada y su pareja han soobrepasado los 250.000 euros. Elig Consultoría de Igualdad y Diversidad e IMBER Consultoría de Igualdad han sido las sociedades usadas por García y su pareja para lograr las 64 adjudicaciones directas. Según la información a la que ha tenido acceso El Español, las dos empresas mencionadas no tienen trabajadores dados de alta y utilizan en la mayoría de las actividades a voluntarios.
Estos espacios están destinados a apoyar y ofrecer ayuda a las víctimas de violencia machista proporcionándoles información y recursos para saber responder o pedir ayuda en una situación de agresión o violencia de género. El Ministerio de Igualdad puso en marcha este proyecto hace años para concienciar a la población e la importancia de la asistencia a mujeres víctimas de violencia de género y difundir información clave sobre cómo se debe actuar en este tipo de situaciones.
La respuesta del Ministerio de Igualdad
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, aseguró el pasado miércoles que pediría explicaciones a la directora el Instituto de las Mujeres tras la publicación del presunto escándalo de corrupción en diveross medios de comunicación.
«Voy a pedir explicaciones esta misma mañana y voy a escucharla», respondió Redondo a preguntas de los periodistas en el Congreso de los Diputados. Inmediatamente después de la petición de la ministra, la imploicada emitió un comunicado en el que aseguraba que cumplía escrupulosamente con la ley y que sus empresas -de las que pasó a tener un porcentaje del 8 % tras ser nombrada directora- no entraban en conflicto de intereses con su cargo. La ministra de Igualdad le concedió tiempo para que se explicara, un plazo que finalmente ha culminado con su cese.
García subrayó el pasado jueves que tenía «la conciencia tranquila» y «la certeza de haber hecho las cosas bien», así como que tanto ella como su mujer han sido «muy escrupulosas en sus actuaciones profesionales» y que ninguna de esas empresas ha recibido nunca «un solo contrato del Instituto de las Mujeres». También señaló que nunca había realizado gestión o recomendación alguna para favorecer ningún contrato.
Ley trans
La actividad de García ha estado rodeada de controversia desde su nombramiento, que fue criticado por partidos como Sumar y Podemos y por las organizaciones LGTBI debido a sus duras manifestaciones contrarias a la ley trans. Estas entidades exigieron su cese.
En redes sociales, la directora del Instituto de las Mujeres había escrito mensajes en los que negaba la existencia de las mujeres trans y hablaba de «dictadura queer» o de «delirio trans».
De hecho, la Federación Plataforma Trans y Euforia Familias Trans-Aliadas recurrieron ante el Tribunal Supremo (TS) su nombramiento, al considerar que atentaba contra la dignidad y los derechos de las personas trans.
Tal fue la reacción al nombramiento que Redondo tuvo que reunirse con los colectivos LGTBI para asegurarles que su departamento trabajaría siempre en favor de la igualdad de las personas trans.
La propia García expresó entonces por escrito su «absoluto compromiso» con la ley trans y pidió perdón por si alguno de sus «comentarios personales» en el debate previo a la tramitación de la norma ha podido causar «alguna ofensa».
Isabel García contó entonces con el respaldo de la ministra de Igualdad, que pidió un voto de confianza hacia ella y destacó su currículum profesional en defensa de los derechos de las personas LGTBI.
¿Quién es Cristina Hernández?
Su sustituta en el cargo será Cristina Hernández Martín (Ciudad Rodrigo, Salamanca, 1979), Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y Master of Arts (Refugee Studies Program) por la University of East London.
Especialista en políticas públicas de igualdad y violencia de género, ha trabajado como asesora para ONG, entidades públicas y organizaciones políticas y ha sido Profesora Asociada en la Universidad de Salamanca, donde ha impartido las asignaturas de Sociología de las Relaciones de Género y Sociología de los Movimientos Sociales.
De igual modo, ha sido responsable de Formación del Servicio 016 de Información y Asesoramiento en materia de violencia de género. También ha trabajado como asesora en materia de igualdad para el Grupo Parlamentario Socialista y la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. En la actualidad, trabajaba como asesora en el Gabinete del ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.
Irene Montero aplaude el cese de García
La eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad, Irene Montero, ha aplaudido este martes la destitución de la hasta ahora directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, tras la polémica por los contratos que, junto a su pareja, habría obtenido de municipios gobernados por el PSOE para gestionar los Puntos Violeta.
«La directora del Instituto de las Mujeres será cesada pero nunca debió ser nombrada para representarnos a todas. El feminismo se impone a pesar del Gobierno. Qué pena que para el presidente (Pedro Sánchez) no haya sido determinante su transfobia ni casi su corrupción, solo que el escándalo pare», ha escrito Montero en un comentario en X, recogido por Europa Press.