Clavijo «asume» el Sahara marroquí y provoca un terremoto en el nacionalismo canario
En Coalición Canaria saben que dentro de sus propias filas esas palabras van a tener contestación interna
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha provocado este martes todo un terremoto al decir en Rabat que «asume» que España apoye un futuro para el Sahara como autonomía marroquí, porque todo el nacionalismo canario, y no solo su partido, ha sido históricamente prosaharauis.
«Hemos hablado de la situación del Sahara. Sé que eso es noticia y ha quedado perfectamente claro que el Gobierno de Canarias asume enteramente la política del Gobierno de España, como no puede ser de otra manera. Creo que ha generado un espacio y un clima de confianza y colaboración en el que nosotros, como Canarias, queremos profundizar», ha manifestado Clavijo en la capital de Marruecos.
Comparecía en ese momento en rueda de prensa con el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita, con el que se había reunido para pedirle todos los esfuerzos posibles para reducir la salida de las pateras hacia las islas y voluntad política para desbloquear las devoluciones de inmigrantes a su país, incluidos los menores.
Fuentes cercanas a Clavijo han confirmado a EFE que el presidente era plenamente consciente de la transcendencia de lo que decía, del lugar donde pronunciaba esas palabras y de que Marruecos es un socio fundamental para Canarias en muchos ámbitos, no solo el migratorio.
Pero en el nacionalismo canario hay quien se ha sorprendido tanto, que hasta sugería la posibilidad de que los periodistas españoles que trabajan desde hace años en Rabat se hubieran confundido con la traducción del francés. Es lo que ha apuntado, por ejemplo, Luis Campos, portavoz de Nueva Canarias, solo que Clavijo había hablado ante las cámaras de televisión en castellano claro y directo.
En Coalición Canaria también saben que dentro de sus propias filas esas palabras van a tener contestación interna, pero descartan que Clavijo las vaya a matizar ni mucho menos corregir.
Porque, argumentan, como presidente de Canarias, Clavijo no tiene competencia alguna en política exterior y, por lealtad institucional, le corresponde «asumir» la línea marcada oficialmente por España.
Solo que ese apoyo implícito a un futuro del Sahara bajo mandato marroquí choca con el programa electoral de Coalición Canaria, partido del Clavijo es secretario general y que hace solo un año se presentaba a las autonómicas con esta promesa relativa al Sahara:
«Sin perjuicio de la cooperación imprescindible y el respeto mutuo con Marruecos, el Gobierno de España no puede tomar una posición de Estado de forma unilateral respecto al Sahara Occidental. CC seguirá impulsando la necesidad de encontrar, desde el seno de las Naciones Unidas, una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable entre las partes conforme a las diferentes resoluciones de la ONU».
El mismo párrafo figura en su programa de comicios anteriores, tanto en elecciones generales, como en autonómicas de Canarias.
La realidad es que, en Canarias, el compromiso con el referéndum de autodeterminación del Sahara es una opción transversal, que incluye a casi todos los partidos, de izquierda a derecha, y los representantes del Frente Polisario son invitados regularmente a actos y recepciones en cabildos y ayuntamientos.
Sin ir más lejos, en 2021, el Parlamento de Canarias aprobó pedir a Naciones Unidas que promoviera «sin más dilación entre las partes, una solución política justa, duradera y aceptable del conflicto del Sahara Occidental, respetando las resoluciones aprobadas por sus órganos». Y lo hizo por unanimidad, con los votos de PSOE, PP, CC, Podemos, Nueva Canarias y Ciudadanos, entre otros partidos.
Un año más tarde, en marzo de 2022, el entonces senador Clavijo censuraba la decisión del Gobierno de España de apoyar la propuesta de convertir al Sahara una autonomía dentro del Reino de Marruecos. A su juicio, el giro dado por Pedro Sánchez a la posición histórica de España -que el pueblo saharaui decidiera en referéndum- vulneraba «todos los tratados y acuerdos internacionales».
Por ello, exigió conocer el contenido de la carta íntegra que envió Sánchez al rey de Marruecos para restablecer las relaciones entre ambos países, ante la sospecha, decía entonces, de que Canarias se viera afectada por las negociaciones con Rabat.
Sin embargo, el Clavijo que hoy ha acudido a Marruecos a solicitar colaboración es, según recuerdan en su entorno, un representante institucional que sabe que al sur del Sahara, en el Sahel, hay una enorme crisis humanitaria y de seguridad que amenaza con desestabilizar parte de África y que expulsa a miles de migrantes y refugiados cada mes. Una parte de ellos tomará un cayuco a Europa.
Y se ha reunido con un Gobierno al que, al menos, le reconoce este mérito: la situación migratoria en España y la UE sería «inasumible» sin el «enorme esfuerzo» que hace Marruecos para frenar la emigración, según ha dicho Clavijo en Rabat ante Nasser Bourita.