Aldama, a su socio Claudio Rivas: «Por las malas soy igual que tú, un hijo de la gran puta»
THE OBJECTIVE desvela un audio entre el comisionista de la trama Koldo y el ‘cabecilla’ del caso de los hidrocarburos
Víctor de Aldama, cabecilla del caso Koldo, y Claudio Rivas, líder de la trama de los hidrocarburos, establecieron una sólida relación comercial con muchos altibajos personales. El primero de ellos ocurrió el 30 de septiembre de 2022, apenas dos semanas después de que Villafuel SL obtuviera la ansiada licencia de operadora para vender hidrocarburos en España, que ambos habían negociado directamente con Koldo García, e indirectamente con José Luis Ábalos, durante un periodo de dos años. Ese 30 de septiembre se produjo una tensa conversación entre Aldama y Rivas.
Los ministerios de Industria y Transición Ecológica acababan de dar luz verde a la licencia que permitía llevar a la práctica el complejo entramado societario internacional para evadir el pago del IVA en la venta de combustibles a través de la mercantil Villafuel SL y de la portuguesa E F Iber Combustiveis-Distribuição de Produtos Petrolíferos. La primera, administrada por la hermana de Claudio, María Luisa Rivas, había conseguido una licencia que les permitiría vender combustible en el país sin pagar el IVA, una transacción fraudulenta con la que defraudaron 182 millones de euros al fisco. Sin embargo, este triunfo estuvo acompañado de fuertes tensiones entre los socios.
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En un nuevo audio de WhatsApp al que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE, Aldama recriminó a Rivas lo que percibía como una traición y un intento de dejarlo fuera del negocio, un enfrentamiento que refleja la dura competencia y la desconfianza entre los miembros de la trama. En el mensaje, Aldama le advierte a su socio de forma explícita: «Yo por las buenas soy muy bueno, y por las malas, igual que tú, un hijo de la gran puta». Este tono agresivo y desafiante marca un punto de desconfianza, de no retorno en la relación entre ambos. Quedan en evidencia los riesgos y tensiones inherentes a las prácticas ilícitas en las que se encontraban involucrados.
El contexto de esta disputa es fundamental para entender las razones que llevaron a este intercambio de reproches. En las semanas previas, Villafuel SL había conseguido el permiso necesario para operar en el mercado de los hidrocarburos en España, un logro que abría la puerta a una lucrativa actividad económica. La licencia obtenida no solo les permitía comprar combustible sin el gravamen del IVA, sino que también les daba la posibilidad de venderlo con el IVA incluido, lo que generaba una ganancia adicional del 21% en cada transacción. Una operación de fraude masivo al sistema tributario español que suponía un enorme riesgo para los dos socios por el carácter ilícito de la evasión de impuestos a gran escala. Y que se veía agravado por el clima de desconfianza mutuo.
Los empresarios alertaron: «Aldama es un estafador»
Los socios de Aldama y Rivas consultados por THE OBJECTIVE relatan que el origen de la desconfianza fue la celebración de una cacería en la que Claudio Rivas coincidió con otros empresarios que le advirtieron: «Aldama es un estafador». Rivas, viejo conocido de la Agencia Tributaria, que le investiga desde hace años por sus maniobras en el sector de los hidrocarburos, puso en duda la palabra de su socio en un contexto de gran incertidumbre para ambos. Sabían que, con la licencia en sus manos, la posibilidad de hacer grandes cantidades de dinero estaba al alcance, pero también eran conscientes que cualquier desacuerdo podría llevar a que algunos quedaran fuera de la operación. Como explican empresarios que en su momento formaron parte del pacto inicial y que después fueron excluidos, las disputas entre los socios empezaron a surgir debido al miedo de perder la oportunidad de enriquecerse con el fraude.
Precisamente por este motivo, Aldama le echa en cara que se fíe de terceros en lugar de creer su versión. Y le repite un argumento que le ha dicho «mil veces» en otras ocasiones en las que Rivas recibió malas referencias del comisionista. «Si quieres, ten los cojones y hablamos, pero ten los cojones, porque yo siempre me he comportado contigo como un señor y como un amigo, y si tienes a alguien que te está diciendo que te estoy engañando, ¡pónmelo delante, te lo he dicho veinte mil veces, delante!».
«Si tú me arruinas, yo también»
En septiembre de 2022, tras años de reuniones, Villafuel SL finalmente obtuvo la licencia que le permitió operar. En ese momento, las tensiones entre Aldama y Rivas ya estaban al límite. Ambos temían quedar fuera del negocio, lo que generó un ambiente de hostilidad y desconfianza. En uno de los audios, Aldama le recrimina a Rivas que no lo haya mantenido informado de la situación, y le exige claridad en las decisiones que se estaban tomando. En ese momento, Aldama, al sentirse despojado de su participación, no duda en lanzar amenazas directas, dejando claro que, si él perdía, no dudaría en arrastrar a Rivas y a su familia con él. Este tono de venganza y desesperación se refleja claramente en el mensaje: «Si tú me arruinas, yo también», advirtiendo a su socio de que no tiene nada que perder.
«Te estás inventando todo esto para no ser claro ni hablarme claro. Te lo he dicho un montón de veces, que si no hay, no hay. Pero que me digas las cosas claras», prosigue. Y, subiendo notablemente el tono, arremete: «Pero a mí no me vacilas, yo por las buenas soy muy bueno, y por las malas, igual que tú, un hijo de la gran puta». Dando por hecho que le iban a dejar fuera del negocio, le advierte: «Así que no tengo ningún problema, ¿todo perdido? Pues todo perdido, perfecto. ¿Tú me arruinas a mí y a mi familia? Pues perfecto, yo también y no es ninguna amenaza».
El cabecilla de la trama, Víctor de Aldama, utilizó sus contactos en el Gobierno para que la trama de los hidrocarburos consiguiera una licencia de operadora que le permitiera vender combustible en España. Aldama, y el entonces asesor personal del ministro de Transportes, Koldo García Izaguirre, se valieron de José Luis Ábalos para obtener licencias de operadoras de hidrocarburos a través de los ministerios de Industria y Transición Energética. Este es el vínculo que une a la trama Koldo, la presunta red de cobro de comisiones ilegales por la venta de mascarillas, con la trama de los hidrocarburos, en la cual el exministro Ábalos y su asesor, Koldo García, ejercieron de mediadores. Las negociaciones implicaron el pago de comisiones ilegales por un total de 600.000 euros, de los cuales 90.000 fueron entregados en la sede del PSOE. Según las fuentes consultadas, «algunos de esos pagos los efectuó Aldama y otros Rivas». Este pago de comisiones y la manera en que se obtuvieron las licencias de operadora de hidrocarburos no solo ponen de manifiesto la corrupción detrás de la trama, sino que también evidencian la conexión entre el fraude de los hidrocarburos y la red de cobro de comisiones ilegales por la venta de mascarillas en plena pandemia. Los mismos actores en una red de tramas superpuestas que, como Koldo García, se involucraron en diferentes negocios de origen ilícito.
«Nos vemos en Fiscalía»
Este audio va precedido de otro en el que Aldama amenaza a Rivas: «Vamos a ver quién ríe el último. Nos vemos en Fiscalía». En dicha nota de voz, publicada en exclusiva por THE OBJECTIVE, el comisionista asegura: «Me estás llamando mentiroso, me estás acusando y me estás diciendo que qué razón tiene el calvo», le dice Víctor de Aldama a Claudio Rivas. Fuentes consultadas por este periódico explican que «cuando se referían al calvo» hablaban de Koldo García que en ese momento se había distanciado del «nexo corruptor». En otros documentos sonoros publicados por este periódico, Claudio Rivas se refiere también en tono despectivo a Aldama como «el barbas». Fue el 10 de mayo, en una conversación con un tercer socio que habla del comisionista como un «hijo de puta que nos ha metido en todo este lío». Ocurrió el día en que Rivas recibió la visita de la Guardia Civil en su domicilio para tomarle declaración y alertó: «Me voy a llevar por delante a todos. ¡No va a quedar ni uno!».
Siete meses después estalló la trama de los hidrocarburos. En la actualidad, Aldama está colaborando con la Justicia. Tras su detención por el fraude de 182 millones de euros a través de la operadora Villafuel SL, declaró en la Audiencia Nacional para poder así salir de prisión preventiva en la que se encontraba junto a su socio, Claudio Rivas. Este último continúa en la cárcel. El juez que instruye la trama de los hidrocarburos, Santiago Pedraz, rechazó la libertad provisional de Rivas el pasado 27 de noviembre, basándose en el informe del fiscal, que considera que «persiste en negar los hechos investigados».