Robles coloca por primera vez a una mujer al frente de un cuerpo de las Fuerzas Armadas
El Consejo de Ministros aprobará este lunes el nombramiento de la general María Teresa Gordillo para dirigir Intervención
Este lunes se romperá otro techo de cristal en los ejércitos. Por primera vez una mujer dirigirá uno de los cuerpos militares que forman las Fuerzas Armadas. Concretamente, el de Intervención. La ministra de Defensa, Margarita Robles, llevará el nombramiento de la general de brigada María Teresa Gordillo como nueva interventora general en el último Consejo de Ministros de este año con la venia del Ministerio de Hacienda, que también participa en todo el proceso de elección, según fuentes castrenses consultadas por THE OBJECTIVE.
La elección de Gordillo pone fin al choque de las últimas semanas entre la secretaria de Estado, Amparo Valcarce, y la subsecretaria, Adoración Mateos, las números dos y tres de Robles, por la elección del sucesor del interventor general, el general de división José Luis Gómez Corral, quien pasó a retiro a finales de noviembre. El actual jefe de la División de Control Financiero y Auditorías, el también general de división Carlos Castejón, era el favorito para ocupar la vacante. Bien visto entre sus compañeros de Intervención, Mateos había propuesto su nombramiento.
Sin embargo, Valcarce no lo tuvo claro desde el principio y fueron pasando las semanas sin que saliese el sucesor de Gómez Corral. Este hecho desató los nervios en varios despachos de Defensa porque había dos candidatas con opciones que empezaron a sonar en las quinielas: las generales de brigada María Teresa Gordillo y María Luisa Manzanera, quienes llevan el control de la gestión económica de los cuarteles generales de la Armada y el Ejército del Aire, respectivamente. Finalmente, ha sido la primera de las dos quien ha sido la elegida.
La nueva interventora general a partir de este lunes se convirtió en julio del año pasado en la tercera mujer general en las Fuerzas Armadas españolas, con el empleo de general de brigada, siguiendo los pasos de Patricia Ortega, quien consiguió el fajín rojo en julio de 2019 y de Begoña Aramendía, que lo obtuvo en 2021. Por su parte, Manzanera fue la quinta.
Pero hubo polémica con la primera general interventor, ya que Mateos planteó a Robles que recayese en la entonces coronel Manzanera. Finalmente, tuvo que cambiar de opinión ante la amenaza de dimisiones entre varios generales que formaban parte de la junta de evaluación, quienes defendieron que la más idónea para dicho ascenso era Gordillo.
Esta general interventora fue una de las 26 primeras mujeres que en 1989 ingresaron en las Fuerzas Armadas, llamadas coloquialmente ‘las pioneras’, un hito del que se cumplen precisamente 35 años en este 2024. En la actualidad, las mujeres en las Fuerzas Armadas españolas representan alrededor del 13% del total de los efectivos, dos puntos por encima de la media de los ejércitos de los países de la OTAN.
Gordillo ha dirigido en los últimos años el área de Intervención en el Cuartel General de la Armada y previamente ocupó el puesto de subdirectora general de Servicios Económicos y Pagaduría en Defensa. Licenciada en Derecho en 1985, recibió su despacho de teniente en 1989. Desde entonces, la mayor parte de su carrera militar la ha pasado desempeñando funciones de interventora en diferentes puestos. Pasó, entre otros sitos, por la División de Igualdad y Apoyo Social al Personal, participando activamente como jefa de Unidad en la creación de la Unidad de Protección frente al Acoso (UPA), del órgano central de Defensa. También desempeñó, siendo coronel, el cargo de directora de la Escuela de Intervención en la Academia Central de la Defensa.
Tras el ascenso de Gordillo a lo más alto del Cuerpo de Intervención, Defensa tendrá que nombrar ahora un nuevo general de brigada interventor. Ahí se disputan el fajín rojo dos mujeres coroneles: Dolores Sánchez Medrano y Mercedes Espadas, subordinadas de Castejón. La primera es de la misma promoción que Manzanera y ya fue evaluada el año pasado.
La lógica castrense indica que el próximo ascenso debería salir de la siguiente promoción, a la que pertenece Espadas, pero esta última será damnificada en el proceso evaluador ya que la elegida es Sánchez Medrano, según las citadas fuentes. El hecho de que el despacho de Espadas estuviera fuera del edificio principal del ministerio, en el madrileño Paseo de la Castellana, jugó «en su contra» al tener menos contacto con la cúpula de Robles cuando los currículos de ambas militares eran parecidos.
Además, Sánchez Medrano estuvo destinada en la Guardia Civil, donde los criterios de evaluación no son tan estrictos como en las Fuerzas Armadas. Si es la elegida por Robles para ascender a general, se penalizará a las cuatro personas que han hecho este año el curso de ascenso al generalato: la citada Espadas y tres coroneles que fueron «repescados» para este curso, por lo que tienen aún menos opciones, así que la jefa del área de Auditorías será «la gran perjudicada» este año al quedarse sin la estrella de cuatro puntas. Y eso, a pesar de ser la número uno de su promoción.