THE OBJECTIVE
Entrevista

Francisco Camps, expresidente valenciano: «Este es el último año de Pedro Sánchez»

Tras salir indemne de 15 años de procesos judiciales, reclama al PP su vuelta a la primera línea política

Francisco Camps (Valencia, 1962) se sienta en THE OBJECTIVE para analizar la situación política actual. El expresidente valenciano deplora lo que considera un «progresivo desmantelamiento del Estado», que es la raíz, a su juicio, de la pésima gestión de la tragedia de la dana que, añade, solo es imputable al Gobierno de Pedro Sánchez. No solo eso. Está seguro de que los casos de corrupción que salpican al PSOE y a la familia de Sánchez van a acabar provocando la caída del presidente del Gobierno y augura que será este año 2025. Mirando hacia su partido, Camps advierte que el PP y España tienen un problema con Vox y anima a los suyos a recuperar «el orgullo de ser militante del PP».

PREGUNTA.-. ¿Volvería usted a la primera línea de la política, tal como están las cosas ahora, con la polarización y la crispación?

RESPUESTA.- He sido un privilegiado espectador durante estos años, aunque acosado de forma tremenda por cada una de las instrucciones. Todo esto que vemos comienza con la implementación de una agenda ideológica puesta en marcha por Zapatero, la salida de la izquierda para intentar romper el consenso de la Constitución y, a partir de ahí, se hace una división evidente entre unos y otros, porque es lo que la izquierda va buscando. Yo viví el inicio de aquella etapa nueva en la historia de España, no prevista, porque no estaba previsto que Zapatero fuese el presidente del Gobierno, ni que las cosas cambiaran como lo han hecho, ni que la Transición se pusiera en tela de juicio. He visto las consecuencias desde esa perspectiva, de estar en política sin estarlo.

P.- Acaba usted de publicar Reenfoncando España. ¿Qué se nos ha ido de foco?

R.- El monumento de la Transición, construido por todos los españoles, puesto en entredicho a través de la memoria histórica. Se ha ido de foco el trabajo de los dos grandes partidos, que representan a la inmensa mayoría de españoles, para trabajar juntos en temas como el terrorismo, la política territorial, defensa, inmigración, o la política de mujeres. Prácticamente, es imposible llegar a un gran acuerdo entre los dos grandes partidos. Los acuerdos se basan en la división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial, y hoy está todo confundido en torno a un mismo partido o, peor todavía, a una misma persona. Se ha salido del foco con los indultos y la amnistía, las relaciones internacionales, que parece que en España solo se habla de Venezuela, en política exterior y de un dictador. No tenemos muy claro cuál es el papel del PSOE, de Zapatero y de Sánchez. Tenemos que volver a enfocar el criterio sobre las decisiones políticas de nuestro país.

«He estado perseguido por el PSOE y la izquierda mediática desde hace 15 años»

P.- ¿Y usted qué quiere hacer a partir de ahora, que ya no tiene causas pendientes con la Justicia y ha salido bien librado de los casos en los que se vio inmerso?

R.- Nunca he dejado de estar en política. Siempre quise dedicarme a la política y lo cumplí. He estado perseguido por el PSOE y la izquierda mediática todos los días desde hace 15 años. Mi nombre ha estado permanentemente en el debate político mediático, en los parlamentos y en las comisiones de investigación. Y después de los años que he sufrido este proceso de instrucciones y juicios, creo que tengo experiencia acumulada suficiente y edad para poder seguir desarrollando tareas políticas del PP, del que formó parte antes incluso que las siglas. Empecé en la Nuevas Generaciones de Alianza Popular y ahora me gustaría seguir ejerciendo la actividad política.

P.- Exactamente ¿dónde? ¿En el Congreso de los Diputados? ¿En la presidencia de la Comunidad Valenciana?

R.- Donde la política me ubique. Yo voy a seguir intentando seguir desarrollando mi tarea política al máximo nivel. El otro día me preguntaban por qué no me dedico, con mi experiencia, a ser analista político. Pero no es lo mismo analizar la política que ejercitarla. Me gusta responsabilizarme de todo acto político, cuando tengo la opción de poderlo poner en marcha. Quiero actuar en política, que es lo que sé hacer.

«El partido, la gente que trabajó conmigo tiene un deseo sincero de que yo vuelva a la primera línea política»

P.- Usted quiere, pero su partido, el PP, ¿quiere que usted vuelva a la primera línea? 

R.- Una cosa es el partido y otra cosa son los dirigentes. Es muy importante. El partido quiere, porque lo sé. Yo noto claramente que mis compañeros de partido, la gente que trabajó conmigo durante tantos años, gente que me apoyaba en la Comunidad Valenciana  tienen un… digamos, sincero deseo de que yo me dedique de nuevo a la primera línea política.

P.- Usted ya habló en su día con Feijóo. ¿Él quiere que usted vuelva? 

R.- El día 29 de mayo, cuando hace media hora que sé de la absolución por los medios de comunicación, le llamo por teléfono. Me dio la enhorabuena. Yo ya había hablado con (Miguel) Tellado, nos tomamos un café largo… y ya le transmití mi voluntad de volver a la política, tras mi absolución. Me consta que él se lo transmitió a Feijóo. Ese 29 de mayo, Feijóo me dijo que, en cuanto tengamos ocasión, ya hablaríamos con calma. Bueno, los dirigentes tienen la enorme responsabilidad de saber los tiempos que tienen que ir aplicando para estas cosas… Vendrá el tiempo que corresponda y hablaremos tranquilamente.

P.- En este momento, la figura de Carlos Mazón ha quedado muy tocada por su  gestión de la dana, el propio Feijóo dijo que estaba «noqueado». ¿Se ve usted volviendo a presentarse si Mazón no sigue?

R.- Es una cuestión que tenemos que hablar con el presidente del partido con tranquilidad. Hay que ver si Carlos quiere ser candidato dentro de dos años y medio. Es una cuestión que tiene que decidir tanto el presidente de la Generalitat actual como el presidente del partido. Y lo hablarán en su momento, como yo hablé con Rajoy cuando me presenté en 2011 y luego, un mes más tarde, decidí dimitir para no perjudicar a Rajoy en su campaña. Prefiero no pensar exactamente en qué lugar estaré, sino esperar a hablar con el presidente nacional del partido, que es como siempre me ha gustado hacer las cosas, e ir tomando las decisiones correspondientes, hablar con todos los integrantes del partido, con todos los que he conocido, desde el 86, cuando venía Fraga a Valencia y se reunía un grupo de gente y nos llevaban a dos o tres jóvenes del partido.

«No estoy pensando en cargos sino en estar en un lugar político de primera línea»

P.- Pero usted sabrá lo que prefiere… ¿Le gustaría o no volver a ser presidente de la Generalitat, o intentarlo al menos?

R.- No lo tengo claro. Ni me lo planteo, realmente. Solo me planteo servir a mi partido y hacer lo posible por que se reactive en la Comunidad Valenciana. Siempre digo lo mismo: cuando el PP es fuerte en la Comunidad Valenciana, es muy fuerte el PP de España. No estoy pensando en cargos determinados sino en la vocación de estar en algún lugar de desarrollo político de primera línea.

P.- ¿Mazón es la persona idónea para liderar la reconstrucción de la devastación de la dana? ¿Cree que debe ser el futuro presidente de la Generalitat?

R.- Esta es una decisión que no me corresponde a mí. Depende del PP y ellos tienen que tomar la decisión. Otra es que el Gobierno de España con el Gobierno de la autonomía, con los gobiernos locales, todos juntos, tienen que liderar la reconstrucción. Yo propuse desde el inicio un consorcio nacional que sume a todas las administraciones, con un mando único que tiene que ser el Gobierno de España. No hay un gran proyecto de futuro, porque nadie lo está liderando. Desde el Gobierno de España nadie ha dicho «yo soy el responsable» para la recuperación.

«Tenemos que volver a poner en marcha el orgullo de ser militante del PP»

Francisco Camps. | Víctor Ubiña

P.- ¿Ve usted al PP valenciano en una situación de debilidad, sin autoestima?

R.- Después de mi absolución, inicié una línea de trabajo de recuperación de la fuerza y la potencia de lo que el PP era. Mire, yo gané las elecciones, por mayoría absoluta, en mayo de 2011. Es una realidad objetiva, constatable, que mi partido, que ganaba por mayoría absoluta, ya no gana por mayoría absoluta, es casi una cuestión estructural desde entonces. El partido necesita recuperar la potencia que tuvo en aquel momento, que era una máquina de ganar, recuperar la presencia que tenía en aquel momento en los pueblos, en las comarcas, en los distritos. Tenemos que volver a poner en marcha el orgullo legítimo de ser militante del PP.

Dana en Valencia: «El Estado tiene la obligación de actuar sin preguntar y sin negociar»

P.- Usted, que fue presidente de la Generalitat valenciana, ¿cómo vio y vivió la tragedia de la dana y su gestión, tanto desde la Generalitat, como desde el Gobierno central?

R.- No quiero descontextualizar. Es una cuestión de Estado, de la Administración General del Estado, desde el momento uno. Del resto de las cosas, podemos opinar. El Estado tenía que haber estado presente a las 20:20 de la tarde del día 29 de octubre. Tiene que estar presente con el Ejército en su totalidad, con la Policía Nacional, Guardia Civil, con todo el aparato del Estado, que es muy potente porque es una tragedia enorme, brutal, salvaje, de una dimensión más que nacional e internacional. El Estado tiene la obligación de actuar sin preguntar y sin negociar. Un Estado que sea fuerte, que tenga claro cuál es el papel que le corresponde realizar, tenía que haber estado presente en ese momento. El presidente del Gobierno, la ministra de Defensa, el ministro del Interior, la ministra de Medio Ambiente, el de Infraestructuras…¡todos tenían que haber estado presentes! ¡y no moverse de allí nunca más hasta que aquello se pusiera en marcha! Sufrí muchísimo viendo el abandono brutal al que fue sometido mi pueblo. Fue tremendo la primera, segunda, tercera y cuarta noche, ver por televisión cómo la gente desde los balcones decía: «¿Pero dónde está la gente?». «¿Dónde está la ayuda?» ¡Cómo que pidan ustedes y se les dará! Pero, ¿esto qué es? Me ha dolido profundamente.

«Hay una inercia de desmantelamiento del Estado desde hace mucho tiempo»

P.- ¿Qué había que hacer?

R.- Mando único desde el primer momento. El presidente del Gobierno con el mando único alrededor todas las administraciones que tienen que cooperar. El Gobierno, pero también el autonómico y los de la Diputación Provincial y los gobiernos municipales, que son un montón. Lo ocurrido forma parte de una inercia de desmantelamiento del Estado desde hace muchísimo tiempo. Sánchez está gobernando en España con gente que quiere que el Estado desaparezca: Cataluña y sus independentistas, el País Vasco y sus nacionalistas… Los nacionalistas vascos pretenden que el Estado español no tenga presencia en muchos lugares de España. Se está negociando en Suiza con un tipo que está huido de la Justicia, en Waterloo. Eso es un escándalo. El Estado no actúa con rapidez, porque está siendo desmantelado. Es lo que ha ocurrido en el caso de la riada de Valencia.

P.- Es usted muy crítico con el Gobierno central, pero ¿no merece también una reflexión y quizás un reproche la reacción del Gobierno autonómico, del presidente Mazón, que también es Estado y tiene competencias?

R.- Se hace una descontextualización del relato que se contó. No sé exactamente por qué en mi partido no hay nadie que haya contado el relato. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que tiene 150 años de historia, la Confederación Hidrográfica del Júcar, que es del Estado también… quien tiene la obligación moral, política y legal de coger el teléfono y llamar a la ministra, al presidente del Gobierno, al presidente de la comunidad autónoma es el presidente de la Confederación, que sabe, por los datos del agua que le dicen, lo que puede ocurrir, según el histórico… Es que enviaron un mail… ¡pero cómo un mail… se llama por teléfono! En situaciones de crisis, de tragedia máxima, uno no envía un mail y luego se va a tomar un café. Llamas por teléfono y hasta que no veas que has activado la siguiente instancia, no paras. Esta dana ha sido brutal, pero es una constante todos los otoños. El Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha fallado estrepitosamente, por tacticismo partidario, es muy posible, pero tenemos que retomar la idea de un Estado que actúa sin preguntar.

«El Estado es el responsable de cada una de las personas que lo han perdido todo»

P.- Feijóo dice que Carlos Mazón estaba «noqueado», pero otras voces, en el PP, son más críticas con el presidente valenciano, por su actuación aquel día. ¿Cree que esas voces son desleales y deberían callarse?

R.- Absolutamente, sí. Creo que la crítica es esencial, porque ha habido muertos, devastación y destrucción. Es muy gordo lo que ha pasado en mi tierra y que hoy todavía no sepamos qué pretende hacer el Gobierno de España… No sé si van a hacer encauzamiento de los barrancos, o una reordenación de actividades respecto de algunas instalaciones o equipamientos en esa zona. Esto no ha sido un terremoto, sino el desbordamiento de un encauzamiento que depende del Estado. Tiene una responsabilidad tremenda. El Estado es el responsable de cada una de las personas que lo han perdido todo.

«Vox es un problema para el PP y para España»

P.- Según las últimas encuestas, Vox sube y se convierte en socio ineludible del PP para gobernar. ¿Le supone a usted un problema gobernar con Vox? ¿Cómo cree que tendrían que tratar el fenómeno Vox en su partido?

R.- Es un problema para el PP y para España, claramente. Otra cosa es lo que tenemos con ellos, pues está en nuestro espectro, digamos, en la defensa Constitución. Es un problema para la democracia que el gran partido del centroderecha, en estos momentos, tenga en sus votantes una suerte de excepción que vota a otro partido diferente. Es un gran trabajo que tenemos que hacer. La voluntad del PP siempre debe ser la de la mayoría absoluta. Ese es el camino que hay que aprender y lo que está haciendo el presidente del partido. Hay que trabajar para que el votante que se nos fue vuelva al partido. Hay que recuperar con orgullo todo lo hecho por el PP, que no es poco, a nivel nacional y a nivel autonómico y municipal. Yo hablo con un montón de exalcaldes del PP y recuerdan con una mezcla de nostalgia y alegría lo que se hacía en aquella época. La cuestión es transmitir ideas, ilusión, esperanza, proyecto de futuro, optimismo, hacer que la gente se ponga otra vez en marcha, el militante, el simpatizante, el votante, el dirigente y tengamos claro el camino a emprender entre todos.

P.- ¿Cuánto tiempo está dispuesto a esperar la llamada de Feijóo, para saber qué planes tiene para usted?

R.- El tiempo que decida el presidente del partido… A paciencia y constancia no me gana nadie. No me voy a parar, voy a continuar peleando y trabajando. Yo no soy de los que se espera en casa.

P.- Tras 15 años esperando que se dirimieran sus cuestiones ante la Justicia, ¿cree que la Justicia española es justa?

R.- A mí me ha absuelto. Otra cosa es la realidad. La pregunta es si tiene que pasar tanto tiempo para que alguien, al final, sea absuelto. Obviamente, no. Tienen que cambiar algunas cosas: los tiempos de la instrucción, la Fiscalía Anticorrupción tiene que desaparecer…  ¿por qué la Fiscalía Anticorrupción no se ha puesto delante de Begoña Gómez? Porque decide que lo que, hipotéticamente, ha hecho no es corrupción en una decisión arbitraria. ¿Por qué sí lo hizo en mi caso? ¿Por qué decidió que lo que yo hacía sí que lo era? De repente, aparece la Fiscalía Anticorrupción, se aparta al fiscal ordinario y se empieza a controlar los tiempos y a actuar respetando absolutamente una jerarquía que ni en el cuartel. ¿Cómo voy a creer yo que el Fiscal Anticorrupción que está delante de mí no tiene una línea directa con quien tiene una línea directa, con quien dice que nombra al Fiscal General del Estado? Estoy convencido de que la Fiscalía Anticorrupción ha alargado innecesariamente parte de algunas de mis causas. En cualquier caso, creo que hace falta que la instrucción dure lo que quería el ministro Catalá: seis meses y que, como mucho, se prolongue al doble.

Reformar la acusación popular: «Absolutamente. Nunca entendí qué hacía el PSOE en mi causa»

P.- Usted, que fue acusado por acusación popular en su día, ¿cree que debería abrirse un debate para limitarla?

R.- Ximo Puig, que después fue presidente de la Generalitat valenciana firmó las tres primeras denuncias, con Ángel Luna. Al salir yo, Ximo Puig, cuatro años después, fue presidente socialista. Lo creo. Nunca entendí qué hacía el PSOE en mi causa, porque técnicamente no era el sujeto dañado. Una cosa es que haya un grupo de personas que se sientan dañadas directamente y que, de manera conjunta, presenten una acusación llamada popular, que esa es la idea. Que un partido político utilice la acusación popular para montar el lío que monta, no. Yo he sido uno de los primeros sufridores de la acusación popular del PSOE. Habría que regularla. Y también habría que regular la responsabilidad económica de quien acusa a alguien y luego todo queda en agua de borrajas. Si usted decide acusar a alguien, sepa que si eso no va adelante tiene que tener algún tipo de responsabilidad económica o la que sea. Hoy se salen de rositas.

Francisco Camps. | Víctor Ubiña

P.- Usted ha dicho que Begoña Gómez ha sido utilizada por su esposo. ¿Cree que debería ser Pedro Sánchez quién estuviese ahora mismo en el banquillo?

R.- Pedro Sánchez es un cobarde, claro, pero se tendría que haber ido al juez y haberle dicho a ver qué ocurre si no le contesta. Es el primer responsable de demostrarle al pueblo que él asume que, si un juez le llama, le va a contestar y no ponerse detrás del parapeto de la relación conyugal.

«Estamos ante una huida hacia adelante de un presidente»

P.- ¿Cree que el caso Begoña Gómez, el del hermano de Pedro Sánchez, el caso Koldo van a acabar con Pedro Sánchez?

R.- Creo que Sánchez tendría que haberse ido ya. Yo dimití para no perjudicar a mi partido y para no perjudicar la institución que yo representaba. Ya sabemos como es nuestro Gobierno, porque lo importante para Sánchez es Sánchez, no España, ni el PSOE ni nada…¡es él mismo! Sin lugar a dudas que acabara con él. Yo sinceramente lo creo, por implosión. Al final parece que esta estructura no vaya a caer nunca, pero yo creo que va a caer, porque el peso es ya enorme. Estamos en una huida hacia adelante, de forma exagerada y evidente de un presidente. Cada día es una huida nueva. Ahora, la nueva humillación ante Puigdemont, porque necesita que este señor, en donde sea, siga apoyándole, para seguir manteniendo la presidencia del Gobierno. Es un escándalo. Un presidente fuerte no se humilla ante los demás. Ya utilizó el indulto y la amnistía, pero es capaz de buscar el apoyo político de quien ha huido de la Justicia como presidente del Gobierno de toda España.

«Yo jamás hablé de Mónica Oltra. Ella se ponía camisetas con mi cara»

P.- Mónica Oltra, que fuera líder de Compromís y vicepresidenta de la Generalitat, tuvo que dimitir por un asunto judicial del que, como usted, ha sido absuelta tiempo después. ¿Hay algún punto de solidaridad entre Paco Camps y Mónica Oltra, por su peripecia político-judicial?  

R.- Vamos a ver, yo nunca le hice a Mónica Oltra lo que Mónica Oltra me hizo. Y con eso está todo dicho. Yo jamás hablé de ella. Ella se ponía camisetas con mi cara. Es una pequeña diferencia, no menor…

P.- Seguimos sin presupuestos para 2025 y con este panorama político, ¿cree que 2025 va a ser el último año de la legislatura?

R.- Yo lo creo. Creo que este año es el último año de Sánchez. Lo creo, sinceramente.

«Este es el año de la implosión del PSOE y del Gobierno de Sánchez»

P.- ¿Está preparado el PP para ir a unas elecciones en este momento y lograr convertir a Alberto Núñez Feijóo en presidente del Gobierno?

R.- También lo creo. Imagino que el calendario del partido será la celebración de los congresos nacionales y autonómicos. El partido se va a reactivar. Me da la sensación de que es el momento de los grandes congresos para poner otra vez en valor a la gente, el discurso y los liderazgos. Imagino que este año puede ser en el Congreso del partido y el año de la implosión del PSOE y del Gobierno de Sánchez. Sinceramente, creo que estamos ante un año redondo en ese aspecto.

P.- ¿Piensa que el PP, en el Gobierno, será capaz de «reenfocar» España y de qué manera? ¿Debería un PP en el Gobierno tender la mano al PSOE para intentar recuperar consenso en políticas de Estado?

R.- Creo que es clave para la estructura del bipartidismo. Desde luego el PP debe buscar la unidad absoluta. Es la aritmética, tiene que conseguir lo que es nuestra vocación. Sé que es muy difícil y que tenemos un porcentaje muy elevado de gente que está votando a Vox, etcétera. Pero tiene que intentar por todos los medios obtener la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados y gobernar con tranquilidad para todos e intentar por todos los medios que resurja un nuevo PSOE, que retome la idea de que nosotros nos encargamos de esta parte y vosotros os encargáis de la otra parte. El PSOE tiene que recuperar la posición de preeminencia de liderazgo y de tener a toda la gente detrás de sus siglas. Esa es la primera tarea que tiene el PSOE como obligación para volver de nuevo a estar en la batalla del bipartidismo y de la democracia liberal, que se fundamenta en dos cosas: la alternancia y la estabilidad. El PP también tiene la obligación de conseguir que el PSOE vuelva a ser de nuevo el PSOE que tenía opciones de ganar por mayoría absoluta.

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