El jefe de gabinete de Pedro Sánchez ficha al agitador Idafe Martín como asesor en Moncloa
La contratación responde al deseo del Gobierno de apostar «por una línea más dura» en la comunicación
Idafe Martín. | X
El jefe de gabinete del presidente del Gobierno, Diego Rubio, ha fichado al agitador mediático Idafe Martín como asesor en su departamento, según adelantan fuentes gubernamentales a THE OBJECTIVE. El fichaje se ha hecho efectivo recientemente, después de la firma del contrato en los últimos días. Su nuevo puesto de trabajo estará en el edificio de Semillas, donde se ubica el gabinete del jefe del Ejecutivo en el complejo gubernamental del Palacio de la Moncloa. Fuentes conocedoras de su nombramiento revelan que no estará adscrito a ningún área concreta, sino que dependerá directamente del jefe de gabinete de Pedro Sánchez.
Se trata, por tanto, de un puesto de confianza del hombre de confianza de Pedro Sánchez que confirma la radicalización del discurso del Gobierno. De hecho, las fuentes consultadas aseguran a este periódico que el fichaje de Idafe se enmarca en una operación más amplia y responde a una reflexión profunda en el núcleo duro del Gobierno que aboga por «optar por una línea más dura» en el plano de la comunicación y ser más «agresivos» en el actual contexto de «ofensiva judicial, política y mediática» contra el Gobierno. Este significado activista fue quien acuñó el término «fachosfera», replicado por el Gobierno en pleno, empezando por el propio presidente, y utilizó su columna en el diario El País, ‘Libre de estilo’, para atacar a los medios de comunicación críticos con el Gobierno y fiscalizar personalmente a sus periodistas llegando a hablar incluso de su apariencia física.
Su polémica tarea guardaba un llamativo alineamiento con algunos miembros del Gobierno, como Óscar Puente y Félix Bolaños, con quien retroalimentó sus tesis de «la máquina del fango». El hostigamiento a medios, tanto desde el diario de Prisa como en sus redes sociales, ha sido cuestionado por otros medios de comunicación y comunicadores de este país, como Carlos Alsina en Onda Cero. Tras su salida de El País, no todos en Moncloa aplauden su llegada al gabinete del presidente. E incluso hay quien ha aconsejado no contratar a este excolaborador de Prisa. Hace dos días, Idafe Martín anunció que abandonaba temporalmente su perfil de la antigua Twitter, donde popularizó su figura vertiendo sus ataques contra otros medios de comunicación. En uno de sus últimos mensajes en la red social X el pasado lunes 10 de enero, anunció: «Este es mi último tuit por un tiempo. Si es que dentro de un tiempo esta red sigue funcionando…». Una despedida a medias, a la que dio carácter temporal según reflejó en la anotación a su último tuit, «es un decir».
Cambios en Moncloa
En el actual escenario judicial, con los múltiples casos que acorralan al Ejecutivo y a la familia del presidente, la elección de Idafe Martín no es casual ni anecdótica, sino que eleva a categoría un cambio en la comunicación del Gobierno, que ha arremetido desde hace un año contra periodistas y jueces por las investigaciones sobre su mujer, Begoña Gómez, y su hermano, David Sánchez. En Moncloa se apunta a las intenciones de Diego Rubio de «intervenir la SEC», en referencia a la Secretaría de Estado de Comunicación, tras la dimisión de Francesc Vallés en diciembre, el nombramiento y posterior dimisión de Ion Antolín, y la posterior elección de la valenciana Lydia del Canto.
Los cambios del personal en Moncloa no son ajenos a la necesidad de cambiar la política de comunicación para lograr «que llegue el mensaje del Gobierno», condición sine qua non para lograr su objetivo de agotar la legislatura y celebrar elecciones generales en 2027, pese a las dudas que existen sobre la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. No en vano el pasado 30 de enero Idafe Martín se despidió también de la ‘newsletter’ La Matinal Europea anunciando: «Una pausa para dedicarme a otros menesteres». Sin dar más detalles, se limitaba a citar al periodista italiano Eugenio Scalfari: «Scalfari decía que ‘periodismo es contar a la gente lo que le pasa a la gente’. Y a la gente le pasa, entre otras cosas, que falsos periodistas y demás elementos tóxicos le mienten. Que cada vez son más los que generan odio y desinformación. No sé si tiene solución, pero las batallas que nunca se ganan son las que no se dan. Daremos esa batalla antes de doblar la rodilla».
La batalla la dará en Moncloa. Ya no abrirá fuego desde su cuenta personal en las redes sociales, pero lo hará con cargo al contribuyente. Un sueldo público a cambio de su contribución a la estrategia gubernamental, ambas en perfecta sincronía. De la batalla contra los ‘pseudomedios’ al ciclo del fango, Martín ha sido una pieza fundamental para iniciar una guerra mediática contra los medios y entre los medios que ahora se ve recompensada.
