Ábalos llamó a la mano derecha de Maroto para que se reuniera con la trama de hidrocarburos
«¿Y tú qué harías si te lo pide el secretario de Organización del partido?», confesó Díaz Bidart a un dirigente socialista

La portavoz socialista Reyes Maroto. | Europa Press
Ocurrió el pasado 29 de enero. La exministra de Industria, Reyes Maroto, compareció en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado y descargó en él la responsabilidad de las relaciones de su departamento con la trama de los hidrocarburos. Maroto dijo desconocer las dos reuniones que hubo en su Ministerio entre quien fuera su mano derecha, Juan Ignacio Díaz Bidart, y varios empresarios de la trama del fuel, entre quienes se encontraba Claudio Rivas. Manifestó no estar «al corriente» de que «esa reunión se produjera, si es que se produjo». Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Juan Ignacio Díaz Bidart telefoneó esa misma noche a un cargo socialista, notablemente nervioso. Le informó que fue José Luis Ábalos quien le llamó personalmente a él para ordenarle que recibiera a los empresarios de la trama interesados en la obtención de un título de operadora para la sociedad mercantil Villafuel SL. Bidart le espetó a su interlocutor: «Tú sabes el poder que tenía, ¿y tú que habrías hecho si te lo pide el secretario de Organización del partido?».
El estado de nerviosismo era palpable desde el otro lado del hilo telefónico en el día en que la persona de máxima confianza de Reyes Maroto -en quien delegó innumerables decisiones de calado que correspondían al titular de la cartera-, destilaba malestar y soledad. Fuentes socialistas coinciden en señalar que «es evidente que Maroto ha intentado cortar amarras con Bidart para desvincularse y salvarse». Pero el riesgo de esa estrategia podría plasmarse este miércoles en sede parlamentaria. La comisión del caso Koldo de la cámara alta acoge a dos comparecientes relevantes: Juan Ignacio Díaz Bidart y Reyes Maroto. El ex jefe de gabinete, por la mañana; la exministra, por la tarde. Se desconoce si han sincronizado sus discursos y si, como ocurriera con la actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Ferraz ha tutelado su intervención.
La soledad de Bidart
Hasta la fecha, Bidart parece haber caído en desgracia tras su aparición en los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Un mes antes de estallar el caso Koldo, abandonó sorpresivamente la dirección de la Escuela de Organizaciones Industriales (EOI), y forcejeó con Moncloa para que se le buscara una nueva ubicación. No lo consiguió. «Ha dejado la política», dicen en el PSOE, «o la política le ha dejado a él». Desde julio de 2024 ejerce de asesor de una de las empresas a las que intentó favorecer desde su puesto en Industria, gracias a una treta para esquivar los dos años de incompatibilidad de un alto cargo. Hay quien dice que «es tóxico», motivo por el cual anticipan que no habrá sincronización de sus discursos. «Reyes no puede ser tan tonta como para arriesgarse a una llamada», dicen en el PSOE. Así explican que, en su última comparecencia, no contestara a las preguntas de los portavoces de la oposición en el Senado sobre las explicaciones que éste le había dado de esos encuentros con la trama.
El temor en el PSOE es que Bidart escale en las responsabilidades, que diga algo más que la orden que recibió del propio José Luis Ábalos. Después de que se evidenciara que Maroto mintió sobre los mensajes con Víctor de Aldama, la estrategia de la portavoz en el Ayuntamiento es evitar entrar en concreciones y limitarse a decir que «desconoce» o «no recuerda» lo sucedido. Los socialistas madrileños creen que Maroto ha desempeñado «un papelón». Y aunque Pedro Sánchez la ha ratificado como su candidata para liderar la agrupación Madrid Ciudad, no hay dudas en el PSOE de que «no llegará a ser candidata en 2027, está absolutamente descartada» porque «es un desastre».
Las reuniones de Bidart y Koldo
Precisamente tras la llamada de Ábalos anteriormente citada, se produjo el primer encuentro que la trama de los hidrocarburos celebró en uno de los ministerios del Gobierno de Pedro Sánchez. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil situó las reuniones en el departamento de Industria en febrero de 2021, pero los documentos a los que tuvo acceso THE OBJECTIVE revelaron que las reuniones en sedes ministeriales para gestionar la concesión de un título de operador de hidrocarburos a la empresa Villafuel SL fueron en diciembre de 2020, apenas dos meses después de que la empresaria Carmen Pano realizara los pagos de 90.000 euros en la sede del PSOE en Ferraz.
Según el documento que obra en poder de este periódico, la reunión tuvo lugar el 28 de diciembre de 2020 en el Ministerio de Industria. El socio principal de Aldama, Claudio Rivas, envió a uno de sus colaboradores una localización del ministerio a las 16.19 horas de ese día. «No comentes nada», pidió Rivas a su interlocutor. 14 minutos más tarde, a las 16.36 horas, le envió la tarjeta profesional de Juan Ignacio Díaz Bidart, director de Gabinete de la ministra.

Se trata de la primera reunión celebrada en un ministerio con un alto cargo gubernamental. Y no uno cualquiera, sino alguien que presumía de ser el «ministro en la sombra», la persona que tomaba decisiones en nombre de Reyes Maroto, a quien se le atribuye el cese de la cúpula del Ministerio de Industria, el intento de colocación del marido de Nadia Calviño en la EOI y las maniobras para destituir a la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, para hacerse con su puesto en el ministerio. Un hombre «oscuro» que abandonó la administración por la puerta de atrás y de manera sorpresiva en enero de 2024, un mes antes de estallar el caso Koldo, pero con quien el PSOE no ha cortado relaciones. Hace apenas un mes, THE OBJECTIVE le descubrió en Sevilla como observador en el 41º Congreso Federal del PSOE, denunció éste, notablemente nervioso, ante la desvinculación de Maroto de su responsabilidad.
La segunda reunión en Industria
Como desveló THE OBJECTIVE y confirmó posteriormente la UCO, Bidart se reunió con Claudio Rivas y la empresaria Carmen Pano en febrero de 2021 en el Ministerio de Industria, donde entregó la misma tarjeta de visita a Pano. Los asistentes se personaron en el Ministerio a las 17 horas. Fue Koldo García el que bajó las escalinatas del ministerio para recibir a los interesados. El asesor de Ábalos les acompañó hasta la sala de juntas, donde les esperaba el propio Bidart en la cabecera de una «mesa kilométrica», a la que se unieron dos técnicos que Rivas había traído desde Córdoba. Tras exponer Koldo las intenciones de los visitantes a los que él mismo introducía, el jefe de gabinete de Maroto les instó a mandar toda la documentación y les prometió que «nos tendría en cuenta porque íbamos recomendados por el ministro Ábalos». La entrevista duró dos horas, hasta las 19 horas.
Previamente a esa cita, hubo dos más en el despacho de Aldama, en la calle Alfonso XII número 32 de Madrid. La primera duró aproximadamente una hora. En ella estuvo presente Víctor de Aldama como mediador, además de Koldo García, Claudio Rivas y Carmen Pano. Se celebró en octubre de 2020. Rivas y Aldama se habían conocido apenas unos meses atrás y el primero, experto en hidrocarburos e investigado desde hace años por Hacienda por defraudar el IVA de los combustibles, introdujo al comisionista en el sector, aprovechando su influencia sobre el ministro Ábalos para mediar con los dos ministerios responsables de conceder las licencias, entonces dirigidos por Reyes Maroto (Industria) y Teresa Ribera (Transición Energética). En esa primera reunión ya se les adelantó: «Esto va a tener un coste». Al preguntar cuánto, la respuesta fue: «600.000 euros».
No fue hasta la reunión final, en el Ministerio de Transportes, cuando se concretó el último de los pagos a cambio de la concesión de la licencia de operadora de hidrocarburos: «El ministro quiere un chalé», reveló la propia Carmen Pano a este periódico que le dijo el asesor del ministro. Fue en la cuarta y última cita en abril de 2021, cuando José Luis Ábalos entró en la sala en la que despachaba su todopoderoso asesor con los citados empresarios, a quienes se les concretó el pago ilegal que debían abonar por las gestiones realizadas. Ábalos entró, les saludó y se fue. Se trata del chalé de la urbanización de La Alcaidesa, en Sotogrande (Cádiz), que ocupa una parte nuclear del informe del instituto armado. Como adelantó este diario, el inmueble constituye un «regalo encubierto» al entonces titular de Fomento, José Luis Ábalos, en pago a sus gestiones con los ministerios de Industria y Transición Energética a cambio de la obtención de una licencia de operadora de hidrocarburos.