Agustín Rosety, el 'general de Vox', se da de baja por la política internacional del partido
El exdiputado abandona la formación y la red social X, en donde había sufrido ataques en las últimas semanas
El exdiputado y exportavoz de Vox en la Comisión de Defensa Agustín Rosety. | Vox
Uno de los generales de Vox, Agustín Rosety (Cádiz, 1947), diputado entre 2019 y 2023, se ha dado de baja en el partido descontento con la política internacional de Santiago Abascal que, a su juicio, se caracteriza por «ir a remolque de [Donald] Trump». Así lo confirma en conversación con THE OBJECTIVE. El General de Brigada del Cuerpo de Infantería de Marina retirado ha borrado además su cuenta de X, en la que últimamente se había mostrado crítico con algunas decisiones de Vox, sufriendo por ello el ataque de determinados militantes y simpatizantes. Da así por cerrada una etapa de seis años en política.
Rosety entró en Vox en 2019, cuando el partido le contactó para encabezar la lista por Cádiz. Formaba parte de los llamados generales de Vox, junto a Fulgencio Coll, Alberto Asarta y Manuel Mestre, estos tres aún miembros de la formación. Fue elegido diputado en abril y reelegido en noviembre, en la repetición electoral, y ejerció como portavoz del Grupo Parlamentario en la Comisión de Defensa. En 2023 dio un paso a un lado y en junio fue nombrado patrono de la Fundación Disenso.
«Vox no es el mismo partido que me llamó; ahora veo una pulsión nacionalista que a mí, como católico, no me gusta», dice Rosety en referencia al abandono del grupo ECR en el Parlamento Europeo para unirse a Patriotas. «Yo no he entendido el cambio, no sé qué ventajas tiene». En su opinión, Santiago Abascal debería haber apostado por quedarse con Giorgia Meloni y no con Viktor Orbán: «Geopolíticamente, España es un país del Rimland que está más en sintonía con Italia que con Hungría, que tiene una posición muy matizada con Rusia».
El punto de no retorno
Pero el punto de no retorno para Agustín Rosety, aunque admite poder «estar equivocado», ha llegado cuando ha percibido que el partido va «a remolque de lo que piense la nueva Administración americana» con respecto a la guerra en Ucrania, la semana pasada: «La posición que adoptó el otro día Donald Trump me molestó. Como portavoz en la Comisión de Defensa dije que Rusia atacó Ucrania, en sintonía con nuestros [entonces] socios y aliados. Vox quedó muy bien ahí, pero hoy la cuestión es muy distinta. Por muy realistas que seamos en política exterior, nuestros intereses como país deben ser que se respeten las fronteras y se cumplan los tratados», algo que, según denuncia, no caracteriza a Vladimir Putin.
«America First, ¿recuerdan? Un nuevo orden mundial multipolar, anunciado en Munich, está surgiendo, pero hay un límite moral muy claro que ni aún los Estados Unidos podrán cruzar sin alentar nuevos conflictos», escribió el pasado sábado en un artículo publicado por El Debate que evidenciaba su distancia con Trump, considerado como un «magnífico aliado» por la actual dirección de Vox.
La despedida
Pese a sus diferencias, el general retirado dice dar por cerrada «una etapa muy satisfactoria para ambas partes», en una decisión que le ha costado tomar «porque me dejo ahí compañeros y amigos». «Tengo que recuperar mi vida privada, la política es muy invasiva, y genera mucha carga», zanja Rosety, que a sus 77 años se dedicará en lo sucesivo a su actividad académica publicando artículos en medios.
Su salida ha dolido a sus compañeros. El también ex diputado Víctor González ha lamentado públicamente la marcha de Agustín Rosety, atribuyéndole estar «cansado de la deriva en el partido, de los ataques y de las mentiras». «Nadie puede sustituir la sabiduría, templanza y conocimientos que da la edad, y mucho más la de alguien que ha estado al servicio de España toda su vida».
Los también exdiputados Francisco José Contreras y Malena Nevado han lamentado que haya cerrado su cuenta de X «harto de insultos de fanáticos», aunque no han hecho referencia a su baja del partido. Lo cierto es que Rosety había compartido, entre otros artículos, los que hacían referencia a los críticos de Vox que han plantado cara a la dirección nacional, que también denuncian una campaña de acoso en redes sociales auspiciada, entienden, desde la madrileña sede de Bambú.
Vox lamenta la marcha de Agustín Rosety y le desea lo mejor, pero, pese a su baja, asegura que la afiliación del partido lleva subiendo desde el pasado mes de octubre, cuando registraba en total 66.642 afiliados.
