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El líder de la OMT planeó con Aldama crear bancos en Georgia para desviar fondos del fuel

«Hablaron de bancos y de un depósito fiscal o una refinería en Georgia que les permitiera traer el combustible a España»

El líder de la OMT planeó con Aldama crear bancos en Georgia para desviar fondos del fuel

Zurab Pololikasvili, a la izquierda de Víctor de Aldama. | TO

Ocurrió a finales del año 2022. Tras dos años de intentos y una denegación del título por medio, Villafuel SL había conseguido finalmente la licencia de operadora de hidrocarburos en el mes de septiembre. La operación se llevaba diseñando desde agosto de 2020, cuando Claudio Rivas conoció a Víctor de Aldama por medio de Carmen Pano. El conocimiento del sector del petróleo del primero y los contactos gubernamentales del segundo les convertían en un tándem de éxito. Pero en la estructura societaria había otros actores, aparentemente secundarios, pero tan relevantes como necesarios. Es el caso del secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Zurab Pololikashvili

Aldama había conocido a Zurab Pololikashvili a través de su amigo Javier Hidalgo. El trío Aldama-Pololikashvili-Hidalgo logró el acercamiento de Begoña Gómez en septiembre de 2019, en el marco de la XXIII Asamblea general de la OMT. Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue invitada a la reunión de ministros africanos en calidad de directora del IE African Center y después logró el patrocinio de una filial de Globalia, Wakalua, para los premios de startups de la cátedra. Pero la alianza empezó a resquebrajarse tras el rescate de Air Europa. Las tensiones internas en el holding de los Hidalgo, las sospechas de su fundador, Pepe Hidalgo, hacia el «estafador» Aldama, y sus maniobras durante la negociación del rescate, motivaron que Globalia apartase a Javier Hidalgo de sus funciones de CEO de la compañía unos meses después de ser aprobado por el Consejo de Ministros. Y el contrato de Aldama fue rescindido. 

Eso ocurrió en abril de 2021. Pero la alianza Aldama-Pololikashvili continuó. Prueba de ello fue la concesión a Aldama del título de cónsul honorífico de Georgia, dos meses después, en junio de 2021. Un título que no conlleva privilegios asociados a los puestos de la carrera diplomática, como pasaporte o valija diplomática, pero sí el DNI diplomático, expedido por el Ministerio de Exteriores, que ofrece determinados privilegios en el plano económico y comercial en el país de origen que expide el titulo, normalmente en materia de visados o exenciones de impuestos. El citado documento permite agilizar la actividad en viajes y contactos internacionales como respaldo a los negocios. En junio de 2021, el negocio que ya tenía entre manos Aldama era el petróleo. No era un mero comisionista sino un operador más en el entramado diseñado con su socio Claudio Rivas, tal y como evidencia el cruce de mensajes que mantenía con otros miembros de la trama, a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. En uno de ellos, enviado en las fechas en que sucedieron estos hechos, Aldama preguntaba «¿en qué platt se está comprando?» ante una operación «urgente» que mantenía con EEUU. En el argot del sector, los platts son los proveedores que proporcionan los precios a las empresas.

Pololikashvili y los bancos georgianos

Llevaba casi un año diseñando la infraestructura societaria de los hidrocarburos junto a Claudio Rivas en Portugal y en España. Aldama y Rivas acabarían desplegado un complejo entramado internacional dedicado a la importación de petróleo venezolano, que refinaban en República Dominicana. Una manera de sortear las sanciones a la compra de crudo venezolano impuestas por la Unión Europea y EEUU desde 2017. La sanciones europeas afectaban a un segundo país: Rusia. Y ahí era clave el papel de Zurab Pololikashvili y su posición prominente en Georgia, donde fue había ocupado el puesto de ministro de Economía, embajador plenipotenciario de Georgia en España y viceministro de Relaciones Exteriores. 

Según relatan fuentes directas a THE OBJECTIVE, a finales de 2022 Víctor de Aldama recibió la visita de Zurab Pololikashvili en su despacho de la calle Antonio Maura de Madrid. En la estancia estaba también Leonor González Pano, administradora de la empresa Have Got Time, desde la que se compró el chalet de La Alcaidesa para el ministro José Luis Ábalos. Zurab entró en el despacho  miró a la joven con recelo, ante lo cual Aldama le tranquilizó con una expresión que denota la enorme cercanía entre ambos: «Hermano, no te preocupes, que yo nunca te he fallado, Leonor es como mi hermana». Comenzaron a hablar de la necesidad de abrir nuevos bancos en Georgia para poder canalizar los fondos derivados de la venta de combustible. Fue una reunión rápida, breve, los dos de pie en el despacho de Aldama en la que se notaba que «no era la primera vez que hablaban de las licencias bancarias».

«Hablaron de crear bancos y de hacer lo mismo que en Canarias, un depósito fiscal o una refinería allí en Georgia, que les permitiera traer el combustible a España». Una escala en la capital georgiana que esquivaría también las sanciones al crudo ruso. «Aldama le dijo: Hay que darse prisa para lo de las licencias bancarias. Y Zurab respondió que necesitaba un poco de tiempo, que no lo podrían hacer tan rápido como ellos querían. Y que había que viajar para hablar con alguien allí». El comisionista se mostró diligente a la hora de organizar el viaje «en las próximas semanas». «Yo me encargo de mirar un avión privado para irnos Claudio, tú y yo a mirarlo», apremió Aldama a su amigo georgiano, con quien quedó a la espera de ése viaje. De esas mismas fechas datan los mensajes de WhatsApp que Aldama intercambió con algunos de sus socios en relación a la creación de licencias bancarias. El primero, el 17 de septiembre de 2022.

La nueva trama de las licencias bancarias


A los tres días, el 20 de septiembre de 2022, Aldama volvió a comunicarse con el mismo empresario, a quien le reclamó saber «cuál era el país de África que había contactos»

Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE explicaron entonces que el país en el cual se intentaron abrir licencias bancarias para canalizar los fondos derivados del fraude en los hidrocarburos era Guinea-Conakri. Ese mismo año, el exministro José Luis Ábalos, a quien utilizó Aldama para agilizar la concesión de la licencia a Villafuel a cambio del «regalo encubierto» del chalé de La Alcaidesa en Cádiz, firmó un contrato de arras con una licencia malaya a cambio de una licencia bancaria. Una operación que se realizó a través de la misma empresa que posteriormente aprovechó los viajes de Ábalos a Guinea para abrir bancos en el país africano, donde, a su vez, se firmó un contrato para una operación de compra de deuda soberana.

La obsesión por la creación de bancos propios en diferentes puntos del mapa radica, según las fuentes conocedoras de la operación, en la posibilidad de «mover el dinero» de un negocio fraudulento que, en ocasiones, «se realizaba a través de criptomonedas». Ello hacía necesario convertir elevadas cantidades de dinero, que en la mayoría de ocasiones se encontraba con dificultades por parte de las entidades financieras. Tratándose de una «trama milmillonaria» a escala global, que afecta a una decena de países, y que excede con creces los 182 millones de euros de fraude del IVA, la necesidad de tener «tu propio banco» era «capital».

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