La encuesta del CIS clavó el resultado electoral en Extremadura
El barómetro situó dentro de sus horquillas a PP, Vox y UPE, y anticipó la debacle del PSOE

El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos. | Europa Press
El resultado definitivo de las elecciones autonómicas en Extremadura confirma, a grandes rasgos, el escenario anticipado por el barómetro preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado el 28 de noviembre de 2025. Bajo el título El Partido Popular ganaría las elecciones en Extremadura, pero necesitaría a Vox para gobernar, el estudio situaba al PP como primera fuerza, aunque sin mayoría suficiente para gobernar en solitario, y señalaba a Vox como actor clave para la formación de una mayoría parlamentaria, una previsión que encaja con el escrutinio final.
Con el 99,9% de los votos contabilizados, el PP obtiene 29 escaños y el 43,2% de los votos, mientras que Vox logra 11 diputados con el 16,9%, una suma que confirma la necesidad de ambas formaciones para articular una mayoría parlamentaria. El PSOE queda en 18 escaños y el 25,7%, y Unidas por Extremadura alcanza siete diputados con el 10,3%. El reparto definitivo reproduce con notable precisión el marco descrito por el CIS semanas antes.
Según la encuesta del órgano dirigido por José Félix Tezanos, el PP se movería en una horquilla de 25 a 29 escaños y Vox entre 10 y 12, mientras que el PSOE quedaba entre 19 y 22 y Podemos-IU-AV entre seis y siete. El resultado final se sitúa dentro de esas bandas para PP, Vox y Unidas por Extremadura, y confirma el escenario de gobernabilidad previsto: con el PP como fuerza claramente dominante y Vox como socio necesario.
El acierto del CIS se extiende también a la estimación de voto. El barómetro otorgaba al PP un 38,5%, al PSOE un 31,6%, a Vox un 17,3% y a Podemos-IU-AV un9,6%. El resultado final ajusta al alza el porcentaje del PP, sitúa a Vox prácticamente en la cifra anticipada y confirma un retroceso socialista que la encuesta ya apuntaba como tendencia, aunque con una corrección mayor en el recuento definitivo.
Otro de los elementos clave que el CIS detectó con antelación fue la volatilidad del electorado extremeño. Más del 55% de los encuestados afirmaba que vota «según lo que más le convenza en ese momento», frente a algo menos de un 25% que se declaraba fiel a un mismo partido. Este rasgo se ha reflejado en importantes trasvases de voto y en el crecimiento de Vox en detrimento del PSOE en numerosos municipios.
La encuesta también advertía de un alto grado de indecisión tardía. Cerca del 20% de los votantes reconocía que decidiría su voto durante la última semana de campaña, la jornada de reflexión o incluso el propio día de las elecciones. Este factor ayuda a explicar la magnitud de algunos movimientos de última hora y la consolidación final del bloque PP-Vox.
En cuanto a la percepción de la situación política, el CIS dibujaba una comunidad dividida: un 42,8% calificaba la situación de Extremadura como «muy buena o buena», frente a un 41,5% que la consideraba «mala o muy mala». Esa división se ha trasladado a las urnas en forma de fragmentación del voto y de un castigo significativo al PSOE.
El barómetro también anticipó correctamente la ventaja personal de María Guardiola sobre el resto de líderes. La presidenta extremeña era la mejor valorada, con una puntuación media de 5,63, muy por encima de Miguel Ángel Gallardo, que se quedaba en 3,68. Además, el 58,3% de los encuestados creía que el PP ganaría las elecciones, un pronóstico que se ha cumplido.
El acierto del barómetro extremeño resulta especialmente llamativo por producirse en un organismo cuya metodología ha sido objeto de críticas recurrentes en los últimos años, hasta el punto de hablarse del CIS como una «cocina» demoscópica. Sin embargo, no es la primera vez que el CIS dirigido por José Félix Tezanos ajusta con mayor precisión que otros institutos privados el marco general de una convocatoria electoral. Ya ocurrió en las elecciones generales del 23 de julio de 2023, cuando el organismo fue el que mejor anticipó la resistencia del bloque de izquierdas frente a las previsiones dominantes. En Extremadura, sin necesidad de clavar cada cifra, el CIS volvió a acertar en lo más relevante: el ganador, la dependencia parlamentaria y el equilibrio final de fuerzas que ha confirmado el escrutinio.
