La Audiencia Nacional deja en libertad al sospechoso del envío de las cartas explosivas
El juez Calama establece medidas cautelares para el acusado, que habría enviado seis paquetes con explosivos, uno de ellos destinado a Sánchez
El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha acordado dejar en libertad con medidas cautelares al hombre que se encontraba en prisión provisional como presunto autor del envío de seis cartas con explosivos. Estas iban destinadas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la ministra de Defensa, Margarita Robles, a la embajada de Ucrania en Madrid, a las instalaciones de la empresa Instalaza, a la embajada de Estados Unidos en la capital y al centro de satélites Base Aérea de Torrejón.
En un auto, el magistrado impone a Pompeyo González Pascual la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado más próximo a su domicilio, la prohibición de abandonar España, la retirada del pasaporte y la obligación de fijar un domicilio y un número de teléfono donde puede ser localizado.
En línea con el informe emitido por la Fiscalía, el juez Calama entiende que procede la libertad sin fianza por cuanto no existe un riesgo actual de destrucción de fuentes de prueba, toda vez que ya se han efectuado las diligencias de instrucción más relevantes para la obtención de los indicios de criminalidad sustanciales que apuntan hacia dicho investigado.
Además, explica en instructor, el investigado no tiene antecedentes penales previos a los hechos que se instruyen en el juzgado, no existen indicios que apunten a una posible reiteración delictiva y tiene domicilio conocido y arraigo en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro.
También tiene en cuenta el juez la avanzada edad (74 años) del investigado, que se encuentra en prisión provisional desde el pasado 27 de enero, y que pueden adoptarse otras medidas cautelares de menor relevancia que la prisión provisional como las acordadas. Esto es, comparecencias apud acta, así como la retirada de pasaporte y la prohibición de salida de España.
En su resolución, que puede ser recurrida ante el propio juez en reforma o en apelación ante la Sala de lo Penal, el juez advierte de que el incumplimiento de las medidas cautelares impuestas podría dar lugar a la adopción de otras más graves.