Un excargo del PSOE en Canarias pedía un «impuesto revolucionario» a cambio de obras
Uno de los presuntos beneficiarios de la trama urbanística y expresidente del PSOE en Arona, Agustín Marichal, revela en un audio nuevos detalles del caso
«Hay que firmar el acuerdo y el impuesto revolucionario». Quien lo dice es el expresidente del PSOE en Arona (Tenerife) y uno de los empresarios que, según denuncian exconcejales de ese partido en los audios publicados por THE OBJECTIVE en los últimos días, estaría entre los presuntos beneficiarios de la trama urbanística vinculada al alcalde y candidato socialista a las elecciones de ese municipio tinerfeño el próximo 28-M, José Julián Mena.
El protagonista de este nuevo audio es Agustín Marichal, un veterano político al que el PSOE expulsó de sus filas en enero de 2021 por sus críticas al presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, al presidente del Cabildo de Tenerife y candidato a la reelección por el PSOE, Pedro Martín, y al presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo. El también promotor hotelero fue expulsado tras acusar públicamente a la cúpula del PSOE canario de haberse cargado el partido en Arona al dar por ciertas las denuncias de corrupción que el exconcejal de Urbanismo, Luis García, había realizado.
Marichal se posicionó del lado del alcalde que se negaba a renunciar a su acta, como le solicitaban la dirección nacional y regional del PSOE. En distintas entrevistas, el jefe del partido socialista no dudó en echar un pulso público a la cúpula del PSOE en Canarias. Afirmó reiteradamente que los denunciantes de la presunta corrupción eran en realidad quienes «mangoneaban» en el partido junto a técnicos municipales y acusó a otro líder regional de querer apropiarse del urbanismo de Arona.
El expresidente del PSOE en Arona
El entonces presidente del PSOE en Arona admite este nuevo audio la existencia de un «impuesto revolucionario» que iría vinculado a las adjudicaciones de contratos públicos. Al mismo tiempo Marichal, según se desprende de la conversación, se muestra pesimista. Los técnicos de distintas áreas municipales eran reticentes a firmar los convenios con empresas en esos momentos. Eso estaría complicando el cobro del impuesto revolucionario.
«Lo de la empresa de limpieza, el técnico de medioambiente, que es el que hace las certificaciones necesarias, tiene que aprobarlo. Sin la firma de él, el interventor del Ayuntamiento no puede pagar. Hay que firmar el acuerdo y el impuesto revolucionario. Eso es muy complicado. No es tan fácil, eso es complejo», asevera el propio Marichal en el audio.
Lo dice, según explican fuentes conocedoras de aquella reunión, en referencia a la inminente prórroga del contrato con la empresa que desde 2011 lleva la limpieza y la gestión de los residuos en Arona, uno de los emplazamientos más turísticos del sur de Tenerife. Ante su enfrentamiento con los técnicos municipales, el entonces presidente del PSOE plantea la conveniencia de prorrogar otros dos años el contrato con la empresa adjudicataria en lugar de convocar un nuevo concurso público. «Hay que firmar el acuerdo y el impuesto», decía.
Tras la ruptura de los concejales socialistas en el Ayuntamiento, Marichal se posicionó claramente en favor del alcalde Mena y abogó siempre por su restitución en el puesto. Pero sus críticas contra los máximos responsables del partido en Canarias fueron tantas y tan contundentes, que la dirección nacional del PSOE decidió cesarle meses después. Llegó a atacar al exsenador socialista y presidente del cabildo de Fuerteventura de querer hacerse con el control del urbanismo en Arona, según publicó la prensa local. Paradójicamente, una sentencia judicial obligaría a Ferraz a readmitir a Mena. Y será el candidato del PSOE en las elecciones municipales del próximo 28-M.
El «impuesto revolucionario»
Al admitir las dificultades para poder cobrar el «impuesto revolucionario» en ese contexto, por la negativa de algunos técnicos municipales a firmar convenios, en el audio Marichal apuntala también el ‘modus operandi’ denunciado por los concejales rebeldes que se enfrentaron a Mena. Y confirma otro de los paralelismos y similitudes de esta presunta trama con la que se encuentra bajo investigación en el conocido como caso Tito Berni.
Antonio Navarro Tacoronte (alias El Mediador), utilizó también el término «impuesto revolucionario» para describir ante la juez del caso Tito Berni que los pagos que exigían a empresarios que querían verse beneficiados con la concesión de subvenciones ganaderas. En el caso de Arona, según los exconcejales del PSOE que denunciaron los hechos, ese «impuesto revolucionario» servía para obtener licencias urbanísticas a los empresarios que lo pagaban.
A los que no eran sus «clientes», según admite el abogado de los empresarios supuestamente implicados en el ‘caso Arona’ en un audio publicado el sábado por este diario, les interponían una catarata de recursos administrativos e impugnaciones para paralizar sus proyectos urbanísticos y obras. En el nuevo audio desvelado por este diario, Marichal señala también lo «complejo» de firmar una prórroga del contrato de limpieza y del impuesto revolucionario por la oposición de los técnicos municipales.
Cruce de acusaciones
El arquitecto municipal, según ha podido comprobar este diario con documentos judiciales y del propio Ayuntamiento, denunció coacciones y amenazas por parte del abogado Felipe Campos. El alcalde Mena, a quien los exconcejales vinculan con el letrado que supuestamente intermediaba entre las empresas y el Ayuntamiento, cesó al técnico municipal y designó a otra persona de confianza para que firmase los proyectos que el arquitecto y el exconcejal de Urbanismo se negaban a autorizar pese a las presuntas presiones de Felipe Campos y del jefe de Gabinete del alcalde, Nicolás Jorge.
Este último sería, según los audios publicados en los últimos diarios por este diario, a quien los exconcejales rebeldes del PSOE señalaban como el «alcalde en la sombra» y el cabecilla de la presunta trama. Una sentencia judicial obligaría mucho tiempo después a Mena a readmitir al arquitecto municipal cesado. Pero le dejó sin atribuciones para participar en los convenios urbanísticos del Ayuntamiento. A pesar de todo lo relatado anteriormente, y de que la cúpula del PSOE en Canarias había avalado apartar a Mena, Ferraz finalmente decidió volver a poner a Mena como candidato a las elecciones del 28-M.
Pedro Sánchez y Agustín Marichal
El presidente canario, Ángel Víctor Torres, y el del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, acabaron accediendo a situar a Mena como candidato pese a que cuando se produjo el cisma en el Ayuntamiento de Arona marcaron distancias con él. El alcalde, que siguió al frente del consistorio a pesar de que Ferraz le exigió entregar su acta cuando se produjo el cisma del PSOE en Arona, acabó triunfando sobre la cúpula regional del partido a la que atacaba Marichal públicamente.
Finalmente, como pedía el promotor hotelero, la dirección nacional del PSOE apostó por Mena como candidato, en contra de lo que inicialmente defendían Ángel Víctor Torres y Pedro Martín. Ambos comparten escenario este domingo en Santa Cruz de Tenerife junto al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
El propio Marichal presumía en 2017 de una foto realizada junto al ahora jefe del Ejecutivo. Según fuentes socialistas, Pedro Sánchez mantiene vínculos personales desde hace años con el expresidente del PSOE de Arona y el hijo de este último, el presidente de la asociación de hoteleros de Tenerife, Jorge Marichal.