La Audiencia deja en libertad a una etarra acusada de asesinar a Giménez Abad
La Fiscalía pide 30 años de prisión para los acusados de acabar con la vida del presidente del PP en Aragón en 2001
Los etarras 'Ata' y 'Sahatsa' en la Audiencia Nacional. | Fernando Villar (EFE)
La etarra Miren Itxaso Zaldúa, Sahatsa, quedará en libertad. El tribunal de la Audiencia Nacional que ha juzgado el asesinato de Manuel Giménez Abad, cometido por ETA en 2001, ha acordado su excarcelación una vez concluida la vista oral y haberse iniciado las deliberaciones de la Sala. Un escenario que había solicitado la defensa durante el juicio, que se había quejado de que su clienta permaneciera en prisión sin que existiera pruebas de su implicación en el crimen del presidente del PP en Aragón.
En un auto al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, los magistrados de la Sección Primera de la Sala Penal acuerdan dejar sin efecto la prisión de Sahatsa, acusada de participar en la muerte de Giménez Abad. La etarra está acusada de un delito de asesinato terrorista, por lo que le piden 30 años de cárcel. Se encontraba en prisión desde julio de 2020.
La Audiencia Nacional ha acordado enviar un mandamiento de libertad al centro penitenciario de Madrid donde se encuentra la etarra. Además de Sahatsa, los jueces han sentado en el banquillo de los acusados a Asier Carrera Sarobe, Ata, que fue jefe militar de ETA. La Fiscalía considera acreditado «sin lugar a dudas» que ambos fueron los autores de los disparos que acabaron con la vida de Giménez Abad cuando se dirigía a ver un partido de fútbol del Real Zaragoza en La Romareda en 2001.
Falta de pruebas
«Son los autores y actuaron en nombre de ETA», defendió la fiscal Ángela Gómez-Rodulfo durante el juicio. La representante del Ministerio Público pide 30 años de cárcel por un delito de asesinato terrorista que ambos negaron. La defensa, por el contrario, solicita la absolución por falta de pruebas. El abogado de Sahatsa había pedido a la Sala su «inmediata» puesta en libertad tras llevar tres años en prisión preventiva sin que se hubiese podido demostrar su participación en el crimen.
El letrado sostuvo que su defendida «no estuvo en Zaragoza». Y añadió: «Creo que lo hemos demostrado. Mire la dificultad que se nos propone». El abogado de Sahatsa afirmó en la vista oral que había aportado fotos, testimonios y citas médicas para demostrar que su clienta no estaba en la capital aragonesa el día del atentado. El hijo de Giménez Abad, que acompañaba ese día a su padre, aseguró haberse cruzado miradas con Ata, aunque no pudo determinar la identidad de su acompañante.
En los informes policiales se incluye una carta manuscrita de Sahatsa, que aparece firmada con dicho alias. La propia etarra reconoció que se trataba de su letra. La misiva sitúa a los dos acusados al frente del comando Basajaun, al que se atribuye el asesinato del que fuese senador y líder del PP en Aragón. El texto ilustra cómo ambos huyeron a Francia y allí se integraron «en la estructura militar de ETA con responsabilidades».
Respecto a su tardía identificación como autores del asesinato, la fiscal explicó en la vista que en 2001, «pese a la cantidad de testigos presenciales», la causa tuvo que ser archivada porque las Fuerzas de Seguridad desconocían la existencia de Ata y Sahatsa y del comando Basajaun. No fue hasta 2008 cuando se intervino una foto del primero y se empezó a indagar en su actividad terrorista.
Coartada de la etarra
De Sahatsa se tuvo noticias tres años antes, cuando fue detenida en Francia, pero no fue hasta 2019 cuando se conocieron las acciones cometidas en España. No obstante, la etarra liberada no ha admitido que integrara el comando Basajaun. El día del asesinato de Giménez Abad, explicó, estaba en el cine con sus amigas en Usurbil, aunque no se acordaba del resto porque «le impresionó» el atentado contra el dirigente popular por estar presente su hijo de 17 años.
La etarra permanecía en la cárcel desde julio de 2020, cuando el juez Santiago Pedraz, entonces al mando del Juzgado Central de Instrucción Número 1, ordenó esa medida cautelar y procesó a Sahatsa por el asesinato de Giménez Abad. Llevaba tres años en libertad tras cumplir 12 años de internamiento en Francia. En julio de 2022, la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional amplió otros dos años la prisión provisional.
